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En vez de mirar a las personas como seres que se limitan a reaccionar sin alternativas, las miramos como partícipes activos en el modelado de la realidad»
Peter Senge
Una buena gerencia debe garantizar que sus funciones, objetivos establecidos, planes definidos, estén bajo la supervisión de controles de gestión bien establecidos. Por tanto, es válido cuando por ejemplo Clemencia Morales señala, que un sistema de control centra su atención en verificar si lo que se planteó se está o no cumpliendo en el tiempo señalado, con la calidad deseada y al costo programado.
De aquí entonces, que el control se asegura, vigilando el rendimiento de los diferentes procesos y el cumplimiento de los diferentes planes. El control se ejerce de acuerdo a indicadores que se establecen y son una medida de lo que la organización hace en un determinado momento. Cuando estos indicadores están fuera de control, debe ser posible detectar inestabilidades. En este contexto, control se define como: la medida de las desviaciones del comportamiento planeado y la iniciación de las acciones correctivas.
Opina al respeto del tema Juan Carlos Mira, que se puede decir que el control debe servir de guía para alcanzar eficazmente los objetivos planteados con el mejor uso de los recursos disponibles (técnicos, humanos, financieros, etc.). Por ello se puede definir el control de gestión como un proceso de retroalimentación de información de uso eficiente de los recursos disponibles de una empresa para lograr los objetivos planteados.
Desde luego manifiesta Mira, que la gerencia al establecer sus controles debe tomar muy en cuenta las condiciones del control de gestión, al respecto indica,: El primer condicionante es el entorno. Puede ser un entorno estable o dinámico, variable cíclicamente o completamente atípico. La adaptación al entorno cambiante puede ser la clave del desarrollo de la empresa. Los objetivos de la empresa también condicionan el sistema de control de gestión, según sean de rentabilidad, de crecimiento, sociales y medioambientales, etc. La estructura de la organización, según sea funcional o divisional, implica establecer variables distintas, y por ende objetivos y sistemas de control también distintos. El tamaño de la empresa está directamente relacionado con la centralización. En la medida que el volumen aumenta es necesaria la descentralización, pues hay más cantidad de información y complejidad creciente en la toma de decisiones. Por último, la cultura de la empresa, en el sentido de las relaciones humanas en la organización, es un factor determinante del control de gestión, sin olvidar el sistema de incentivos y motivación del personal.
Como también recuerda Mira Navarro un aspecto que es importante tener presente, es que la gerencia tenga bien claro
¿Cuáles son los fines del Control de gestión?
Sobre ello se señalan: El fin último del control de gestión es el uso eficiente de los recursos disponibles para la consecución de los objetivos. Sin embargo podemos concretar otros fines más específicos como los siguientes:
Informar. Consiste en transmitir y comunicar la información necesaria para la toma de decisiones.
Coordinar. Trata de encaminar todas las actividades eficazmente a la consecución de los objetivos.
Evaluar. La consecución de las metas (objetivos) se logra gracias a las personas, y su valoración es la que pone de manifiesto la satisfacción del logro.
Motivar. El impulso y la ayuda a todo responsable son de capital importancia para la consecución de los objetivos
Algunas consideraciones básicas
La gerencia debe tener bien claro algunas consideraciones que debe tener presente a la hora de establecer los controles como:
¿Cuáles serían los instrumentos del control de gestión?
Al respecto Juan Carlos Mira Navarro aporta, que las herramientas básicas del control de gestión son la planificación y los presupuestos.
La planificación consiste en adelantarse al futuro eliminando incertidumbres. Está relacionada con el largo plazo y con la gestión corriente, así como con la obtención de información básicamente externa. Los planes se materializan en programas.
El presupuesto está más vinculado con el corto plazo. Consiste en determinar de forma más exacta los objetivos, concretando cuantías y responsables. El presupuesto aplicado al futuro inmediato se conoce por planificación operativa; se realiza para un plazo de días o semanas, con variables totalmente cuantitativas y una implicación directa de cada departamento.
El presupuesto se debe negociar con los responsables para conseguir una mayor implicación; no se debe imponer, porque originaría desinterés en la consecución de los objetivos.
La comparación de los datos reales, obtenidos esencialmente de la contabilidad, con los previstos puede originar desviaciones, cuando no coinciden. Las causas pueden ser:
Errores en las previsiones del entorno: estimación de ventas, coste de ventas, gastos generales, etc.
Errores de método: poca descentralización, escaso rigor temporal, falta de coordinación entre contabilidad y presupuestos, etc.
Errores en la relación medios–fines: cifras ambiciosas, incorrecto uso de los medios, etc.
Esas desviaciones son analizadas para tomar decisiones, tanto estratégicas (revisión y/o cambio de plan y programas), como tácticas u operativas (revisión y/o cambio de objetivos y presupuestos).
Se pueden citar otras herramientas operativas como: la división de centros de responsabilidad, el establecimiento de normas de actuación y la dirección por objetivos.
Autor Carlos
fuente: http://www.articuloz.com