Las personas responden a la buena dirección ¡Es así! En todos los aspectos de nuestras vidas, no solamente a nivel gerencial. Las madres son líderes en sus casas, un adolescente es líder en el grupo de deporte que él practica y una niña es líder en su aula de la escuela.

Los grupos de personas se basan en el comportamiento de la persona que esta cargo de ellos, que los llevara al éxito. Un verdadero líder debe ser altamente ético, honrado y ganarse el respeto de sus semejantes.

En la sociedad, somos líderes y seguidores. ¿Nacemos dentro de alguna de estas posturas?, sin dudas, no. ¿Se pueden perfeccionar las habilidades del liderazgo? ¡Por supuesto!

Para ejercer un verdadero liderazgo se debe ser uno mismo, demostrar autenticidad en la personalidad, esto no se aprende en ningún libro que puedas comprar. Aprende a ser fiel a tus propios pensamientos, sin seguir de manera servil a las ideas de otros.

Los verdaderos líderes, no tienen miedo de mostrar sus debilidades, porque son conscientes de que no son súper hombres. No me refiero a tener fallas técnicas o de rendimiento laboral, sino a mostrar las peculiaridades de su personalidad, que los acerca más a las personas que los rodean,  a que por la mañana se pueden levantar de mal humor, son un poco desorganizados en su trabajo diario o son tímidos cuando conocen gente nueva.

Evidenciar todas estas actitudes, lo transforman en una persona común, pero que tiene ciertas cualidades que lo hacen destacarse del resto del grupo al cual lidera. Confirma que el líder es una persona, no simplemente un titulo.

Revelar la verdadera identidad del líder, permite que los demás conozcan la verdadera esencia de su ser y los seguidores se pueden sentir más cómodos, cuando saben que es una persona con la cual se puede hablar de cualquier tema que les pueda molestar, sin tener que dar tantos rodeos o pedir una audiencia para hablar con su líder.

El verdadero liderazgo, es mucho más que una demostración de fuerza, es también reconocer que se tiene ciertas limitaciones como persona, ellos aprenden a leer el verdadero trasfondo de las situaciones que pasan a su alrededor. Desarrollan una “sensación” para poder entrever el medio en el cual se desenvuelven e interpretan los datos sin tener que dar cuentas a los demás de la realidad.

Ellos saben que cuando la moral de su grupo está algo irregular o hay comportamientos no tan claros, son ellos los que deben dar los consejos para que todo vuelva a su buen camino.

Los buenos líderes, están constantemente aprendiendo de los motivos, los atributos y las habilidades de las personas a las cuales están en su grupo. Deben en ciertas circunstancias, tener algunos momentos en los cuales, la relación sea algo distendida, para que pueda apreciar las verdaderas personalidades de cada uno de ellos.

Es importante para convertirse en líder a largo plazo, ser una persona fiel a sus propios sentimientos y pensamientos, no es necesario, armar una fantasía de personalidad, las personas actualmente, tienen la capacidad de diferenciar quienes son personas autenticas y quienes solamente, quieren llegar a la meta a pesar de que no están preparados para eso.

Autora Ana Varik  Ana Varik se especializo en coaching y motivación personal.  www.dondeexitos.com

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