Construye el Puente Conforme Caminas Sobre Él

Cuando tomamos la decisión de iniciar un cambio, enfrentamos una serie de retos difíciles. El camino del cambio a menudo es tortuoso, con ninguna estructura definida con claridad para determinar si nuestra acción es correcta o equivocada.

El crecimiento empresarial y personal rara vez sigue un plan lineal. Éste es un principio importante que se debe recordar. Cuando las personas vuelven a contar una historia de crecimiento, a menudo la relatan en una secuencia lineal, dando a entender una racionalidad y un control que nunca existieron.

Cuando tenemos una visión, no necesariamente significa que tenemos un plan. Podemos saber dónde deseamos estar, pero rara vez conocemos los pasos reales que debemos dar para llegar ahí. Debemos confiar en nosotros mismos para aprender la forma, para construir el puente conforme caminamos sobre él.

El cambio a fondo es un proceso de aprendizaje extenso. Cuando seguimos nuestra visión, debemos creer que tenemos valor y seguridad en nosotros mismos para alcanzar nuestro objetivo. Debemos saltar al abismo de la incertidumbre y luchar con bravura por seguir adelante.

Una vez que tenemos nuestro sentido de dirección, necesitamos organizarnos, empacar nuestro equipo, motivarnos y avanzar. Este proceso introduce información nueva y nos permite hacer elecciones y progresar y madurar abriéndonos camino hacia adelante. El proceso también transmite señales a los demás, y son atraídos por nuestro valor y motivación.

Existe una anécdota de Gandhi al principio de su carrera, en Sudáfrica. Gandhi se había formado una visión y trabajaba en ella. Un día, llegó un hombre de otro país y se ofreció como voluntario para unirse a Gandhi. El recién llegado preguntó: ¿No le sorprende que me haya presentado así? No, replicó Gandhi. Señaló que cuando uno descubre lo que es correcto y comienza a perseguirlo, las personas y recursos necesarios tienden a presentarse.

Confiar en nuestra visión lo suficiente como para comenzar nuestro viaje al abismo de la incertidumbre, creyendo que los recursos aparecerán, puede ser muy difícil. El hecho de que haya suficiente confianza y creencia en nosotros mismos para alcanzar nuestra visión es lo que señala a los otros que vale la pena invertir en la visión. Nuestro mensaje está llenó de integridad y buenas intenciones. Sin embargo, por lo general nuestras acciones, no nuestras palabras, son las que envían el mensaje.

Actuar sobre una visión que excede nuestros recursos es una prueba de visión, fe e integridad.

Es mucho más fácil y más seguro para nosotros permanecer dentro de la zona de la certidumbre, en particular si estamos atascados en el dilema y el padecimiento de la muerte lenta. Los desafíos surgen en cuanto contemplamos el cambio a fondo. Debemos alcanzar un punto de desesperación y frustración máximas antes de que pensemos en serio en iniciar el cambio a fondo.

Para abordar el cambio a fondo y enfrentar un nuevo futuro, debemos estar dispuestos a perdernos con seguridad. Esta seguridad, junto con la tenacidad, guiará nuestras acciones conforme comenzamos a construir el puente hacia nuestra visión. Es sólo cuando experimentamos el cambio a fondo que la nueva visión queda a la vista. Cuando podemos ver en realidad nuestra visión, debemos estar dispuestos a ponerla en acción.

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