La época dorada de la motivación humana

Estamos en la época dorada del  estudio de la motivación y la emoción, ya que estas son el motor, lo que nos impulsa en nuestro día a día, y es especialmente útil para “dirigir” o motivar el comportamiento de las personas. Por ello es un área que siempre ha interesado a empresarios y directivos.

Las bases de los procedimientos de gestión de personas, ya sean de desarrollo directivo y de nuestros profesionales, de la retribución, de nuestros sistemas de objetivos, de la gestión del desempeño, de la selección, de coaching  o de la comunicación interna cuando se construyen, se hacen bajo ciertas premisas motivacionales.

Pero es díficil encontrar un área donde con tanta rápidez el conocimiento se ha creado y desfasado con tanta rápidez. Si estudiaste las teorías psicológicas hace 10,15 o 20 años ya estás desfasado, tira tus manuales.

Y cuidado hemos de pensar que la mayoría de los directivos y consultores que aplican estas disciplinas en nuestras organizaciones aprendierón las bases de la psicología hace ya algunos años. Y probablemente esta sea una de las áreas desde donde hay más publicaciones y más personas están estudiando, es decir que con más rapidez evoluciona..

Por otra parte hay un cambio importante, tradicionalmente la ciencia psicológica había dedicado mucho esfuerzo a estudiar los aspectos negativos y patológicos del ser humano (ansiedad, estrés, depresión, etc), dejando de lado a menudo el estudio de aspectos más positivos como, por ejemplo, la creatividad, la inteligencia emocional, el humor, la sabiduría, la felicidad,… y esto con corrientes como la llamada Psicología Positiva está cambiando.

Las grandes cuestiones sobre la naturaleza humana

El estudio de la motivación se centra en dar las mejores respuestas posibles a varias preguntas básicas: ¿Qué causa la conducta? ¿Cómo se inicia una conducta? ¿por qué la conducta varía en su intensidad? ¿Cómo se mantiene esta conducta?

A estas preguntas básicas se les han añadido otras más aplicadas: relación entre estrés y expectativas, cómo evitar la desmotivación, cómo podemos obtener nuevas características personales deseables que van desde cómo conseguir hábitos que permitan seguir una dieta o hacer deporte a conseguir habilidades complejas que nos pueden proporcionar éxito profesional o social. Muchas preguntas que nos hacemos sobre nuestros objetivos personales o la satisfacción con algunas parcelas de su vida son contestadas por esta disciplina.

Las preguntas básicas no han cambiado en los últimos 50 años, lo que han cambiado es la explicación de porque la gente hace lo qué hace, han cambiado las teórias de la motivación, aquellas que nos dan información útil sobre que proporciona energía y dirección a la conducta.

Los principales cambios que se han producido en estas explicaciones es que ahora son microteorías, no hay grandes paradigmas que permitan explicar el conjunto de la motivación. Antes grandes corrientes psicológicas (psicodinámicas, conductistas, cognitivistas,…) pretendían dar un marco teórico completo. Ahora tienes que conocer multiples teorías que no siempre estan bien interconectadas entre sí.

Por otra parte dentro de los motivos (los procesos internos que energizan y dirigen la conducta) se está diversificando su naturaleza y todos ellos aparecen como importantes, tanto los procesos extrínsecos (fuerzas sociológicas y culturales) cómo los intrínsecos (necesidades básicas, cognición y emociones) y su separación para entender la conducta humana se hace imposible.

No hay nada más práctico que una teoría (pero que sea cierta)

Muchos de los libros más vendidos  que tratan  implicitamente de temas de motivación y que pretenden ayudar a las personas y darles energía con tesis tales como “vive el presente, el futuro no éxiste”, “piensa en algo con intensidad y de forma positiva y lo conseguirás” o “para lograr una gran meta personal, establece objetivos concretos”, son en parte ciertas y mayoritariamente falsas.

Lo cierto es que nos encanta los eslóganes y lo simple. Necesitamos cosas simples y concretas, casi mágicas, que con poco esfuerzo y comprensión nos permitan grandes cosas. Por eso triunfan muchos libros que consisten en una sóla idea repetida numerosas ocasiones, pero que nos garantizan que tal o cuál personaje consigió la felicidad, y mejor si directamente nos dicen cómo millones de personas lo han conseguido ya.

Lo siento me encantaría ser un gurú existencial (¿y quien sabé si lo proyecto mucho quizás algún día lo logre!). Pero mientras tanto, no creo en las recetas mágicas con las que pasado mañana seremos infaliblemente la persona más ideal del mundo que consiguió todo aquello que se propuso. Pero, creo que son muy útiles algunas de las teorías psicológicas para actuar en nuestro día a día, más si nuestro trabajop consiste en gestionar personas. Por ello me atrevo a recomendar media decena y un par de autores que han hablado de cada una de ellas:

1. Goal Setting Theory (Establecimiento de metas) Locke y Latham

Explican cómo las metas indican a la persona lo que es necesario hacer y cuánto esfuerzo habrá que desarrollar para alcanzarla. Las metas actúan como atractores del comportamiento dirigiéndolo y regulándolo y del papel del compromiso y la creencia en los objetivos de las personas. Especialmente útiles para Desempeño, sistemas de objetivos, búsqueda de compromiso, etc.

2. Autodeterminación y facilitación de motivación intrínseca Deci y Ryan

Postulan tres necesidades psicológicas innatas – competencia, autonomía, y relacionarse – las cuales cuando son satisfechas producen la ampliación de la automotivación y cuando son frustradas llevan a la reducción del bienestar. Básicas para entender liderazgo, empowerment y desarrollo de personas, entornos laborales. Muy parecidas a la teorías de los motivos de Mclleland.

3. Flujo: experiencia óptima y optimismo positivo Csíkszentmihályi y Seligman

Estas teorías nos acerca a la base de la satisfacción y motivació humana a Largo Plazo. Las personas son más felices cuando están en un estado de “fluir”es un estado óptimo de motivación intrínseca, en la que la persona está inmersa en lo que está haciendo. Estado de equilibrio entre el desafío de la tarea y la habilidad de quien la realiza . El óptimismo es la tendencia a esperar que el futuro depare resultados favorables ayuda a enfrentar las dificultades confiando en nuestras capacidades y capacidad de aprendizaje, el fracaso y el error forman parte de este proceso. Hablánde la motivación humana más duradera coincide con busqueda de metaobjetivos o proyectos de vida

4. Disonancia Cognitiva y Cambio de Actitud Harmon-Jones y Mills

Las personas tendemos a buscar coherencia ebtre lo que pensamos, hacemos y nuestras expectativas, pero esto no siempre por lo que hay fenómenos que intentan disminuir la disonancia entre lo que pasa y pensamos que debe pasar, especialmente para justificar su conducta y autoconcepto o autoimagen.  Cómo podemos cambiar de actitud y valores es una de las grandes cuestiones sobre las que conviene pararse a reflexionar.

5. Expectativas (Expectancia-Valor) y Autoeficacia Vroom y Bandura

La creencia de que uno puede llevar a cabo adecuadamente una situación particular y  el sentido de la eficacia de uno mismo influye en sus opiniones, motivación y funcionamiento  en la realización de tareas. Las motivación no sólo esta influida por las expectativas  de eficacias sino por el valor de lo obtenido y la relación esfuerzo-valor. Aplicaciones muy prácticas sobre la mejora del rendimiento humano e interesantes para hacer introspección.

Autor Virginio Gallardo