por Virginio Gallardo Yebra
Si hacemos el difícil ejercicio de escuchar la voz del futuro podemos adivinar que son muchos los nuevos retosa los que deben hacer frente nuestras organizaciones, pero que se resumen de forma muy básica en la innovación, pero sobretodo en la Innovación en la gestión, y especialmente, en la gestión de personas.
La única salida seria de esta crisis exige apostar por el espíritu innovador, ello exige tecnología, ideas y entornos que permitan hacer fluir estas ideas y convertirlas de forma rápida en productos o procesos. Nuestro entorno competitivo requiere además de tecnología e innovación, nuevas formas de gestionar y exige repriorizar el trabajo del directivo y del empresario.
Desde esta nueva perspectiva un dirigente empresarial deberá ser un Líder Transformador, aquel que es capaz de movilizar a su organización, de llevarla a otros destinos y lo hace con éxito. Un gestor de ideas y de innovación.
Lee Iacocca (ex-presidente que salvó a una Chrysler con problemas ) en “Where Have All the Leaders Gone“, nos cuenta que los líderes son especialmente necesarios en los momentos de crisis. Este ex-directivo vincula el liderazgo a la riqueza de un país, los líderes son una fuente de bienestar económico, un recurso y un activo de un país.
Siempre han sido necesario líderes que ilusionen a las personas de su organización y que la dirijan hacía nuevos caminos organizativos, sean estos más o menos duros, o sean más o menos estimulantes. Pero ahora esta capacidad de marcar un futuro y gestionar las palancas organizativas que permiten que la propuesta innovadora se haga realidad, esto, en el momento de incertidumbre actual, es más necesario que nunca.
Muchas de estas conductas tienen que ver con la importancia que tiene el talento de todas las personas que componen nuestra organización para asegurar la Innovación. Para ello los directivos, los líderes deben dejar fluir la creatividad, hay que dejar que el talento surja y actúe, por que lo hace de forma espontánea.
¿Es esto lo que está pasando en nuestras empresas? Probablemente, si. En todas nuestras organizaciones existen ejemplos de unidades realmente innovadoras, dirigidas por personas que básicamente llevados por su profesionalidad han logrado mejorar o revolucionar sus prácticas y lo hacen en su microentorno organizativo que controlan.
Y estos ejemplos de líderes son los que, con independencia de los aspectos macroorganizativos, mueven a las organizaciones y las hacen mejores. Son líderes muy frecuentes y reales.
El espíritu de la organización del futuro se puede percibir mejor en estos referentes, que nunca irán a las grandes conferencias ni brillarán con demasiado fulgor. Son ejemplos de personas que gracias a su liderazgo son capaces de mover a sus organizaciones en su callado día a día, que todos podemos identificar en nuestras organizaciones, pero que frecuentemente olvidamos. ¡Lástima son la base de la pirámide innovación y del éxito de nuestras empresas!
Por que el liderazgo no sólo un tema de grandes directivos o de “casi” héroes que salen en las portadas de las revistas económicas, sino de aquellos que simplemente quieren ser mejores profesionales, que siente comprometidos con lo que hacen en su día a día y que de alguna forma son inspiradores de los demás.
El “espíritu emprendedor” en nuestras empresas que ahora aparece cómo más necesario que nunca, no es una exclusiva de los altos directivos y pertenece a muchos técnicos o mandos de nuestras empresas que buscan llevar a cabo nuevas ideas.
Pero nuestros líderes cotidianos, personas con capacidad de ejecutar ideas, muchas veces no son ni escuchados. Y por tanto la innovación muere. Las empresas desaprovechan en grandes cantidades su talento humano, incluso en épocas de crisis donde casi todos los demás despilfarros se controlan y son penalizados.
Por ello, quizás más que en ningún otro momento, es interesante reflexionar cada uno en su ámbito de responsabilidad que nos hace tener exito en nuestras empresas, en algunos desde la perspectiva que da una elevada responsabilidad en otros casos con ambitos de actuación más modestos, pero todos importantes. Reflexionar que debemos dejar en el pasado, atras, y que nuevas conductas debemos adoptar.
Estas nuevas conductas que son necesarias requieren que los altos directivos gestionen de forma diferente a los pequeños líderes de nuestras organizaciones. Debemos recordar que el principal problema del liderazgo de los grandes líderes y de los grandes directivos, y de los pequeños es la fugacidad de las conductas de éxito en un entorno cambiante. El principal problema de los líderes no es tanto llegar, sino como seguir siendo líderes, en estos nuevos entornos.
Si, ahora son estos líderes los que permiten la creación de riqueza, los que permiten la innovación. Pero ¿sabemos gestionar a estos líderes transformadores o anulamos sus capacidades? ¿los identificamos, les damos soporte, los desarrollamos, los promocionamos o son incómodos?
Autor Virginio Gallardo Yebra
http://supervivenciadirectiva.com/2010/01/17/%c2%bfque-lider-necesita-tu-organizacion-ahora/
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