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Un espacio para aprender que no es necesario ser una empresa grande para ser una Gran Empresa
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El deseo de ser empresario es el punto de partida del proceso para convertirse en emprendedor. Este deseo es consecuencia de diversos estímulos personales, sociales y culturales. Todo emprendedor tiene unos motivos y unas razones para iniciarse en un nuevo proyecto, este puede ser de carácter social, económico, político, artístico, cultural o de cualquier otra índole, pero se parte de una motivación o de una necesidad o dificultad que se tenga en el ámbito personal, familiar o social.

La definición de espíritu emprendedor, es  lo que en inglés se llamaría Entrepreneurship.

El Entrepreneurship, se puede entender como el desarrollo de proyectos innovadores o de oportunidad para obtener un beneficio. La capacidad de comprar a precios ciertos, o para comprar a precios desconocidos, se puede considerar además: como la capacidad de desarrollar una idea nueva o modificar una existente para traducirla en una actividad social rentable y productiva, pero no todas las personas emprendedoras buscan el beneficio económico; existen personas que buscan objetivos sociales o políticos. En fin, la literatura sobre emprendedores muestra diversos conceptos que pueden ser útiles.

Entrepreneurship es además, una forma de pensar, razonar y actuar centrada en las oportunidades, planteadas con visión global y llevada a acabo mediante un liderazgo equilibrado y la gestión de un riesgo calculado. El resultado del Entrepreneurship es una creación de valor de la que se beneficia la empresa, la economía,  la sociedad y el mismo creativo o emprendedor.

El principal reto del Entrepreneurship durante el presente siglo, es su expansión mundial: extender la revolución silenciosa iniciada en Estados Unidos hace treinta años hasta los confines más remotos de la tierra. Lograr que las generaciones jóvenes y futuras asimilen el código genético emprendedor. Es decir, proporcionarles desde el currículo las bases y conocimientos que les permita visualizar las nuevas oportunidades y las nuevas tendencias mundiales en los diferentes campos y sectores del desarrollo empresarial.

Definir el espíritu emprendedor no es cuestión sencilla, debido a que existen muchas características que tienen unas personas y otras no, pero que de cualquier forma los hacen exitosos; en la actualidad el espíritu emprendedor es sinónimo de creatividad, innovación, cambio, fundación de una organización empresarial, o toma de riesgos. La dificultad aumenta cuando se encuentran emprendedores que no han fundado empresas o que no han sido innovadores y simplemente han copiado una idea existente o que en lugar de asumir riesgos,  buscan que otros los corran etc. Definitivamente, el éxito no es una cuestión sencilla de alcanzar.

En el sentido más amplio de la palabra, los emprendedores crean valor al compartir la responsabilidad de desarrollar prácticas nuevas o ignoradas que podrían resolver alguna tensión o sanar alguna discordia actual en su comunidad o sociedad. Por lo tanto, uno no necesita dejar la empresa u organización en la que trabaja para convertirse en emprendedor. Un caso simple de un empleado emprendedor, sería alguien que descubre las subastas en Internet, se declara responsable de traer  beneficios a la compañía a través de dichas subastas y reúne a un pequeño grupo de miembros de su equipo para hacer realidad ese proyecto que genere ganancias para la empresa donde todos laboran. A medida que más y más gente en una empresa organice sus actividades alrededor de verificar con un emprendedor interno las oportunidades que proporciona el mercado, él o ella desarrolla poder, el cual puede incrementarse haciendo nuevas ofertas dentro de su organización.

Por lo tanto, se puede afirmar, que el emprendedor es una persona que percibe la oportunidad que ofrece el mercado y ha tenido la motivación, el impulso y la habilidad de movilizar recursos con el fin de apropiarse de dicha oportunidad. Debe tener confianza en sus ideas, debe tener una base de datos importante, debe tener una capacidad de convocatoria y de convicción mayor que el promedio de la gente, debe saber vender las ideas y debe sobre todo, tener la capacidad de ofrecer resultados.

El emprendedor es un líder, debido a que ve oportunidades donde otros no ven nada, o sólo ven dificultades. Existe consenso cuando se afirma que una persona emprendedora es líder. A este propósito, el refranero popular reza que “el optimista ve una oportunidad en cada dificultad y el pesimista ve una dificultad en cada oportunidad”. Estos pensamientos nos llevan a reflexionar sobre las oportunidades que dejamos pasar a diario, por no tener la voluntad o el arrojo de sacarlas adelante o sencillamente porque  no las vemos por muchas de nuestras limitaciones o miopías sobre la creatividad y la ausencia de un espíritu emprendedor.

Los elementos constitutivos de una vida emprendedora, incluyen muchas de las virtudes básicas de las carreras. El emprendedor asume un compromiso que lo conduce a desarrollar una práctica ignorada que resolverá una discordia en pequeña o en gran escala. El emprendedor logra reconocimiento al declararse responsable de resolver el problema y reunir gente que tenga un interés similar. El emprendedor valora mucho la lealtad de su núcleo y actúa para preservarla. Los emprendedores apoyan a otros que se embarcan en empresas similares, de lo que se evidencia la forma en la que los emprendedores exitosos se han convertido en inversionistas de capital de riesgo. Al apoyar otros afanes emprendedores, activamente están construyendo nuevas formas de comunidad. En síntesis, al declararse responsables por una determinada resolución de discordia comunitaria, se convierten en autores de una historia de vida continua. Esta continuidad es su responsabilidad puesto que involucra la resolución exitosa de la discordia y la lealtad continua al grupo que se ha reunido. Igual que el profesional o el administrador que agrega valor a sus capacidades al ofrecerlas a las asociaciones cívicas, el emprendedor acumula poder para su negocio diseñándolo de modo que atienda a intereses muy generales.

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De acuerdo con lo planteado anteriormente debo decir, que siempre el riesgo será directamente proporcional a la ganancia en cualquier actividad humana, por lo tanto, quien asume más riesgo, aunque con menos probabilidad de éxito, tendrá la oportunidad de recibir una mayor recompensa en el largo plazo, además de la satisfacción de no quedarse y mirar como otras personas si obtienen metas que para otros parecerían inalcanzables. Este debe ser el quehacer permanente de un emprendedor. A propósito de los riesgos que afronta permanentemente el emprendedor, considero importante traer el siguiente pensamiento:

”La confianza en sí mismo, es el primer peldaño del éxito” Emerson.

Creer en sus propias capacidades, conocimientos y habilidades, valorarlas, y ser coherente con ellas en todo momento,  es otro de los aspectos que debe estar muy claro y presente en un emprendedor. Este aspecto proporciona confianza en sí mismo y en lo que el emprendedor expone como idea de negocio.

Trabajar por un sueño puede parecer una cuestión ideal, ser independiente o su propio jefe, una bendición, sin embargo, son muy pocas las personas que deciden lanzarse a aventurar con sus ideales, sus proyectos, sus sueños, sus visiones o sus propios negocios; es evidente que el camino es difícil, pero, ¿Por qué  no  arriesgarnos?.

La literatura sobre emprendedores presenta casos de personas que desde abajo, han logrado construir y alcanzar grandes hazañas. ¿Qué hizo a estas personas y qué características se encuentran en los verdaderos emprendedores?. Para ilustración se presentan algunos ejemplos ampliamente conocidos:

  • El padre de Henry Ford siempre se mostró escéptico ante las ambiciones de su hijo y su sueño de construir una fábrica de automóviles. El propio Ford recordaría las palabras de su padre: “Nunca alcanzarás el éxito con eso. Nunca se venderán”.

La enorme afición de Henry Ford por la mecánica y su obsesión por construir un “carro sin caballos”, le llevaron a ser apodado entre sus vecinos como “El Loco Henry”. Cuando Ford paseaba al volante de su primer prototipo automovilístico (en 1896), la multitud lo rodeaba entre gritos y risas. “Sí, loco”, decía él tocándose la sien con el dedo- “loco como una cabra”. Poco después se convertiría en uno de los hombres más ricos del mundo.

  • Apple Computer, uno de los grandes gigantes de la informática, fue fundada en 1975 en un garaje de Cupertino (California) con algo menos de 200.000 pesetas por Wozniak y Jobs.
  • La multinacional Nestlé tiene su origen en una pequeña tienda de yogures de Zurich.
  • Leopoldo Fernández Pujals inició su aventura empresarial abriendo una pequeña pizzería en Madrid. Diseñó las recetas de sus pizzas a base de darlas a probar una y otra vez a los niños de su barrio y conocer sus opiniones. Durante sus inicios se encargó de todas las tareas del negocio: desde preparar la masa, hasta servir un pedido o barrer el suelo de la pizzería. Hoy su empresa, Telepizza, factura 40.000 millones de pesetas al año y da trabajo a 13.000 personas.

 

Walt Disney, fundador de Disney Company, se encontraba tan falto de medios en sus comienzos que en sus primeras películas doblaba con su propia voz en falsete al ratón Mickey.

Del análisis realizado sobre los grandes emprendedores, se puede afirmar que cumplen con las siguientes características:

1.    Constancia.

2.    Sentido de oportunidad o de negocio.

3.    Conocimiento.

4.    Responsabilidad personal.

5.    Capacidad de liderazgo.

El emprendedor debe aprender a dominar habilidades que le serán de gran utilidad, tanto en su trabajo, como en la vida privada, entre las que se pueden mencionar: cómo planificar, tomar decisiones, ser creativo, adoptar una actitud positiva, ser sociable, negociar, motivar y muchas otras.

Una persona que ha decidido iniciar un proyecto emprendedor, debe ser consciente que debe tener por lo menos, las características mencionadas antes, puesto que desarrollar una idea y llevarla a feliz término, requiere de estos y muchos aspectos más. Las experiencias en estos aspectos no son del todo alentadoras, es evidente que en la mayoría de las ocasiones se presenta más el fracaso que el éxito, situación que se da especialmente en el nuevo mundo de los emprendimientos por Internet, basta observar los cambios permanentes que se visualizan a diario en la Web, sin embargo, si es una persona decidida, debe tomar este camino, puesto que aunque se corren riesgos, los posibles premios a la labor, serán mucho más altos a los que obtendría desempeñándose como un empleado o en un cargo medio de una empresa.

El emprendedor y su relación social con la comunidad.

 

Los talentos y la inspiración del día a día, la nueva vida emprendedora, en vez de conducirse por la suerte,  se rigen por aportar valor a la comunidad en la que el emprendedor vive. Para los emprendedores, una vida con significado involucra mucho más que la expresión de las capacidades personales. Comprende renovar la vida de la comunidad a través de algún producto o servicio nuevo, de un logro político como una ley o una institución, de un evento cultural o de un nuevo tipo de servicio social. Aunque otros han tratado de equiparar al espíritu emprendedor con el arbitraje explotador, su creatividad en la producción de nuevas instituciones acude a las mismas energías y prácticas creativas que las de los activistas políticos y los trabajadores culturales. La diferencia entre los emprendedores, los activistas políticos y los trabajadores culturales reside en las diferentes intuiciones que ellos tienen de las anomalías sociales que son la fuente de sus innovaciones. En las anomalías sociales, los emprendedores ven oportunidades para nuevos productos y servicios; los activistas políticos ven que alguna práctica está siendo desanimada de forma anómala e injusta; y los trabajadores culturales ven una carencia anómala de entendimiento y apreciación de la forma en que la gente vive.

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Para llamar la atención hacia la capacidad innovadora de estas formas de actuar, se puede afirmar, que el espíritu emprendedor puede practicarse en muchos dominios de la vida. Lo que los emprendedores, los activistas políticos y los trabajadores de la cultura tienen todos en común es la iniciación de un cambio significativo en un contexto de responsabilidades compartidas y una historia común.

¿Qué es un emprendedor social?


Los emprendedores sociales poseen dos atributos sobresalientes: una idea innovadora que produzca un cambio social significativo y una visión emprendedora a la hora de realizar sus proyectos.

Estas personas poseen la visión, la creatividad y la determinación tradicionalmente asociada a los emprendedores de negocios.

Los emprendedores sociales están comprometidos a generar un cambio social sistemático en lugar de estar motivados por el espíritu de lucro.

Hay emprendedores sociales, emprendedores cívicos y emprendedores comerciales.

¿Qué tienen en común los emprendedores de negocios, los emprendedores sociales y los emprendedores cívicos?
Pasión. Visión. Determinación. Creatividad. Poder de liderazgo. Capacidad para asumir riesgos.

 

“Si lo puedes soñar, lo puedes hacer.”
Walt Disney. 

 

Los emprendedores se ven a sí mismos como quien vive en la historia de comunidades particulares y quienes se involucran activamente en compromisos sociales. Sin duda, vivir en este tipo de comunidades históricas es parte del ser humano, pero lo que importa es la experiencia que se tiene de ese aspecto y cómo lo perfecciona. Es precisamente del cultivo de los compromisos hacia sus comunidades de clientes, vecinos, empleados y demás, de dónde los emprendedores derivan su éxito.

La realización de sí mismos también tiene un sitio distinto para los emprendedores. El trabajador o ciudadano emprendedor no explora sus propios talentos e inspiraciones tanto como su sensibilidad a las discordias, tensiones y conflictos de valor que comparten muchas personas de su comunidad. El emprendedor explora formas de vivir que conducen de algún modo a resolver la discordia y reúne a un grupo de gente para lograr que la decisión tenga una total eficacia pública.

Los emprendedores no simplemente reinterpretan y desarrollan el conocimiento local, como lo hace quien tiene una carrera. El emprendedor experimenta con el conocimiento local para cambiarlo. Como experimentadores, ni responden a las verdades de los profesionales anteriores ni siguen rutinas establecidas. Son sensibles a cómo las situaciones diarias difieren de las del día anterior. Permanentemente buscan nuevas formas de resolver discordias constantes.

¿Qué hacer para que la educación superior se oriente hacia la formación de emprendedores?.

Mi  propuesta es que, la mayoría de creativos  se verán beneficiados si adquieren conocimiento, entrenamiento, aptitud y actitud necesarias para llevar una vida de emprendedores. La vida de emprendedores que se  visualiza, requiere de capacitar a la gente para buscar oportunidades de agregación de valor y para movilizar a otros hacia la persecución de nuevos valores. En un mundo de asociaciones de emprendedores, tanto las independientes, como las entrelazadas al interior de empresas mayores, una educación que enseñe a generar valor es adecuada para todos. Esta nueva orientación de la educación, tiene como objetivo, inyectar un nuevo núcleo de disciplinas emprendedoras, parte de las cuales se derivan de disciplinas más antiguas y dejar que las viejas disciplinas rodeen al nuevo núcleo.

Ahora bien, el sistema educativo actual muy poco estimula el desarrollo del espíritu emprendedor y, de hecho, enseña el conformismo y la disposición al trabajo en relación de dependencia. Se desalientan o no se toman en cuenta las habilidades creativas de los niños, aunque la creatividad es el componente fundamental para la mayoría de los empresarios.

No se puede enseñar el impulso, ni el ingenio, ni la individualidad. Tampoco se puede enseñar la forma en que trabaja la mente o una personalidad. Pero se puede estimular el espíritu creativo e innovador como atributo indispensable de un empresario.

El emprendedor que quiere llevar a la práctica un proyecto de negocio debe estar por lo general comprometido y relacionado con la actividad que va a desarrollar, pues no lo debe guiar solamente, la idea de ganar dinero.
                 
Por otro lado, hay estímulos que movilizan a las personas para ser empresarios, como por ejemplo:

  • La independencia y libertad para tomar decisiones.
  • Asumir riesgos.
  • Buscar reconocimiento y prestigio en la comunidad donde vive.
  • Desarrollar una vocación en forma independiente.
  • Llevar a la práctica un proyecto de vida individual o familiar.

 

Tener la empresa propia es una experiencia que puede brindarle dinero, satisfacción personal, independencia, desarrollo profesional, status, etc.
Pero también existen riesgos que pueden llevarlo a la quiebra y al descrédito.

La mayoría piensa que vale la pena enfrentar el desafío de ser empresario, porque están inconformes con su situación actual y buscan desarrollar un negocio propio. Las siguientes son algunas de las razones por las cuales los innovadores  buscan el cambio:

  • Están sin empleo y quieren intentar una mejora mediante un trabajo por cuenta propia.
  • Han trabajado muchos años en relación de dependencia y no toleran más el trato de los encargados o gerentes.
  • Este es el momento de tener su propia empresa, porque se les presentó un negocio interesante.
  • Son  profesionales con una gran experiencia en empresas importantes y quieren realizar en forma independiente su propio negocio.
  • No se les presentan oportunidades interesantes de trabajo. Quieren emprender un negocio a través de Internet.
  • Los esposo están sin trabajo y hace tiempo querían realizar una idea de negocio. Esta es la oportunidad para colaborar con los ingresos familiares y desarrollar nuestro propio emprendimiento.
  • Están en relación de dependencia y les queda tiempo para armar un negocio paralelo.
  • Quieren probar suerte con un negocio propio para ganar más dinero que en relación de dependencia.
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Muchas situaciones, además de las señaladas, conducen a una persona a tener una empresa propia. Lo importante es verificar su posición actual y lo que espera lograr con esa decisión.

Reflexión sobre el empresario y la actitud emprendedora.

 

Alguien definió que ser empresario: “Significa tomar acciones humanas creativas para construir algo de valor a partir de prácticamente nada. Es la búsqueda permanente de la oportunidad, independientemente de los recursos disponibles o de la carencia de estos. Requiere una visión y la pasión junto con el compromiso para guiar a otros en la persecución de dicha visión. También requiere la disposición de tomar riesgos calculados”.*

Para finalizar este artículo, no por haber agotado el tema, sino por limitar esta discusión, me propongo plantear una serie de interrogantes que le permitirán al emprendedor, comprobar si se encuentra listo para iniciar  un proyecto nuevo, creativo o de emprendimiento. Se recomienda  responder las preguntas en una forma muy honesta consigo mismo.

¿Está usted seguro de sí mismo? Uno debe creer en lo que hace.

¿Es organizado? El tiempo siempre será una limitante para hacer lo que se proyecta. El ser disperso le traerá muchos inconvenientes. Sin embargo, el tiempo es igual para todos.

¿Es usted una persona enérgica y persistente? La energía y la persistencia son fundamentales para el logro de un objetivo emprendedor.

¿Mantiene una alta capacidad de resistencia en el trabajo? Para emprender un proyecto innovar se debe disponer del tiempo requerido para conseguir el propósito.

¿Es usted un líder? Un emprendedor debe ser un gerente competente para poder llevar el negocio al éxito, por lo tanto, debe orientar su energía y debe estar preparado para centrarse en los objetivos. El líder, tiene seguidores de sus paradigmas o postulados. Si no tiene seguidores, no es un líder.

¿Es usted competitivo? ¿Se esfuerza en ser el primero o el mejor en su negocio? Usted es su mejor juez.

¿Goza de buena salud? Recuerde que vendrán largas hora de trabajo, muchos retos y problemas, para lo cuál debe estar preparado y responder en forma oportuna y precisa.

¿Está su familia de acuerdo con su proyecto nuevo? Un rompimiento o una separación serían catastróficos para el desarrollo de sus ideas emprendedoras. No desarrolle sus proyectos creativos a solas.

¿Dispone de los recursos, la infraestructura y la tecnología necesarias para su idea innovadora? Una lista de estos aspectos y la forma de disponer de ellos le ayudará a no cometer errores y llegar a fracasar. Es decir, debe disponer de un plan claro, concreto y preciso.

¿Asume riesgos con facilidad? Todo negocio tiene riesgos y deben estar previstos por usted, más aún, en un mundo globalizado y competitivo.

¿Tiene la experiencia necesaria para desarrollar su proyecto? Hay un dicho popular, pero sabio que dice: “zapatero a sus zapatos”. Es posible que se pueda asociar, pero hágalo con personas que se identifiquen con sus objetivos y propósitos y en los cuales usted confíe.

¿Está dispuesto a realizar sacrificios a corto o mediano plazo para obtener éxito a largo plazo? Este aspecto tiene que ver con el sacrificio que debe hacer para poder desarrollar su proyecto en el tiempo previsto. Si no puede hacer sacrificios personales y familiares, le recomiendo no emprender ese nuevo proyecto, pues es posible que los objetivos no se cumplan y pueden venir los problemas.

Disponer de un conocimiento claro, honesto y preciso de las posibilidades y de las dificultades que conlleva desarrollar un proyecto creativo, así como las cualidades que debe tener un emprendedor, le ayudarán a determinar el inicio de esa idea creativa que ha venido trabajando y analizando para convertirse en un empresario emprendedor y triunfador.

Cuando esté seguro y listo, es hora que inicie su negocio, porque de lo contrario, otra persona se le puede adelantar.

Recuerde que, el optimista ve una oportunidad en cada dificultad y el pesimista ve una dificultad en cada oportunidad.

Autor  Félix Antonio Malagón Malagón –  Profesor de Tiempo Completo. Escuela de Administración de Negocios EAN, Bogotá D.C. Colombia. – Facultad de Estudios a Distancia – FED.  Profesor Distinguido en la Docencia 2000. Profesor Insigne de la EAN, 2002-2003. E-mail: fmalagon@ean.edu.co o felix48@terra.com

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Comentarios (0)

  1. Interesante reflexión y descripción de los emprendedores. Completa y acertada. Desde AEMME en España , apoyamos y compartimos esa visión y la misión de unos emprendedores hacia otros. Un saludo.

  2. Maria dice:

    Excelente
    En Nicaragua, somos muy emprendedores y formamos jovenes emprendedoes

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