por Julio Reyes Acostas

Ponte de pie y dirígete y colócate frente a un espejo, el más grande posible, luego empieza a desnudarte completamente, empieza a mirar lo mas detalladamente posible tu imagen, que tu mirada recorra desde de tus pies hasta tu cabeza, en cada parte de tu cuerpo detente y descríbeme ¿qué miras?,

Seguramente que estás viéndote por el ángulo que más te agrada, pero ahora empieza a girar, y (quizás de perfil), empieza a ver cada parte de tu cuerpo que no lo veías muy seguido, estoy seguro que empiezas a ver la flacidez de tus músculos, o quizás tu vientre ya abultado, esos “rollos” alrededor de tu cintura, tu pelo más escaso que antes, tu frente mas amplia, ahora mira tu rostro, tus ojos demuestran mucho dolor, tu ceño fruncido que demuestra mucho enojo, quieres dejar de mirar, pro allí están tu ojeras o arrugas alrededor de tus ojos, quieres evitar seguir mirando, pero no lo hagas, hasta intentas consolarte con alguna idea del pasado o buscas algún halago que alguien te hizo alguna vez (Generalmente cuado tenías menos de 20 años), pero, ahora desvía ligeramente tu vista del centro del espejo y céntrate en su marco de éste, eso es real ¿verdad?, Pues esa imagen que esta frente a ti, también es real, total y completamente real. Y como puedes experimentar, hasta todo lo que estas pensando en este momento, todo eso es tuyo, dime ¿estas experimentado algún tipo de conflicto?, Si tu respuesta es afirmativa, hasta esos conflictos son tuyos.

Que sucede cuando recién conoces a una persona totalmente desagradable para ti, con algunas características tales como:

La forma de su cuerpo y su tersura de su piel no te gusta, pero luego entablan conversación (quizás forzados) y percibes que sus ideas tampoco son las tuyas, o sus valores no son los tuyos, hasta te parece descabelladas sus ideas. Pero quizás hasta su forma de vida es muy opuesta a la tuya, en cuanto al beber, alimentarse, al trabajar, y hasta rechazas tú, sus ideas sobre la espiritualidad.

¿Querrás entablar algún tipo de relación con esa persona?

Si por ciertas circunstancias, tuvieras que compartir tu vida con esa persona, ¿te sentirás feliz a su lado?. ¿Podrás realizar productivamente tus tareas laborales al lado de esa persona?, Quien constantemente te está criticando, no perdona tus errores, y cuando te equivocas, de una manera brutal reacciona contra ti.

Verdad que el total rechazo entre tú y esa persona, te impide vivir de manera feliz, pero que pasa si es otra persona (que crees que es otra), eres finalmente tú, tu otro “yo” o subconsciente?

Por eso el desconocer o no aceptar ya sea: tu cuerpo, tus ideas, o tu realidad, te causa una baja en tu estima propia.

“La autoestima es imposible sin la aceptación de si mismo. (…) La aceptación de si mismo es mi negativa a permanecer en confrontación conmigo mismo.” (N. Branden).

Me podrás responde algo así como: ¿Debo acaso estar contento con mis piernas flacas? La respuesta es sí. O Quizás: Pero si estoy enojado, resentido, y me siento fracasado en el amor, el trabajo, en mi vida, y ¿Eso debo aceptarlo? Nuevamente la respuesta es sí. Luego me podrías refutar: Pero si acepto mas mis conflictos ¿no estaré afirmando mi s debilidades?, La respuesta es no.

EL rechazo total o parcial no te ayuda a tener una vida sobre llevadera, si quieres mejorar o corregir algo, primero lo tienes que aceptar, reconocerlo para recién empezar el cambio.

El aceptar algo, no significa necesariamente aprobarlo, pero si es muy importante aceptarte a ti mismo.

 Autor Julio Reyes Acostas 

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