Algunos fundadores de negocios –muy pocos, relativamente– logran el éxito. Después de 15 o 20 años, estas almas afortunadas salen de Leer más..." />
Un espacio para aprender que no es necesario ser una empresa grande para ser una Gran Empresa
Home » Empresas Familiares » Empresas Familiares: “el dueño del negocio”

Algunos fundadores de negocios –muy pocos, relativamente– logran el éxito. Después de 15 o 20 años, estas almas afortunadas salen de sus garages, de sus sótanos o de sus bohardillas para ponerse a luz completa del día como “dueños de negocios”.

Cuando cada uno de estos fundadores comenzó, estaba en los negocios para sí mismo. Más tarde, con el éxito, se convierte en un “hombre de negocios privados, independiente, por Dios”. Es uno de los ganadores — uno de los pocos ganadores. Sobrevivió la batalla mientras los perdedores se cayeron al agua. Puede ver el porvenir que ya no luce más sombrío. Ha entrado en la cima de sus mejores años. Es un poder en su comunidad, envidiado por sus vecinos, favorecido por sus proveedores y tratado con decencia por sus clientes. El pueblo esta agradecido por sus pagos. Los parientes están agradecidos por su filantropía. Para sus competidores, se ha convertido en una gran preocupación.

En sus ojos y en los ojos de la mayor parte del mundo, el exitoso dueño de negocios lo ha logrado. Luce exitoso. Va a convenciones, miente a sus proveedores, y bebe con sus competidores. Se hace divino y pontifica sobre todo, desde el celibato en el clero hasta el servicio en hoteles de veraneo. Entonces repentinamente un día, descubre su inmortalidad. Nunca olvidaré el compañero que me dijo un día, “Ahora, Doctor, si me muriese…”. Por supuesto, es natural olvidarse del porvenir una vez que se supone que es inmortal. ¿Por qué pensar en ello?. Esta supuesta inmortalidad provoca probablemente más problemas a la familia dueña de negocios que cualquier otra cosa que pueda hacerles un competidor, leyes de impuestos, sindicato o la inflación.

El “inmortal” dueño de negocios decide que quizás ha sufrido bastante. Se ha estado negando a sí mismo demasiado, cortando servilletas de papel al medio, usando la misma camisa por dos o tres días, volando de noche, y trayendo jabones de hoteles a casa de sus viajes. Ha estado ahorrando mucho. Descubre su riqueza creciente como el muchacho que repentinamente descubrió que podía hablar a las chicas.

Su auto-indulgencia no es chocante de golpe. Eso lleva un tiempo. Pero él aprende a superar las limitaciones de la pobreza.

El fundador exitoso supera las limitaciones de la pobreza y todo lo que queda son limitaciones de su enseñanza – su fé, su cultura étnica, la rodilla de su madre, y las homilías de virtud de su padre: “Hijo, nunca uses cuero barato”, “Busca lo mejor”, y “Nunca dejes que te madruguen”.

Lectura relacionada  La "kriptonita" de las empresas familiares: sucesiones y tercera generación

LA FANTASIA DEL “CRECIMIENTO CONTROLADO”

Antes, mientras sus metas estaban todavía en la distancia, siempre quiso acelerar las cosas. Era el tiempo de “solo un poquito más”. Penso, “otro medio millón de dólares en ventas y podré hacer esto o aquello”. El crecimiento era una adicción. Quería dinero prestado, pero había un limite de cuantas personas podrían prestarle – ya sean sus proveedores, a través de créditos, o banqueros mediante prestamos. Lo ultimo que quería, por supuesto, eran socios. Entonces, la única otra fuente de fondos para el negocio eran los clientes. Esto se llama “crecimiento”, el simple incremento de volumen en dólares.

Pero invariablemente, impulsa todo muy rápido. Mientras crece y obtiene esa otra mitad de millón, empieza a descubrir que su dinero efectivo no soporta la inversión. Es un principio sencillo que su contador le hubiera explicado si hubiese preguntado – o tal vez que no escucho. De cualquier modo, pronto aprende que los requisitos del dinero en efectivo usualmente serán más grandes que las ganancias que las ganancias inmediatas del crecimiento.

Pero lo que quiere son las ganancias: lo que quiere son beneficios libres de impuestos. Quiere que el negocio sea eficaz. Quiere retener el dinero en vez de invertir mas en capital. Quiere seguir manteniendo los precios, no invertir mas en el producto y mantener una tasa alta de ganancias manteniendo sus costos fijos bajos y constantes.

Después de sufrir este dilema por un tiempo, empieza a sentir que el crecimiento parece ser una auto-derrota. Eventualmente, descubre que de repente ya no quiere crecer más. El “entrepreneur” dentro del fundador del negocio va desapareciendo ante las perspectivas de mayor sacrificio y más trabajo duro.

Eventualmente, el fundador comienza a pisar los frenos. Frena la expansión excepto en cosas seguras. Quiere tener el orden en el banco antes de construir el edificio, y aun así equilibrar sus finanzas.

Ha alcanzado los 50 o 55 o 60 y en el fondo de su mente esta este deseo creciente de paz y tranquilidad. Quiere vivir mejor. Quiere gozar de las cosas, tomarse un poco de tiempo libre. Estos pensamientos están en el fondo de su mente mucho antes de que sus efectos se noten en los negocios, pero una vez que las semillas son plantadas, la tendencia crece. Comienza a racionalizar el concepto del “crecimiento controlado”.

NO CON SU DINERO

Esto es lo que empieza a aplastar la curva de crecimiento en la familia dueña de negocios. No es la ausencia de mercado, directores motivados, sucesores talentosos, o dinero – por lo menos no directamente. Es la falta de tolerancia al riesgo del fundador. Esto típicamente pasa en negocios que tienen muchos modos de crecer. No lo hacen. El Producto Nacional Bruto no tiene nada que ver con ello. Las leyes de impuestos tienen un poco que ver. Es la deliberada ignorancia de la oportunidad .

Lectura relacionada  Los cinco retos a los que se enfrenta una pyme familiar

Se hace a sí mismo una pregunta razonable: ¿por qué arriesgar lo que tengo por mas de lo que quiero – preocupación, ansiedad, trabajo? Comienza a hacerse “eficiente” en vez de efectivo, a pensar solamente en el presente, ignorando el porvenir – como si no fuera a estar viviendo en ese porvenir.

El dueño-fundador se retira del trabajo, pero usualmente inconscientemente, y en forma completamente desconocida para él y para cualquier otro y en modos que son incomprensibles para los de afuera. A medida que su curva de crecimiento se aplasta, cabalga sobre una ola que se parece al éxito. Guarda más y goza más – pero se esta comiendo su cebo.

Esta cobrando lo que ha hecho más rápido de lo que genera. Su inversión de capital es más baja que su depreciación. Se preocupa por las ganancias en certificados de depósito. La DGI lo está buscando por 531 problemas, y cuando sus ejecutivos le suguieren que sus energías y los fondos pueden ser usadas en áreas nuevas, él dice: “No, con mi dinero, no”.

Traté de decirle que está haciendo esto y probablemente le dará puñetazos en la naríz, pero en algún punto, el exitoso dueño de negocios se retira del trabajo porque de veras no lo necesita ya. Por lo menos no necesita el dinero tanto como para que funcione como un inducidor de crecimiento o un motivador.

Ese nirvana permanente de dos Martinis al que el exitoso fundador mira como su premio por todos estos años de trabajo u sudor es un sueño que no funcionará – y en su corazón él lo sabe.

No funcionará porque él no está diseñado por ese tipo de final. Se hizo un entrepreneur y triunfó porque tiene una necesidad interna de lograr y construir. Este impulso interno simplemente no desaparece una vez que convierta en triunfador o de más edad.

No funcionará porque aunque pudiera soportar los años de inactividad que vienen, y la falta de metas que surgen de “ordeñar” un negocio exitoso, éste no prosperaría.

Ni siquiera la vaca más productiva puede ser ordeñada continuamente sin requerir una inversión.

Una familia de negocios exitosa es una mejor inversión en estos días que el oro, diamantes, las acciones o el petróleo.

Lectura relacionada  Factor generacional, causa de crisis entre pymes

Representa ganar poder, pero ese poder ganado continuará solamente si se invierte en tiempo, esfuerzo, dedicación y compromiso en la continuidad de los negocios y, por lo tanto, en las personas que harán trabajar la firma cuando el fundador no esté más.

Lo que hará la economía del mundo a la firma, donde estará el precio del oro en 5 años desde ahora, lo que hará la inflamación al promedio del Dow Jones, son preguntas que es mejor dejar a los que adivines las respuestas también.

Una cosa queda seguro, y es que los problemas del fundador van a ser solamente solucionados por sus herederos, por los sucesores de su sueño, ya sean de su familia o de la de algún otro.

Esto requiere tener cierta confianza en el futuro y habilidad para tomar el riesgo de elegir sucesores en los que se tenga fé.

Autor Leon Danco 

Si te gustó el artículo y la temática del Blog por favor sería muy interesante para todos que nos dejes tu comentario.  Además, puedes recibir todos los artículos completos en tu buzón de e-mail ingresando tu dirección de correo en la opción de suscripción en la página principal. Tu dirección de e-mail solo se utilizará para mandarte la actualización del blog diariamente. Muchas gracias por acompañarnos. Puedes encontrar más material relacionado al presente, en nuestro Blog Grandes Pymes http://jcvalda.wordpress.com

Si quieres ver más posts de la misma categoría, haz click aqui:


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.