Mario Carranza resume las ventajas de arriesgar el patrimonio propio: productividad asegurada, menos dificultades para apretarse el cinturón, profesionalización creciente y vías alternativas de financiación

Asociación Andaluza para la Empresa Familiar (AAEF). Largo nombre para la etiqueta autonómica de un producto clave en la economía española: casi tres millones de compañías que dan trabajo a 13,9 millones de personas, generan el 70% del PIB nacional -el 80% en la región- y sufren, desde su singularidad y con sus matices, el viento abrasivo de esta crisis sin fondo.

-¿Qué música, o qué llanto, le llega a la AAEF en estos tiempos?

-Las empresas familiares llevan tiempo avisando de que el entorno estaba cambiando. Primero, las más cercanas al sector inmobiliario, hace tres o cuatro años, y después otras de distribución y productos de consumo. Pero es la empresa que más aguanta porque tiene más facilidad para apretarse el cinturón y buscar financiación paralela a la de los bancos con garantías personales y capital propio. Hacen cosas muy meritorias con unas dosis de realismo espectaculares. También pasa que, al redefinir el modelo de negocio obligadas por el mercado, se están saneando y tienen que realinear a la familia con la nueva situación del negocio, y eso pasa por la correa de transmisión del liderazgo. Los profesionales externos de la empresa familiar están aguantando el tipo con las mismas ganas. Por último, se producen algunos relevos generacionales más rápidos que antes porque a los padres les ha cogido cansados esta vorágine de cambios. Después vendrá el new normal, como dicen los americanos, que significa que las cosas no volverán a ser como eran sino que cambiarán esquemas a nivel de consumo, país, financiación, etc.

-La ventaja es que productividad y compromiso están más a salvo que en una compañía estándar, ¿no?

-Una de las ventajas competitivas es que se funciona por valores. Las multinacionales emplean muchos recursos y tiempo, con éxito relativo, para transmitir los valores a la gente que fichan, mientras que la empresa familiar a la semana ya sabes cómo funcionará. Estos valores hacen que la organización y las personas tengan unas metas más definidas desde el principio.

-¿Son ya las empresas de familia jugadoras profesionales?

-Estaban en ello desde hace un tiempo. En Andalucía, la empresa familiar es muy de primera generación y está en tránsito todavía hacia la segunda porque no hemos tenido una revolución industrial y los negocios se han montado en los años 60-70. Los fundadores están aún con el tránsito generacional. Tenemos un paradigma en la asociación: profesionalizar no es traer a alguien de Harvard, sino transmitir que los procesos de toma de decisiones sean profesionales.

-Las reticencias a traer gente de fuera, ¿se han diluido?

-No es que hubiera reticencias. Era un poco el no ver la necesidad de nuevas formas de actuar. Si te va bien, ¿para qué vas a cambiar estructuras? La siguiente generación ya habla de un marketing profesionalizado cuyo conocimiento no está en la casa.

-¿Relevo generacional es sinónimo de mayor formación?

– La gente conoce el negocio porque lo ha vivido desde pequeñita y está más cercana a las nuevas tecnologías. Los de la siguiente generación que no están en la gestión están pidiendo información sobre temas financieros. Una crisis aclara muchas cosas, y una de ellas es las carencias. Los jóvenes quieren resolverlas porque saben que estamos hablando no de languidecer sino de sobrevivir.

-¿Madrid y Cataluña son otra liga?

-Respecto a Cataluña, tienen más empresas y más relevos. El Instituto de Empresa Familiar se inicia en Cataluña por empresarios de tercera y cuarta generación preocupados por sus retoños y por el futuro del patrimonio acumulado en muchos años. Las andaluzas están en otros sectores. En tamaño, somos menores a madrileños y catalanes.

-¿Qué feeling hay con la banca?

-A la empresa familiar no le gusta la deuda, y ahora menos. El susto de pasar de una cierta holgura al no hay dinero ya lo ha metabolizado el empresario medio. La banca tiene receptividad para proyectos viables si vienen de empresas grandes. Las pymes tienen más dificultad. Las relaciones se están intensificando porque se habla muy claro por ambas partes y con mucho conocimiento de causa. Los empresarios van ya siempre con un plan B de financiación porque saben que no lo conseguirán todo.

-Decía un profesor americano que una de las claves para mejorar es que el profesional arriesgue su patrimonio con un proyecto propio.

-Se ha abusado de la estadística de cuántos andaluces en su primera aspiración quieren ser funcionarios. Un ejemplo de contraste: un chaval americano de veintitantos que fundó Tuenti. Le invitamos y vino con sus vaqueros y sus converse. A las 10:00 levantó al auditorio con dos o tres frases y es la primera vez que veo ese nivel de entusiasmo en los demás. Tiró de su tarjeta de crédito y de la de su madre para montar inicialmente la empresa porque creía en el proyecto. Como una sociedad con medios pierda el espíritu emprendedor, está hipotecando su futuro. La primera innovación es siempre mental. La primera pregunta debe ser: ¿Y por qué no?

-La AAEF ha montado Atenea, una curiosa iniciativa.

-Es una propuesta inédita. Se trata de segmentar el tema de las esposas de los fundadores, porque partimos de la base de que cuando uno emplea 16 horas al día en un proyecto familiar que le absorbe, si en su vida personal no tiene una compañera que le respalda, se puede resentir. Probablemente algunos hijos no le tengan mucho cariño en ese contexto a la imagen paterna. La madre en cierto modo puede tener la llave de la continuidad generacional porque puede hacer que el padre sea un mito por cómo trabaja y qué crea. Cuando el fundador tiene un mal día o una mala noche, quien lo saca de ese pozo es la mujer. Quien ha firmado muchas letras en comunidad de bienes, quien ha arriesgado su patrimonio… esa señora mañana es una líder y no sólo emocional. La idea es que estas señoras refuercen su autoestima. Y también que cuenten sus experiencias y transmitan sus valores.

-¿No es prejuicioso que Atenea se enfoque hacia las mujeres de los empresarios?

-No. En Atenea están los cónyuges de los empresarios familiares. Estadísticamente predominan las señoras, pero hay ejemplos de lo contrario. La sociedad está cambiando, afortunadamente. Y nosotros no tenemos prejuicios.

http://www.diariodesevilla.es/article/economia/707432/quotel/relevo/generacional/se/acelera/por/cansancio/los/padres/ante/esta/voraginequot.html

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