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Las empresas familiares representan el 80% del total de firmas en el país,  generan 6 de cada 10 empleos y contribuyen con la mitad del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con el Centro Internacional de Empresas Familiares (CIEF).

Sin embargo, aún con esas estadísticas, sólo el 10% de estos negocios sobrevive a una segunda generación.

Los principales retos de estas empresas son la falta de estrategia, liderazgo, institucionalidad, continuidad e innovación, según explica Fernando Sandoval Arzaga, director del CIEF.

Así, siete de cada 10 empresas tienen un modelo de negocios definido usualmente en la mente del director, pero éste no es entendido por los otros miembros de la organización, y seis de cada 10 carece de una estrategia para innovar en su ramo de negocio, detalla el experto.

“Las empresas familiares tienen en común varios retos: la resistencia al cambio, el proceso de sucesión para pasar de un líder único a un organismo y la dificultad para diferenciar cuando se habla como familia y cuando se lleva una relación profesional de empresa”, explica Mario de Gandarillas, experto en empresas familiares de la consultoría Hereditas.

Y aunque hay retos comunes, también es importante destacar que cada empresa familiar es un caso particular con necesidad de generar modelos a la medida para llevar a cabo su propio proceso de profesionalización, sin embargo, por su naturaleza no todas pueden lograrlo.

La clasificación de Alberto Gimeno, investigador de la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (ESADE) en España arroja que existen seis tipos diferentes de empresa familiar, cada determinada en función al tamaño, estructura familiar y nivel de profesionalización.

Descubre de qué tipo es tu empresa, cuál es el modelo al que debe migrar y cuánto puede sobrevivir sin realizar una estrategia de institucionalización.

MODELO CAPITAN

 Las empresas Capitán tienen una operación sencilla y las mayores responsabilidades recaen en el líder. (Foto: Thinkstock)
 
ENFOQUE
Se trata de empresas constituidas por familias simples, es decir, grupos pequeños delimitados a ciertas funciones dentro de una empresa de operación sencilla. Puede tratarse de un negocio comercial, como una tienda de abarrotes o un restaurante.

En este modelo hay un nivel de profesionalización nulo porque se trata de un negocio relativamente pequeño donde el control de las operaciones se delega al líder (generalmente el padre o la madre).

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El modelo de dirección apela a que el líder de la familia sea el líder de la empresa; de no realizarse cambios para tener una expansión o abarcar un mayor mercado en el rubro, este tipo de empresas desaparece en la primera generación o se convierte en un modelo de negocio ‘Emperador’.

MODELO EMPERADOR

Se trata de una familia compleja dirigiendo una empresa compleja. En muchos casos se trata de un negocio que crece, se convierte en un emporio pero incorpora sólo a miembros de la familia para soportar la dirección de la operación en pocos puestos y siempre bajo el mando de la cabeza de familia (emperador).

El nivel de profesionalización crece junto con la empresa, pero el mayor riesgo es no llegar a componer una estructura de gobierno corporativo efectiva, pues se tiene la idea de que el líder de la familia no puede abandonar la dirección y la responsabilidad de la toma de decisiones.

El siguiente nivel ideal para las empresas de modelo Emperador es el Modelo de Corporación, de no realizarse cambios, el riesgo de estas empresas es desaparecer en la segunda generación

MODELO EQUIPO FAMILIAR

Se trata de empresas simples dirigidas por familias complejas; existe una alta dedicación al negocio y la familia trabaja unida al servicio de la empresa. El modelo Equipo Familiar busca preservar un legado más que a un líder, sin embargo, el nivel de profesionalización puede perderse ante la ausencia de un proceso de institucionalización.

Un ejemplo puede ser una familia de artesanos que produce cestas a base de lirio acuático; desde el cultivo del lirio y el tejido de las cestas, hasta la comercialización de los productos.

La intención de las primeras generaciones es: primero iniciar un negocio para subsistir y la segunda generación puede tener en mente preservar el negocio y la tradición.

El problema surge cuando en una tercera generación no hay el interés por parte de los integrantes más jóvenes para preservar el negocio; es justo para ese punto para cuando debe haber surgido un modelo institucional que convierta al equipo en una corporación o en un modelo de Familia Profesional, de lo contrario este tipo de empresas no sobrevive a una tercera generación.

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MODELO FAMILIA PROFESIONAL

Las familias profesionales generalmente son complejas y dirigen empresas simples. Se da mucho en la cultura anglosajona (Estados Unidos e Inglaterra): es un grupo de parientes que se asocian para desarrollar un negocio con intereses comunes.

El primer objetivo es tener un negocio con operación profesional; el modelo de dirección consiste en que la familia dirige la empresa con gran exigencia.

Este modelo suele transformarse en corporación conforme crece y sobrevive varias generaciones, la clave es que las familias mantengan las operaciones profesionales como parte de los objetivos principales.

MODELO CORPORACION

Familias complejas dirigiendo empresas complejas, cuando se logra una institucionalización adecuada, el modelo corporativo es el siguiente paso de las empresas Capitán y Emperador.

La empresa crece tanto que es necesario dividirla; los familiares pasan a ser sólo propietarios y directivos simbólicos, pues la gestión queda en manos de terceros que cumplen con funciones de dirección estipuladas en una estructura de gobierno corporativo.

Este tipo de empresas prevalece en el tiempo y sólo llegan a disolverse mediante un acuerdo de todos los propietarios. Cuando todos los familiares determinan que ya no quieren permanecer como parte del corporativo y la empresa ha llegado a consolidarse, lo usual es que se dé un proceso de venta de la empresa y el negocio perdure bajo un esquema no familiar.

MODELO GRUPO DE INVERSION FAMILIAR

El nivel de complejidad de esta familia puede variar; es una sociedad entre varios miembros de una familia que invierten en una empresa de estructura simple.

La familia gestiona su patrimonio conjuntamente a través de un portafolio de inversiones, pero no es responsable de la gestión de las empresas; la relación de inversión familiar puede disuadirse en cuanto se cumplen los objetivos de inversión o perdurarse para nuevas alianzas y proyectos

Fuente http://www.cnnexpansion.com/emprendedores/2011/10/07/cuanto-puede-vivir-tu-empresa-familiar 

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