por Jenny Cabrera

Enumeremos algunas variables a tener en cuenta como emprendedor peruano que identifica una oportunidad de negocio, la evalúa y la hace realidad:

     1.  Existe mucha informalidad. En el Perú, éste es un problema importante, el 60% de nuestra economía es informal, tal vez porque no es incentivo para los empresarios la creación de una empresa formal. Esa informalidad se refleja desde la creación de la empresa hasta la manera de gestionarla y esto incluye la preparación, educación  y capacitación de sus propietarios y colaboradores. El tema del aprendizaje es vital , no olvidar que el mejor activo que se tiene son los trabajadores; pero no sólo la informalidad está en la gestión y en la preparación de sus miembros, sino en todo lo que rodea a la empresa, desde los actores cercanos como los clientes y proveedores, como en los agentes más lejanos, tal como los factores legales, políticos, sociales y económicos.

2. El motor de la creatividad no puede detenerse en un mundo tan globalizado y competitivo como el de hoy. Sino seguimos innovando y creando, anticipándonos a la competencia, no lograremos continuar; pero no detenerse significa ser mejores, ser los primeros en llegar a los consumidores, estar atentos de las necesidades de nuestros clientes y de los de la competencia, estar pendiente de lo nuevo y creativo que le podamos ofrecer.

 3. No miremos solo al mercado interno. Estamos en pleno proceso de globalización e internacionalización de empresas que todos los emprendedores debemos mirar hacia fuera, y eso implica conocer nuestras capacidades y limitaciones para poder satisfacer a un cliente, que está relativamente lejos y que necesita ser atendido. Por otro lado, debemos conocer las oportunidades y amenazas que tenemos en ese ambiente global, para poder aprovecharlas y contrarrestarlas, respectivamente. Nuestra empresa tiene que ser internacional, en el exterior está nuestro potencial mercado y la oportunidad de seguir creciendo.

4. Los empresarios emprendedores deben definir desde un principio su misión y visión, los objetivos tienen que estar bien definidos tanto a corto, mediano como a largo plazo, establecer el plan de negocios , las estrategias a seguir , identificar una ventaja competitiva en base a la capacidad de utilizar la información que se tiene disponible. No deben olvidar que la competitividad viene de la mano con darle al cliente el producto o servicio requerido en el momento y calidad oportuna.

5. Hay que aprovechar la coyuntura económica y política actual. Si realmente el Perú está creciendo, entonces crezcamos con él para el bien de nuestro negocio, de nuestros clientes y, sobre todo, de nuestro país. Tomemos nota de todo el abanico de oportunidades que se nos podría abrir con cada uno de los tratados comerciales firmados y por firmar con varios países, evaluemos nuestros puntos fuertes y débiles y definamos nuestra estrategia de crecimiento potenciando nuestras fortalezas y corrigiendo nuestras debilidades.

6. Capacitémonos tanto a nosotros mismos como a nuestros colaboradores. Mientras más herramientas tengamos en la mano será mejor, y una muy importante es la capacitación, preparación y motivación de nuestros colaboradores. Dejemos de lado la informalidad en todo lo que hagamos, vayamos por el mejor camino, no por el cual nos “podría” ir bien. Tomemos nuestra mejor decisión en cada uno de los aspectos de nuestro negocio, pero esa medida tiene que tener una inversión de horas de evaluación y de entrega. Utilicemos todas las herramientas disponibles para obtener la mejor información y tomar la mejor decisión.

7. Estemos conscientes de que una vez que nuestra idea emprendedora tuvo éxito y es el negocio de nuestra vida, no nos quedemos con eso. Hay que cambiar el enfoque a medida que la empresa crezca y eso significa tener flexibilidad en la gestión del negocio, en la atención al cliente, en la elaboración de nuestro producto o servicio, en la contratación de nuevo personal, en la preparación y capacitación del mismo, en la toma de decisiones, en mirar nuevos mercados y por qué no nuevos productos o servicios, y en muchos aspectos más que nos indican que no somos los mismos emprendedores de un tiempo atrás y que, por lo tanto, nuestro negocio tampoco es el mismo, sino que hemos crecido con él.

8. Nuestra empresa tiene que vivir para el cambio, ser flexible, adaptarse al entorno cambiante, interiorizar esa necesidad de cambio, transmitirla entre sus colaboradores y cambiar para vivir, crecer y no morir en el intento de seguir haciendo empresa en el Perú.

Autor Jenny Cabrera –  Docente de la Universidad de Piura

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