Así como las empresas, deben adaptarse al entorno dinámico que las rodea de manera cada vez más rápida para no quedar rezagadas; las personas que posen responsabilidades gerenciales deben adaptar su estilo al momento que vive su Organización para no quedar desplazadas de su lugar, o ser obstáculos a las nuevas reglas de juego de su Empresa. Es más, diríamos que la obligación del Gerente es la de ser el principal visionario, que detecta las necesidades y apuntale los cambios de su Organización.
En otros términos, debemos decir que una persona que tenga la responsabilidad de la administración no puede actuar de igual modo, no debe dirigirse a las personas “hablarlas y escucharlas” todo el tiempo de la misma manera, ante una empresa y contexto que va cambiando día a día. Es decir un conductor de un vehículo, no puede utilizar el mismo estilo de conducción para manejar en un día soleado que lluvioso, por que es muy probable que termine accidentado o se enfrente a serios riesgos. Es decir  un buen conductor, debiera anticiparse a obtener el pronóstico del clima antes de emprender el viaje, para “decidir” como minimizar sus puntos débiles o maximizar sus puntos fuertes, antes las amenazas y oportunidades que se le presenten en el camino.

¿Qué estilos de liderazgos existen?
Una manera de ejercer el liderazgo puede ser compartir con los colaboradores el  análisis de un problema y sus alternativas de solución, integrándolos en todo el proceso de decisorio. Otra forma, es comunicar directamente el problema y la solución al mismo tiempo; pasando por todas las situaciones intermedias. Así es que siendo concluyentes tenemos “liderazgos democráticos y autoritarios”. Pero también, es válido aclarar, que resulta muy distinto tomar decisiones en momentos de bonanzas, donde las empresas tienen márgenes de error, que en épocas de vacas flacas donde los márgenes de maniobra se achican significativamente.

¿Cuál es el mejor estilo?
Para todas estas situaciones, no hay una única alternativa a tener en cuenta, ya que tampoco todas las Empresas revisten las mismas características, poseen la misma cultura organizacional, ni el grado de compromiso de las personas es el mismo. Es decir, que el ejercicio eficaz del liderazgo gerencial deberá tener la capacidad de interpretar cuales son las mejores alternativas ante las distintas circunstancias que se presenten.

A modo de cierre
En conclusión, debemos decir que no existe un mejor estilo o método de conducción, la obligación de un líder es la de detectar y percibir frente a que situación se enfrenta o en que escenario se desenvuelve, por lo cual no podemos hablar ni de un único ni mejor estilo de liderazgo. No solo porque todas las personas que les toca ejercer el rol de líderes, así como los liderados son diferentes; sino también por que los momentos por los que atraviesa la empresa y los tipos de decisiones también son disímiles. De aquí, se desprenden dos situaciones bien claras, “momento que atraviesa la empresa y tipo de decisiones”, razones por las cuales el estilo de liderazgo no debiera ser nunca el mismo. Cuando nos referimos a “momentos”, estamos hablando de los distintos ciclos de vida que atraviesan las Organizaciones, y cuando señalamos “tipo de decisiones” estamos hablando de la magnitud de las mismas; es decir si son de carácter operativos (corto plazo) o estratégicos (largo plazo). Ahora bien, su empresa en estos momentos, ¿afronta la crisis con el coraje del piloto de tormenta o más que nunca se basa en su equipo de trabajo?

Por CPN Carlos A. Sosa
Magíster en Adm. Empresas

http://sosayasociados.com/novedades/recursos-humanos-en-las-pymes/

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