Era el año 1995 cuando tuve por primera vez el dichoso encuentro de adquirir mi primer empleo en el mundo corporativo; y cuando me dieron la inducción a mi nuevo puesto como Vicepresidente de ventas y expansión de mercados; fue entonces cuando escuché por primera vez las palabras: “Queremos que seas un gerente pragmático sin perder de vista lo idealista; y queremos que seas un gerente idealista sin que pierdas de vista lo pragmático”. —para ser honesto no entendí esa terminología—.

La empresa para la cual serví 8 años es una empresa con presencia en 82 países con una producción de 3 mil millones de dólares anuales y en el año 1994 había sido calificada en la posición numero 38 en la lista de las 500 INC y como una de las mejores empresas para trabajar en los estados unidos. En unos de mis viajes con el presidente de la empresa le pregunté el significado de ser un gerente idealista y ser un gerente pragmático. A lo cual muy amable me contestó explicándome la significancia e importancia de conocer y aplicar estos principios adecuadamente en la empresa y pasó a ser una de las lecciones más importantes de mi vida en asuntos de gerencia.

En este escrito compartiré con ustedes los 25 principios que aprendí sobre la gerencia pragmática pero también idealista y que deben ser aplicados en la empresa moderna para permanecer en un estado competitivo y saludable tanto emocionalmente como empresarialmente.

Lamentablemente; muchas de las enseñanzas en las facultades de negocios contradicen estos principios sin embargo está demostrado que son principios que han sido aplicados en empresas que han marcado un record impresionante en ventas, crecimiento, y utilidades a nivel mundial, empresas que van desde Sony, American Express, Allianz Corporation, entre muchas más; por lo tanto vale la pena que aprendamos estos principios y las apliquemos como enseñanzas universales que rigen la gerencia exitosa en nuestra aldea global.

Empecemos por comprender quien es un gerente pragmático y quien es un gerente idealista y seguramente el lector al final hará su propio veredicto y sabrá que ajustes hacer en su estilo gerencial.

El gerente pragmático es aquel personaje que solamente se enfoca en resultados sin importar los procesos integrales para obtener los logros deseados. El gerente pragmático no está interesado en el mejoramiento y desarrollo de su equipo, y mucho menos está interesado en los problemas o conflictos de origen psicológico y biológico que bien afectan de forma directa la calidad de productividad de parte de los colaboradores en la empresa. Este gerente es excelente para presionar, gritar, ofender, y hasta degradar a sus colaboradores si no se obtienen los resultados que él ha propuesto como meta en la productividad. El gerente pragmático cuando se le habla acerca de la importancia de capacitar a sus colaboradores él responde: “Eso es perder el tiempo y tirar el dinero a la basura; ya que esos temas son asuntos de filosofía, y en esta empresa el nombre del juego es productividad”. El gerente pragmático tiene un comportamiento negativo, desconfiado, arrogante, y debido a estas características vive con niveles altamente estresantes que termina dañando tanto su propia salud mental y física como la salud integral de los que le rodean. Dicho gerente estimula la dependencia, no le gusta facultar a sus colaboradores debido a su alto nivel de desconfianza hacia sus colaboradores.

Si bien es cierto; en la organización a nadie se le contrata para resolverle sus problemas, sin embargo en la gerencia tipo pragmática se le pone muy poco énfasis e importancia a los perfiles, valores, competencias, indicadores de desempeño, sin tomar en cuenta que todos estos elementos influyen directamente en la conducta de los colaboradores siendo esta la clave de la buena o mala productividad.

La gerencia pragmática asume que las personas deben saber hacer su trabajo, sin proveer capacitación, mucho menos motivación asumiendo que a la gente se le contrata para que sean productivos, y cuando no es así solicitan su inmediata renuncia; esa es una de las razones del porque en muchas organizaciones se experimenta el continuo reclutamiento, sin darse cuenta que este proceso es mucho mas caro a largo plazo para la corporación.

Hace poco recibí una llamada de un empresario salvadoreño que me decía que ya no hallaba que hacer para que la gente entendiera su posición y sus responsabilidades dentro de la empresa; cuando terminó de hablar entre queja y frustración le dije: Voy a hacer unas preguntas y quiero que me contestes con honestidad: ¿Tienes los perfiles adecuados en los puestos de trabajo? ¿Conocen tus colaboradores los criterios bajo los cuales los evalúas? ¿Tiene tu departamento de Recursos Humanos herramientas y dinámicas para motivar a los colaboradores al cumplimiento de metas? ¿Está tu organigrama debidamente identificado con sus respectivos procesos para cada departamento? ¿Celebras el éxito de tus colaboradores? Lamentablemente a estas 5 preguntas el empresario me contestó con un NO. Definitivamente estaba hablando con un empresario que practica la gerencia pragmática. Lo triste de ser un gerente pragmático es que a nivel personal se experimentan altos niveles de estrés, enfermedades autoinmunes, y desordenes emocionales, lo cual hace que dichas personas no lleven una vida feliz.

El Instituto de Investigaciones Científicas del Comportamiento Humano en Atlanta, Georgia realizó una encuesta a 2,500 gerentes de los cuales 1,477 padecían de enfermedades autoinmunes y altos niveles de estrés, adicción al alcohol, y desordenes emocionales. Cuando se les entrevistó para determinar sus patrones de comportamiento dentro de sus gerencias se comprobó que el 90% de ellos gerenciaban sus empresas en entornos llenos de caos, desorganización, y a nivel personal eran demasiado exigentes, con mal humor, y se enfocaban única y estrictamente a resultados sin importar los procesos.

Autor Axel Pineda

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