Como empresarios o directivos quizás estemos imbuidos y colmados del avatar del día a día, del trajín, de la rutina en algunos casos, de los resultados en otros (importantes, pero no independientes ni excluyentes).

Créanme que sin dejar de tomarlos en cuenta, las bases, las estructuras de nuestra empresa requiere una revisión cada cierto tiempo.

Al igual que un edificio proyectado para 10 pisos, las especificaciones técnicas son distintas a las de 3 pisos; así nuestra empresa, nuestra visión, nuestro sueño, requieren que miremos de manera reflexiva en qué terreno estamos asentándolo o lo hemos asentado.

Está mi organización estructurada de manera adecuada? Cuento con un organigrama? Se qué áreas funcionales mi empresa por su naturaleza requiere? Se que puestos son los necesarios e importantes? Se si las responsabilidades están debidamente establecidas?

Cuando hablamos de estructurada nos referimos a que si bien es cierto en mi mente puede estar claro que cuento con un área de producción que a veces comercializa y una de ventas que otras atiende o en algunas ocasiones almacena o a veces hacemos “Fuente Ovejuna” en la parte operativa� quizás cuando nos iniciemos sea válido, pero cuando ya nos encaminamos como pequeña o mediana empresa. Eso ya no es suficiente y deja de ser saludable.

En el organigrama lo que voy a lograr es que lo que tengo en mente (como parte de mi cultura corporativa, mi costumbre) se plasme de manera gráfica y real, para así analizar cómo evoluciona mi empresa.

En esta parte sí sugiero que participen los directivos, principales funcionarios y propietarios de manera primordial, pues se trata de tener una visión macro de la empresa y ellos son los más indicados para aportar de manera más objetiva y profesional.

Aquí se debe definir cuál es la naturaleza y misión de cada área y sus departamentos dentro de la empresa. Que tengan bien el claro su participación dentro del proceso de generar valor, de calidad total, de competitividad.

Como segundo aspecto, debemos analizar si las áreas funcionales y dentro de ellas los departamentos respectivos están debidamente definidos.

A la par que analizo la estructura funcional de mi organización, también voy identificando las jefaturas, los cargos de responsabilidad y con ellos los puestos que son necesarios en cada área y departamento. Aquí quizás toquemos la susceptibilidad de muchos empresarios, pero es necesario hacerlo.

Así damos origen al ya conocido Manual de Organización y Funciones (MOF), que debe contener básicamente la estructura, las áreas funcionales y sus departamentos, las jefaturas y los puestos que se necesitan en cada área con sus respectivas funciones y responsabilidades.

Autor J. Galeno Díaz Delgado – http://correoperu.pe/correo

Si te gustó el artículo y la temática del Blog por favor sería muy interesante para todos que nos dejes tu comentario.

Además, puedes recibir todos los artículos completos en tu buzón de e-mail ingresando tu dirección de correo en la opción de suscripción en la página principal. Tu dirección de e-mail solo se utilizará para mandarte la actualización del blog diariamente. Muchas gracias por acompañarnos.

Puedes encontrar más material relacionado al presente, en nuestro Blog Grandes Pymes http://jcvalda.wordpress.com