Un estudio de la escuela de negocios IESE ha revelado que la empresa familiar en España tiene una longevidad en el tiempo superior a la empresa convencional. Las empresas familiares que facturaban más de 50 millones en 2005 tenían una antigüedad promedio de 35 años.

Esta longevidad es superior a la empresa no familiar en España, cuya antigüedad media es de 31 años, “lo que desmonta muchos mitos”, en palabras de Josep Tàpies, titular de la Cátedra de Empresa Familiar del IESE.

“Hasta ahora había una verdad asumida por un estudio del economista John Ward de que muy pocas empresas llegaban a la tercera generación, cuando el trabajo en que se basaba esta afirmación partía de datos procedentes de empresas del estado de Illinois”, ha explicado hoy Tàpies en un encuentro con periodistas.

El estudio señala no sólo que las empresas familiares son más, el 57% de las que facturaban más de 50 millones en 2005, sino que duran más en el tiempo.

Así, el estudio destaca que el 14% de las empresas familiares ha tenido una vida empresarial superior a los 60 años, contra el 11% de las empresas convencionales que han conseguido este hito.

Ciertamente, las empresas no familiares facturan más, con un volumen de negocio medio de 519 millones -contra los 215 millones de las firmas de carácter familiar-, incluyendo en la muestra a Telefónica y Repsol.

Según el estudio presentado hoy, la empresa más antigua de España es Codorníu, que data del año 1551, seguida de la papelera Miquel y Costas (1725), Goma Camps (1758) y el Grupo Osborne (1772).

Curiosamente, el grupo familiar que cierra el ránking de antigüedad, El Corte Inglés, que data de 1935, encabeza el de volumen de facturación, con más de 15.000 millones de volumen de negocio en el 2005; mientras que Codorníu ni siquiera aparece en el ránking.

“Son sectores distintos y vender 300 millones en vino es mucho, por lo que no hay que precipitarse con la conclusiones al respecto”, ha señalado Tàpies.

En todo caso, este profesor del IESE detalla que “no hay que confundir los valores de la empresa con el tamaño, y en muchos casos en una empresa familiar la familia prima valores como la calidad o perdurar, y no el crecimiento”.

En los últimos años el número de nuevas empresas familiares que facturan más de 50 millones ha caído, pero, según Tàpies, es el “efecto del apalancamiento, porque la empresas no convencionales se han endeudado más para crecer más rápido por las exigencias del capital riesgo, algo que espero que en los próximos años, y con la actual crisis, se corregirá y volverán a predominar en número las empresas familiares sobre las no familiares”.

Un 3% de las empresas familiares estudiadas superan el siglo de vida, por lo que el estudio, financiado por la fundación Jesús Serra, les dedica un apartado específico para analizar las claves de su perdurabilidad.

Sin embargo, la mayoría de las 1.275 empresas familiares estudiadas, un 83%, nacieron entre 1975, con el inicio de la Transición, y el año 2000.

Del estudio se han excluido las empresas financieras, de seguros y las de publicidad por sus características específicas, que podían distorsionar los resultados.

Fuente   www.abc.es

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