Cuando decidí crear empresa hace ya más de 10 años, pensaba en muchas cosas, incluyendo el éxito que quería tener, el dinero que iba a ganar, las relaciones comerciales que crearía, entre otros. Pero por alguna razón, entre mis primeras ideas el tema de los riesgos no estaba presente o por lo menos, no lo veía como algo prioritario. Afortunadamente (si, afortunadamente) con el paso del tiempo y el desarrollo del proyecto, el tema de los riesgos apareció y en su momento (y a tiempo) pude evaluarlos.
Los emprendedores solemos enamorarnos de nuestras ideas y no mirar más allá, en especial cuando estamos iniciando proyectos nuevos. Pienso que esto no está mal y es una de las cosas más interesantes de ser emprendedor. Sin embargo los emprendedores debemos analizar todo el espectro de posibilidades y darnos cuenta que así como existen cosas buenas, también hay cosas malas. Podemos estar a punto de reinventar la rueda, de crear el próximo gran avance tecnológico o de descubrir la fórmula perfecta para la generación de dinero, pero si no analizamos los riesgos la probabilidad de fracasar en el emprendimiento aumentará y mucho. Esto es así porque al desconocer los riesgos, ignoramos a que nos enfrentamos. Pero si por el contrario sabemos a qué nos enfrentamos, podremos mitigar y reducir los riesgos. Esta es la misma razón por la cual los pilotos usan instrumentos de navegación y los arquitectos utilizan planos: debemos saber a que nos enfrentamos.
Análisis de Debilidades y Amenazas
Es muy extraño encontrar a un emprendedor o un grupo de emprendedores que no sean los que lleven a cabo su idea. Es decir, emprendedores que no sean los que viven el día a día de su proyecto o empresa, que llevan a cabo un sinnúmero de funciones (toderos) o en pocas palabras, que son el alma y corazón de la empresa. O sin ir tan lejos, generalmente son los emprendedores los que inician su emprendimiento. Esto claro, a no ser que usted ya cuente con los recursos suficientes para contratar a terceros que lleven a cabo el Plan de Negocios, el desarrollo de la idea, etc. Si efectivamente usted es quien llevará a cabo el desarrollo de su empresa, es importante analizar su empresa y su entorno. Antes de continuar hago hincapié en que los emprendedores debemos ser imparciales al avaluar nuestras ideas y dejar a un lado el enamoramiento que tenemos sobre las mismas.
Con la anterior salvedad, vamos a empezar a analizar nuestra idea de manera OBJETIVA. Para esto vamos a usar una herramienta que seguramente ya ha usado o al menos ha escuchado: el DOFA, también conocido como DAFO o FODA y en inglés SWOT. El DOFA es una metodología diseñada en la década de 1960, cuyo objetivo primordial es que las organizaciones analicen sus Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y Amenazas. Es cierto que existen otras metodologías más modernas que se podrían aplicar, pero siento que el DOFA sigue siendo la base para la construcción de cualquier proyecto. El siguiente cuadro resume estos cuatro componentes.
Matriz Dofa – Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y Amenazas
Es importante mirar como la matriz del DOFA se divide en factores de origen interno y externo. Los factores internos (fortalezas y debilidades) los podemos controlar. Por ejemplo si encontramos una debilidad, podemos mirar como la mejoramos y eventualmente la convertimos en una fortaleza. Un ejemplo sería en una empresa manufacturera, donde el desarrollo de un producto demora 10 días, tiempo inaceptable porque la competencia lo hace en 5 días. Con esta debilidad identificada, podemos hacer mejoras en los procesos y quizá reducir el tiempo de desarrollo a tan solo 4 días. Ahora estamos por debajo del tiempo de la competencia, entonces esta es una fortaleza de nuestra organización.
En los factores externos generalmente hay poco margen de maniobra. Estos son factores que usualmente toca aceptar como hechos y con estas condiciones toca trabajar. Al analizar los factores externos, recuerde tener una mirada muy amplia, donde considere factores políticos, económicos, sociales, tecnológicos, ambientales y legales.
En un próximo artículo exploraré a fondo el tema del DOFA, pero por el momento quiero que se concentre en los riesgos o factores negativos, que están expresados por las variables Debilidades y Amenazas. Lo ideal sería que usted analizara estos factores en paralelo con la creación de su idea, pero no importa, si está en una etapa avanzada de su proyecto y no lo ha hecho esto, lo invito a hacerlo. Saque una hoja de papel y haga dos columnas, como muestro a continuación. Dedíquele a esta tarea un buen tiempo mirando todo tipo de factor y de circunstancia que su organización podría llegar a afrontar en un momento u otro.
Ejemplo Riesgos en Debilidades y Amenazas
Es muy importante tomar en cuenta que los riesgos son cambiantes. Por un lado las organizaciones, como cualquier ser humano, cambian con el tiempo. Lo que hoy es cierto, puede que mañana no lo sea. Además el entorno también cambia y muchas veces a un ritmo muy acelerado. Todo el tiempo hay cambios legislativos, nuevos políticos, nuevas regulaciones, la economía fluctúa y mucho más. Por todo lo anterior es vital que los riesgos se estén evaluando periódicamente. No existe una norma de cada cuanto tiempo se debe revisar esto y creo que depende más de la industria en la que su organización se encuentre. Por ejemplo si su empresa es de tecnología, en especial de Internet, usted querrá revisar los riesgos al menos una vez al mes. Pero si se dedica a vender resmas de papel, quizá una o dos veces al año será suficiente.
Reaccionar frente a los Riesgos
En este momento ya tenemos la lista de riesgos. Qué bueno, hemos avanzado mucho y podríamos decir que hemos encontrado nuestros objetivos o nuestro norte (lo que vamos a afrontar). Pero nos falta el 50% de la tarea y es el 50% más importante: cómo reaccionar frente a los riesgos.
Tal como sucede en la vida, cuando nos encontramos con un problema tenemos diferentes opciones para afrontarlo. Por ejemplo, podríamos definir una estrategia bien pensada para afrontarlo. También podríamos hacer algo para hacerle el quite o quizá demorarlo un poco. En últimas, podríamos decidir no hacer nada y esperar a que el problema se desaparezca solo. Los riesgos en las organizaciones suelen comportarse de la misma manera.
Los riesgos tienen una importancia relativa y un tiempo en el que van a suceder. Un riesgo para mi empresa puede que se de importancia alta, pero para la suya podría ser de importancia baja. Es bueno clasificar los riesgos por categorías, para así saber cuáles son más importantes y a cuáles se les debe poner más importancia. Un sencillo esquema de colores (azul, naranja, rojo) o de categorías (bajo, medio, alto) será más que suficiente. Además los riesgos tienen una presencia temporal. El riesgo puede presentarse en un par de semanas y desaparecer o por el contrario, podría ser un riesgo que va a perdurar años. Entonces, toca balancear la prioridad de los riesgos con el tiempo de ocurrencia.
De acuerdo a lo anterior, una de las preguntas que se pueden generar es a cuáles riesgos se les presta más atención, ¿a los de alta prioridad o los que van a suceder pronto? Yo pienso que esto radica en el equilibrio de las cosas y en el buen criterio del emprendedor. Un riesgo de baja importancia que sucederá pronto y que no es atendido podría ser catastrófico. Seguramente no es necesario darle la misma importancia que tendría uno de alta importancia, pero no se debería ignorar.
Una vez clasificados y entendidos los riesgos debemos tener una estrategia para afrontarlos. Como ya dije, una opción es no afrontarlos, entonces esta sería la estrategia; la estrategia también podría ser “por el momento no hagamos nada” ya que no es un riesgo urgente y posteriormente se mirará que hacer. Pero generalmente los vamos a querer afrontar. Existen muchas estrategias para afrontar los riesgos y sería imposible listar que hacer en cada ocasión. En artículos posteriores se mirarán algunos ejemplos, pero por el momento basta decir que la estrategia se debe centrar en los conocimientos y habilidades del emprendedor y su grupo de trabajo. A veces sirve definir soluciones “tradicionales y conservadoras”, en otras ocasiones la solución se encuentra en innovar y ser creativo.
Así como se define una estrategia, se debe ejecutar. Si definimos una estrategia, debemos luchar por llevarla a cabo tal como lo habíamos planeado. Seguramente en ocasiones habrá que improvisar, pero lo ideal es llevar a cabo el plan que se desarrollo al hacer la planeación.
Como algunos riesgos son temporales podremos afrontarlos y se irán. De estos puede que existan riesgos cíclicos y que retornen cada cierto tiempo. Para los riesgos cíclicos puede que la estrategia se pueda repetir, así como es posible que una vez la estrategia se use esta no sirva más y deba ser desechada. Con los riesgos permanentes algo similar sucede. Así que nuevamente no existe una respuesta perfecta ni una regla matemática para afrontarlos. Cada situación es diferente y lo importante es saber que existen los riesgos, que son afrontables y que con la ayuda de estrategias podemos salir adelante.
http://www.un-emprendedor.com/los-riesgos/71-los-riesgos-del-emprendimiento
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