Asegurar la continuidad del negocio y poder incorporar a segundas y terceras generaciones es el objetivo de los empresarios de familia. A tono con la tendencia internacional, las firmas locales empiezan a apostar por formalizar las relaciones a través de contratos y acuerdos escritos

La principal preocupación de los empresarios familiares tiene que ver con asegurar la sucesión del liderazgo en la empresa, para garantizar el paso a una próxima generación.

Para eso, la tendencia internacional apunta a crear instrumentos legales destinados a “formalizar” las relaciones familiares de negocios y con mayor precisión los pasos que deberá seguir la sucesión.

En la Argentina, la firma Legar FB, que se encarga de desarrollar algunas de estas soluciones relacionadas con el marco legal para las empresas familiares, realizó un encuentro en el que los dueños de importantes negocios a nivel local expusieron sus principales planes de cara al futuro.

Ventajas comparativas
De acuerdo con las opiniones de los especialistas, las firmas familiares tienen una ventaja sobre aquellas que no lo son, e incluso pueden resultar más rentables cuando cuentan con políticas de gerenciamiento y sucesión reguladas.
Para Esteban Mancuso, profesor de la UADE especializado en el tema y asesor académico de Legar FB, los factores que hacen a una empresa familiar potencialmente más rentable que una no familiar, tienen que ver con el mayor grado de compromiso, el orgullo de pertenencia a un apellido, el mayor grado de reinversión de beneficios, el know how que se transmite a través de las generaciones y la capacidad de ajuste en épocas de crisis.

“Sin embargo, lo más común es que las empresas familiares desaprovechen la potencialidad de la relación familia-empresa y terminen siendo las primeras en desaparecer“, se lamentó Mancuso.

Los números en el país confirman esta visión: sólo el 30 por ciento de las empresas familiares logran llegar a la segunda generación, y apenas el 5 por ciento alcanzan la tercera.

Preocupación
Pero además, el tema de la continuidad desvela a los empresarios, que saben muy bien cuáles son sus puntos más flojos. Según una encuesta de la fundación española Nexia, el 39 por ciento de los empresarios familiares consideran que lo que más les preocupa es la sucesión.

Sin embargo, apenas el 28 por ciento sabe quién será el continuador de la empresa y el 40 por ciento admite no estar haciendo nada para organizar el traspaso.

Para los especialistas, la principal razón de la caída de las firmas familiares, es la falta de planificación en la sucesión del liderazgo empresarial. Además, hay otras, como la confusión de propiedad sobre la empresa con capacidad para dirigirla, problemas de comunicación y de delegación de autoridad.

En ese sentido, Mancuso indicó que con una buena definición de las políticas de sucesión y gerenciamiento, las empresas familiares pueden perfectamente convertirse en las más rentables, gracias a su potencialidad.

“No hay una receta única, pero es conveniente definir algunas reglas de juego”, puntualizó.

Asimismo, Gabriel Iorfida, director Ejecutivo de Legar FB explicó que las preocupaciones varían de acuerdo con la situación de los involucrados en la empresa.

“Al fundador le preocupa la sucesión en el liderazgo, mientras que a la segunda generación le preocupa la integración, las normas de convivencia y la comunicación con el padre”, detalló.

Mejor prevenir
Si bien la legislación argentina no prevé ninguna norma referida específicamente a las empresas familiares, Iorfida, explicó que existen distintos instrumentos legales a los que pueden recurrir las empresas para asegurar una sucesión exitosa y una continuidad de gestión eficiente de la empresa.

La suma de todos estos acuerdos, que requieren de consensos internos para ser aplicados, se ven materializados en un “protocolo familiar”.

Este tipo de contratos son acuerdos suscriptos por todos los miembros de la familia empresaria con la idea de establecer por escrito la filosofía familiar y empresarial y regular la relación entre la familia y la empresa.

En general, los protocolos incluyen distintas partes:

• Preámbulo: expone las razones por las que se firma el documento y las expectativas de continuar con el negocio.

• Artículos morales o “pacto de caballeros”: definen la filosofía familiar a partir de los orígenes de la empresa, misión, visión, valores y estrategia para sostener esa identidad a futuro.

• Regulación contractual: artículos que establecen los distintos modos de interacción de los miembros de la familia, órganos de gobierno y demás puntos a cumplir por cada uno de los miembros de la familia empresaria. Aquí se establecen las penalidades para quienes no cumplan. Las mismas apuntan, en general, a fuertes indemnizaciones y se pueden hacer efectivas a través de una demanda por daños y perjuicios por el incumplimiento del contrato.

• Modificaciones de estatuto: se establecen las correcciones que hará falta realizar en el estatuto, para que no entre contradicción con el protocolo familiar.

Entre los casos más renombrados, aparece el de una firma nacional líder en su rubro que estableció en su protocolo la obligación de que las segundas generaciones que quieran ingresar en la empresa completen estudios profesionales. Pero el compromiso no quedó en las palabras: el protocolo es auditado por una consultoras externa para garantizar su cumplimiento.

Según Iorfida, las ventajas de firmar un Protocolo Familiar son tanto internas como externas a la empresa. Hacia adentro habrá una definición clara del rumbo y la estrategia, una mayor certidumbre sobre el futuro y un traspaso menos traumático. Hacia afuera, mostrará una imagen de mayor previsibilidad y solvencia y también una ventaja competitiva frente a las empresas “no protocolizadas”.

“El protocolo es lo ideal, porque es como una constitución familiar, aunque se trata de un camino largo, que requiere consensos”, indicó.

El problema, para Iorfida es que “como en general se trata de temas sensibles y confidenciales, se tiende a barrer la basura debajo de la alfombra y no abordar los problemas a tiempo”.

Fuente http://www.iprofesional.com/notas/46570-Las-empresas-familiares-preocupadas-por-la-sucesion.html

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