En ocasiones, la jubilación puede tener aspectos negativos como la inactividad, la sensación de inutilidad o la pérdida de motivación.

Los trabajadores deben prepararse para esa etapa, tratar de adaptarse y establecerse como jubilados. Este proceso implica unas aptitudes y un comportamiento nuevo. Para afrontar este momento existen capacidades y habilidades que se pueden desarrollar mediante nuevos aprendizajes.

Una buena opción para este colectivo es aprovechar su extensa experiencia laboral y seguir explotando su potencial por otras vías.

Una muestra de esta jubilación activa es la actividad que realiza la asociación sin ánimo de lucro Seniors Españoles para la Cooperación Técnica, Secot, que cuenta con una sede en Cantabria desde 1995.

En ella, profesionales cualificados jubilados, prejubilados o en activo, ofrecen su experiencia y conocimientos en gestión empresarial de forma voluntaria y altruista a jóvenes con nuevas ideas empresariales.

Una novedosa fórmula para asesorar a emprendedores y dotar de nuevas metas a los profesionales retirados que ya se ha convertido en un método de éxito, tal y como lo avalan los más de veinte años que lleva en activo esta agrupación en nuestro país.

Los participantes en este proyecto como asesores son nombrados seniors, Socios de Pleno Derecho, y su papel es apoyar a aquellos colectivos, emprendedores y Pymes que no pueden acceder a una asesoría comercial. «Nosotros no tratamos de hacer competencia a los especialistas -asesores, fiscales o contables- solamente asesoramos sobre cómo deben encauzar su actuación y la forma en que deben formarse. Transmitimos nuestra experiencia, no actuamos», explica Ángel López Villegas, miembro de Secot Cantabria.

Destinatarios

El conjunto de acciones que desempeña la agrupación se dirige especialmente a jóvenes emprendedores, personas en riesgo de exclusión social, empresas pequeñas, entidades sin ánimo de lucro o países en desarrollo, puesto que son quienes más problemas tienen a la hora de emprender un negocio nuevo.

Dentro de estos grupos, los inmigrantes son uno de los colectivos que más obstáculos encuentran actualmente, afirma José Luis Ciria Pacheco, presidente de Secot Cantabria, ya que «necesitan haber trabajado por cuenta ajena para trabajar por cuenta propia y, además, tener un aval».

En estos casos y «una vez que el inmigrante emprendedor tiene los documentos en regla, en Secot comenzamos el trabajo de asesoramiento y ayuda en el proceso burocrático», explica.

Además del servicio de asesoramiento, la asociación también organiza actividades de carácter formativo y seminarios que guíen a los emprendedores en la consecución de sus objetivos.

En cuanto al tipo de persona que acude a Secot, López Villegas asegura que «es muy variado. Han pasado alrededor de setecientos asesorados en los años que llevamos aquí. Son personas que quieren ponerse por su cuenta o recién licenciados, generalmente sin experiencia. Hay unas ideas mejores que otras, algunas tienen proyección internacional actualmente».

Respecto a la edad de quienes se acercan a la asociación, su presidente marca la franja entre «25 y 40 años».

El valor de los consejos

Para Ricardo Gómez Barreda, senior de Cantabria, «la información se puede encontrar en manuales, pero hay mucha diferencia con lo que puede aportar una persona que lo ha vivido, porque puede dar consejos que no están en los libros».

Ciria Pacheco insiste en la necesidad de que las empresas se dejen aconsejar. «No sabemos si es por timidez, miedo u orgullo, pero algunas de las empresas cántabras a las que hemos asesorado no acuden a nosotros ahora que pueden tener problemas. Un empresario con dificultades debe quitarse la careta para dejarse asesorar y sincerarse con sus asesores, porque de él dependen su familia y sus empleados. Podemos dar soluciones».

Muchos se suman a esta opción, «el 50% de los asesorados nos sigue teniendo en cuenta en todo momento. Una visita a tiempo puede solucionar sus problemas», establece López Villegas.

Colaboraciones

Al margen de atender a quienes se acercan a sus oficinas, estos seniors colaboran con organizaciones públicas y privadas, organismos gubernamentales e instituciones financieras.

Un ejemplo de este trabajo conjunto, recuerda Ciria, fue un proyecto europeo del que se hizo cargo la asociación, a través de un convenio con la Cámara de Comercio, «para ayudar a solventar los problemas de ciertas empresas».

Otra rama de su labor es la colaboración en programas de cooperación internacional para el desarrollo. Para participar en estos proyectos, «la sede central de Secot tiene un registro con todos los CV de los seniors y, dependiendo de las necesidades del proyecto, se pide colaboración a unos u otros» comenta el presidente de Secot Cantabria.

En este sentido, López Villegas asegura que «si creemos que un senior de otra comunidad puede asesorar mejor que nosotros al nuevo emprendedor de Cantabria, intentamos ponerles en contacto y viceversa».

Fuente http://www.innovacantabria.com/cantabria-emprende/22-noticias-cantabria-emprende/2236-la-experiencia-al-servicio-del-emprendedor

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