Varias investigaciones han demostrado que un excesivo esfuerzo de pensamiento produce un cansancio similar al que sufren los músculos después de un ejercicio sostenido. Por ejemplo, en el Scientific American, el artículo “Tough Choices: How Making Decisions Tires Your Brain” (Elecciones difíciles: Cómo tomar decisiones cansa su cerebro) se concluye que:
“Estas ideas experimentales sugieren que el cerebro funciona como un músculo: cuando se agote, se vuelve menos eficaz. Por lo tanto, debemos tener presente este conocimiento a la hora de tomar decisiones. Si hemos gastado mucho tiempo, centrándonos en una tarea determinada, ejercitando nuestro autocontrol o incluso si hemos efectuado una gran cantidad de opciones aparentemente menores, entonces probablemente no deberíamos tratar de hacer una decisión importante. Estos deletéreos efectos derivados de un cerebro cansado pueden tener un fuerte efecto en la configuración de nuestras vidas.”
Otra investigación, presentada en el siguiente artículo, explica el mismo fenómeno desde la perspectiva de la importancia de pensamiento inconsciente y de la necesidad de relajación o diversión antes de tomar decisiones difíciles. El artículo original, “Want to make a complicated decision? Just stop thinking”, está publicado el 17 de febrero de 2006 en el diario The Guardian, del Reino Unido.
Sobre este último artículo, la periodista argentina Eliana Galarza, hace un breve reportaje constatando la opinión de dos especialistas entrevistados.
CONCLUSION DE UN ESTUDIO PSICOLOGICO PUBLICADO EN “SCIENCE”
Pensar mucho en un problema haría tomar malas decisiones
Dicen que en situaciones difíciles lo mejor es dejar actuar al inconsciente. Es porque en forma consciente, sólo se logra concentración en pocas cosas a la vez.
THE GUARDIAN. ESPECIAL PARA CLARIN
La próxima vez que necesite tomar una decisión compleja deje de pensar. Según un nuevo estudio de la Universidad de Amsterdam, el hecho de pensar demasiado en un problema hace que se tomen malas decisiones.
“Nuestro inconsciente maneja mejor las decisiones más complejas. Mientras que la mayoría de las personas compran felices un nuevo juego de toallas sin pensarlo demasiado, es poco probable que compren un auto o casa nuevos sin meditarlo ampliamente”, afirmó Ap Dijksterhuis, un psicólogo de esa universidad. Y sostuvo que los seres humanos aplicamos mal los métodos de decisión.
El experto pidió a un grupo de voluntarios que eligieran su auto favorito de un total de cuatro, basándose en una serie de cuatro atributos, incluidos consumo de combustible y espacio para los pasajeros. Les dio cuatro minutos para pensar en la decisión y la mayoría optó por el auto que presentaba mayores ventajas. Cuando Dijksterhuis agregó complejidad a su experimento —les pidió que optaran entre 12 atributos, en lugar de 4—, la gente empezó a trabarse.
Sin embargo, cuando los investigadores distraían a los participantes de este estudio después de mostrarles los autos (les hacían resolver acertijos, por ejemplo, antes de pedirles que tomaran la decisión) más de la mitad identificó al mejor auto. “Los que más pensaban hacían una mejor elección cuando se trataba de productos simples, mientras que los más despreocupados tomaban mejores decisiones cuando se trataba de productos complejos” escribió Dijksterhuis en un documento que se publicó ayer en la revista especializada “Science”.
El problema de pensar en las cosas de forma consciente es que uno sólo puede concentrarse en pocas cosas a la vez. En caso de una decisión compleja, esto puede llevar a darle una importancia excesiva a determinados factores. Pensar en algo muchas veces puede provocar que se hagan distintas evaluaciones que pongan al descubierto incongruencias. “Los participantes de este estudio que eligieron a su afiche favorito entre cinco, después de una rigurosa observación, se mostraron después menos satisfechos que los participantes que sólo los miraron brevemente” contó Dijksterhuis.
Agregó que el pensamiento inconsciente no parece tener límites. “Se ha demostrado que durante el pensamiento inconsciente se pueden sumar grandes cantidades de información para hacer un juicio de evaluación total”.
Jonathan Schooler, de la Universidad de British Columbia, en Vancouver, dijo a “Science” que si bien el nuevo estudio se basa en pruebas de que demasiada reflexión es perjudicial en determinadas situaciones, todavía no habilita a prescindir del pensamiento consciente cuando se trata de decisiones complejas. “Sería importante que uno hiciera una reflexión consciente sin tomar una decisión de inmediato” opinó.
El doctor Dijksterhuis concluyó el tema poniéndose como ejemplo. Dijo que cuando él debe tomar una decisión importante reúne todos los hechos importantes y centra toda su atención en el tema. “Y luego dejo el tema a un costado para confiar en mi instinto”.
TRADUCCION: Silvia S. Simonetti
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