Es mejor que todo quede en familia. Por lo menos así dice un dicho, pero cuando se trata de una empresa es obligación tener los cargos y las responsabilidades muy claros para evitar roces en un futuro y que el éxito sea una posibilidad en medio del entorno laboral.

Es posible que por culpa de la ola de desempleo que vive nuestro país muchos jóvenes se animen y aventuren en crear su propia empresa, al lado de sus amigos y familiares. Sin embargo, en este punto es muy importante que la interrelación laboral entre las partes esté muy clara a nivel de funciones y objetivos.

Víctor del Rosal, director de W8 Education, Inc., afirma en CNN Expansión que quienes empiezan una empresa con sus amigos no tienen compromisos financieros muy fuertes, pero conforme el negocio avanza el número de socios y las responsabilidades maduran y deben tomarse en cuenta otros factores que modificarán la motivación original del negocio. Entonces la amistad se pone a prueba.

“Por eso la principal herramienta, sea cual sea el tipo de organización, es la comunicación. Lo ideal es plantear, con el apoyo de un abogado, asuntos tan delicados como el dinero y la asignación de funciones. Más adelante los sentimientos salen a flote, y tal vez llegue el momento de elegir entre el negocio y el aprecio familiar o el amigo”, afirma del Rosal.

Retos a cumplir…

La empresa familiar presenta ciertos retos que le son únicos, y que no presentan empresas de otra naturaleza. Como se explica en degerencia.com se destacan cómo separar la relación familiar de la de negocios, cómo mantener las relaciones sanas en la segunda y subsiguientes generaciones y cómo planificar la sucesión y la repartición accionaria.

En este tipo de unión debe existir un alto nivel de comunicación, para que los efectos del enlace empresa-familia no sean negativos y pueda existir la continuidad y el desarrollo de la misma. Los agravios entre hermanos en este tipo de empresa, debido a marcadas diferencias sociales, profesionales, económicas y culturales son típicos. Sin embargo, todo el grupo debe tratar de resolver estas diferencias para que no se produzca una ruptura familiar.

Tanteando el terreno

Los especialistas recomiendan a los jóvenes adquirir sus primeras experiencias laborales en organizaciones, aconsejan que si la decisión se encamina a abrir un negocio propio, necesita fijarse no sólo en la lealtad de la persona, sino también que el talento sea complementario. De esta manera, se puede identificar de forma objetiva los problemas que dificulten el crecimiento de la empresa.

Si no existe una cultura corporativa pueden surgir problemas que a largo plazo pueden perjudicar la comunicación entre el personal y el trato con los clientes. En una compañía, las responsabilidades de los socios no deben confundirse, así sean amigos, porque lo que más daña a una empresa es duplicar las obligaciones.

Así exista un lazo afectivo, guarde cierta distancia

Para lograr un equilibrio en una empresa recién creada, podría seguir los siguientes pasos:

– Distribuya los puestos de su empresa con base en méritos, no en el parentesco.

– En las reuniones incluya a todo su equipo, sin importar el tamaño. Las personas externas deben tener los mismos derechos y deberes.

– ¿Algún familiar se equivocó en una decisión? Dígaselo en el momento y evitará perder el control más adelante.

– Evite tratar asuntos personales o familiares en la oficina, ya que los empleados pueden llegar a sentirse incómodos y esto no es bueno para el ambiente laboral.

– Determine rangos salariales para los trabajos diversos y páguele lo que se merece a cada trabajador de acuerdo con las funciones realizadas, sin que exista favoritismo.

– Si usted y su amigo ocupan puestos estratégicos es bueno considerar a una tercera persona de un entorno externo que se encargue de equilibrar las opiniones.

La frase

“Una familia tiene varias generaciones. En el tiempo las crisis familiares son como las semanas, todas las semanas hay crisis. Si en cada crisis naufragara la familia, no existirían las empresas familiares. La crisis es algo natural, es permanente. Aprender a administrar las crisis es una de las cosas más difíciles, pero también más fáciles. Lo difícil sería si yo pretendiera vivir en un mundo sin crisis, y que cada vez que me pase algo me sintiera como si fuera a morir. Pero si yo acepto que vivo en un mundo en el que el cambio es constante, estoy preparado para la crisis”, Gustavo Zerbino, presidente de la compañía Merck Uruguay.

 

Fuente http://www.actualicese.com/actualidad/2009/12/10/amistad-parentesco-y-negocios-juntos-pero-no-revueltos/

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