En algún momento de nuestras vidas muchos de nosotros sentimos intensamente la necesidad de cambiar. A veces no sabemos muy bien qué cambiar; estamos confundidos y desorientados. Lo único que sabemos con seguridad es que algo falta y no estamos satisfechos con la vida que estamos viviendo. Si es tu caso y no sabes por dónde comenzar, sigue leyendo así aprendes cuál es el punto de partida para hacer una diferencia en tu vida.
En muchos casos, la rutina, el sentirnos insatisfechos y en la queja constante, puede llevarnos a un ciclo vicioso que limita nuestro poder personal. De pronto llega un instante en el que “escuchamos” clarito en nuestro interior: “No quiero más esto para mí”. Este momento es lo que yo llamo “la gran llamada”. Es la llamada del quiebre que viene de nuestro ser interior pidiéndonos fervientemente una vida diferente.
¿Qué cosas pueden haber disparado ese “clic” en nuestra mente? Pueden ser por ejemplo:
La lectura de un libro o texto que haya captado poderosamente nuestra atención.
Una charla profunda y “filosófica” con algún amigo, familiar o colega.
Una crisis y/o pérdida importante.
Un sueño en la noche…
¿Te ha ocurrido a ti? Si es así querido lector, no reniegues de este momento, enfréntalo, agradécelo y bendícelo. Te voy a explicar por qué te lo digo.
Es posible que no puedas salir de la situación en la que te encuentras, que te sientas estancado y paralizado. Quizás te ocurran las mismas cosas indeseadas una y otra vez. ¿Piensas que es posible que un cambio llegue a tu vida si sigues haciendo o pensando las mismas cosas una y otra vez?
“El mundo que hasta este momento hemos creado como resultado de nuestra forma de pensar, tiene problemas que no pueden ser resueltos pensando del modo en que pensábamos cuando los creamos”. Albert Einstein.
Si quieres otros resultados en tu vida, no te sirve más seguir “tratando” y haciendo lo mismo casi sin conciencia. Para vislumbrar un cambio radical, necesitas cambiar tu observador interior. Necesitas cambiar y ampliar tu manera de ver la realidad, empezando por conocer tus modelos mentales, aquellos que constantemente moldean la manera que tienes de percibir tu entorno.
Como ingeniera en computación, no puedo evitar relacionar este tema con la tarea de cómo se crea, analiza, desarrolla, testea y mantiene un programa de computación.
Tomo esta analogía para con nuestra vida y me parece importante compartirla por lo que te voy a explicar en los siguientes párrafos.
Los programas de computación son automáticos, los ingenieros los programamos para que realicen determinadas acciones para objetivos específicos. Cuando un programa tiene fallas, lo que hacemos es verificar primero qué es lo que el programa tiene que hacer (sus objetivos) y a partir de esto determinamos cuáles son los resultados no esperados (la brecha de insatisfacción). Según esta diferencia, podemos detectar cuáles son las causas posibles de errores o fallas para poder resolverlas.
A menudo en los programas de software que forman parte de grandes sistemas informáticos, los errores (llamados “bugs” o defectos) no se detectan fácilmente. Generan “ruido” en el funcionamiento global del sistema y para poder descubrir dónde se originan (sus causas), es necesario realizar un análisis profundo, mover o escarbar en lugares del código donde uno no imagina que puede estar el error, evaluar alternativas de encontrar el defecto y su relación con los demás componentes del sistema y su posterior solución.
“Es necesario encontrar la CAUSA del incendio para no seguir apagando más incendios”.
Considero que algo similar pasa con nuestras vidas. Vivimos a menudo como un programa de computación, ejecutando funciones automáticas y rutinarias casi sin conciencia, muchas de ellas funcionando con “bugs” o defectos, que precisan nuestra atención.
Para “atenderlos” ¿qué hacemos? “Apagamos incendios” y/o “escondemos la basura debajo de la alfombra”, sin proponernos el compromiso de encontrar las verdaderas causas, analizando cada capa del problema como si fuera una cebolla, una por una hasta llegar al núcleo.
Desde mi mirada y haciendo la analogía de los componentes de un sistema con las áreas de nuestra vida (familia, pareja, trabajo, etc.), puedo decir que cualquier “bug” o defecto en una de las áreas afecta tremendamente el funcionamiento de las demás, ya que funcionamos como un todo integral.
“El todo es más que la suma de las partes”.
A menudo en el automatismo de vivir, no logramos darnos cuenta de las fallas que obstaculizan nuestro camino, hasta que de repente ocurre algo intenso que hace que esta situación explote (lo llamamos crisis/quiebre) y sufrimos, nos deprimimos, nos bloqueamos, nos quedamos solos. Con ello deviene una cadena mental de conversaciones internas que en lugar de apoyarnos, nos estancan manteniéndonos en ese lugar de parálisis. Tú sabrás perfectamente a qué me refiero.
Te invito a que sigas los pasos que te propongo a continuación; los mismos constituyen el punto de partida que te propongo para que emprendas CUANTO ANTES tu cambio:
Paso 1 – Deja de lado las palabras “difícil”, “imposible”, “cuesta mucho”, “no puedo”… Comienza ahora convencido de que lograrás lo que buscas. Aplasta el miedo de encontrarte contigo mismo. Tu maravilla interior es como un diamante en bruto que te está esperando para ser descubierta y tallada según tus sueños.
No olvides que el lenguaje crea realidad; lo que dices y piensas no solamente describe tu realidad sino también hace que actúes en ella. ¿Qué palabras poderosas podrías decir y pensar que te apoyen? Escríbelas.
Paso 2 – Releva las áreas de tu vida. Escribe un relevamiento de las áreas de tu vida así como los ingenieros hacemos con los programas de computación con el agregado del alma maravillosa que tú tienes. Las áreas de tu vida pueden ser: familia, trabajo y profesión, dinero y finanzas, amor y pareja, etc. Incluye las que tú quieras.
Mientras analizas cada área, pon el foco en ti mismo y verifica como tú influyes en los resultados que estás teniendo. Presta atención al lenguaje que piensas y hablas, a tus emociones y a tu cuerpo. Observa y quédate al acecho de tus conversaciones internas, presta atención a cómo conversas con otros, que emocionalidad transitas por lo general y la corporalidad con la que te mueves (o no) hacia lo que quieres.
El resultado de este paso será un texto escrito con las observaciones que hiciste sobre tu vida para cada área. No emitas ningún juicio sobre tus observaciones, simplemente escríbelas.
Paso 3 – Analiza y diagnostica. Sobre el trabajo de relevamiento, realiza un análisis profundo (sigue escribiendo). Mueve y escarba aspectos donde no imaginas que pueda haber algo mal.
Para cada área, escribe todo lo que observes que no esté funcionando como esperas. Detecta “bugs” o defectos que consideras son “causas de incendios” y merecen tu entera atención para que se solucionen de una vez por todas y no te limiten más.
Paso 4 – Busca alternativas de solución. El resultado del paso “analiza y diagnostica” será una lista de “causas” y “defectos” de cada área de tu vida. Bien. Es el momento de pensar y evaluar distintas alternativas de solución para cada uno de esos problemas y su relación con las demás áreas.
Mientras buscas soluciones, enfócate en los objetivos que te motivan y dan sentido a tu vida. ¿No sabes cuáles son? ¿Qué esperas para preguntarle a tu ser interior? Ayúdate con estas preguntas:
¿Qué es lo que quieres para tu vida?
¿Lo que tienes hoy es lo que quieres?
¿Qué tendría que pasar para lograr eso que quieres?
¿Qué tendrías que solucionar antes para acercarte a tus sueños?
¿Qué acciones podrías emprender que te acerquen más a lo que quieres?
¿Sientes el poder personal que te brinda el hacerte cargo de tu propia vida?
Si aplicas estos pasos querido lector, el cambio que estás buscando no tardará en llegar.
Luego de aplicarlos, tendrás por escrito qué está pasando en tu vida, tus observaciones y algo maravilloso: las alternativas de solución. Estás trabajando en ti mismo aplicando una re-ingeniería mental para darle una nueva forma, creando una nueva historia.
Tú tienes el poder de crear tu futuro. El diseño de tu nueva realidad será más claro para ti una vez que limpies tu camino de esos “bugs”. Una vez limpio y despejado el terreno, estarás en condiciones de plantar en él las semillas de tus sueños, para cuidarlos y hacerlos crecer desde el compromiso y la acción (estaré hablando con detalles de esto en próximas ediciones de mi boletín).
“Sé el cambio que quieres ver en el mundo”. Mohandas Gandhi.
Con amor,
Autora Ani Vera.
© 2006-2009 Ana Cecilia Vera. Todos los Derechos Reservados.
Autora: Ana Cecilia Vera asiste a personas, líderes y profesionales en el proceso de cambio que buscan para decirle SI a sus sueños y emprenderlos desde una transformación interior. Si quiere crear nuevas posibilidades en su vida, disfrutarla al máximo con éxito y felicidad, visite: http://www.anaceciliavera.com.ar para recibir más tips y estrategias GRATIS.
Fuente http://www.lecantolas40.com.ar/
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Me interesó el artículo porque me encuentro en un proceso de cambio personal y profesional, por lo que me he sentido identificada con el contenido del texto.
Me gustaría recibir más información suya sobre este tipo de contenidos.
Muy agradecida de antemano.
Un saludo
Para: bekia10_10@yahoo.es
Muchas gracias por tus palabras, Ana
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Juan Carlos