Mar Raventós, Dolores Font Cortés y Carmen Riu, explican su trayectoria –muy diferente- al frente de su empresa familiar.

Para Carmen Riu, el desayuno y la cena han sido sagrados para compartir con su familia. La doctora Dolores Font Cortés mezcla su consulta con los desfiles de moda y Mar Raventós se lleva a comer a sus hijos a un buen restaurante para que aprendan todo aquello que no se enseña en el colegio.

Las tres son madres, esposas pero también responsables de sus empresas familiares. Mar Raventós preside Codorníu, un nombre que se remonta a casi 500 años en el negocio de los vinos y espumosos. Carmen Riu codirige con su hermano Luis un conglomerado con mas de 110 hoteles. Dolores Cortés, una pyme que se ha hecho un nombre en la moda de bañadores a nivel europeo.

¿Cómo gestionan sus negocios? Eso fue precisamente lo que explicaron en el IX Congreso Nacional de Empresa Familiar que acaba de concluir en Valencia. Las tres empresarias ofrecen un ejemplo de conciliación de la  vida profesional y laboral, aunque no siempre ha sido fácil. “Ya no existen superwomen” afirma una de ellas.

Cavas con tradición
Raventós forma parte de una empresa con 197 accionistas y 462 parientes. En Codorníu hoy trabajan miembros de la tercera y  cuarta generaciones. Después de un intento con un externo, el director general vuelve a ser de la familia y dirige una empresa de mil empleados. La empresa ya cuenta con un protocolo familiar que establece, entre otras cosas, que no más del 5% de la plantilla puede pertenecer a la familia.

|IMATGEINTERIOR1|Raventós es parte de la tercera generación y llegó a la empresa después de asegurarse que podía hacerlo en media jornada para dedicarse a los hijos. Creó el departamento de accionistas y trabajó como controller, posteriormente en el consejo de administración, hasta llegar a la presidencia. Se trata de un carácter menos ejecutivo y que llega 30 años después de su ingreso en la empresa.

Raventós valora mucho el saber conocer lo que hay fuera del entorno empresarial y familiar y lo ha tratado de transmitir a sus hijos. “Existe un tipo de educación que no se enseña en el colegio y que yo también valoro, como por ejemplo, el saber estar y sentirse cómodo. Pero que es importante para la vida”, explica.

En temas de profesionalización, la presidenta de Codorníu se decanta por la promoción de los más cualificados, independientemente de su sexo, y aseguró que “los cupos de mujeres en los consejos son espantosos”, además de calificarlos de absurdos, “ya que hay que apostar por las cualidades de la gente”.

Bañadores “made in Valencia”
En el caso de Dolores Font Cortes están presentes tanto madre como hija y el marido de ésta. Fue su madre quien creó la compañía en la posguerra española. “Mi madre ha sido siempre capaz de darle una vuelta a las cosas y embarcarse en un proyecto y en este sentido, incluso sin saberlo, ella ha sido una enorme emprendedora y un gran ejemplo”.

|IMATGEINTERIOR2|La empresa nació con la confección de los primeros trajes de baño con tela elástica, por lo que el éxito de la compañía no se hizo esperar. Tras algunos problemas con socios externos, Dolores Font Cortes decidió intervenir y, con la colaboración de su marido, reconvirtió la empresa más orientada a la moda, aunque sin abandonar del todo la medicina.

24 horas al día
Carmen Riu conoce todos los entresijos de la actividad hotelera. Desde pequeña, trabajó en los hoteles de su familia empresaria y después de acabar sus estudios de económicas y empresariales, la presión de su padre la llevó a incorporarse al negocio. “Tenía claro que no me incorporaba a la empresa familiar. No me apetecía nada. Trabajaba en Barcelona y no me interesaba, pero ahora no me arrepiento de haberlo hecho”. Su hermano, en cambio, sí tenía claro que entraría a la empresa.

|IMATGEINTERIOR3|Hoteles Riu está actualmente en la tercera generación y prepara el ingreso de la cuarta. Cuenta con 110 hoteles en 17 países y el 38% de los puestos directivos están ocupados por mujeres. Asimismo controla el 50% de una empresa con TUI, el operador alemán. A nivel de gestión, la empresa funciona con una codirección de los dos hermanos, una idea que impuso su hermano. “Tras el fallecimiento de mi padre, fue él quien dijo que las decisiones las tomaríamos a medias. Al igual que nuestros hoteles, que tienen dos directores, y si ellos son capaces de hacerlo, nosotros también podremos”, explica. “Creo que las decisiones a dúo y la responsabilidad a cuatro manos ha funcionado muy bien. Yo estoy encantadísima”.

Su madre, a sus 71 años, sigue trabajando y es la encargada de inaugurar hoteles. “Cuando faltan seis meses para terminar, mi madre coge las riendas y trabaja en todos los detalles “limpieza y decoración- para asegurarse de que las cosas están perfectas para atender a los clientes. Y ahora con hoteles en México, Jamaica y Cabo Verde se pasa todo el año viajando”, explica Carmen Riu.

Como trabaja a jornada completa, Carmen Riu afirma que los desayunos y cenas ocupan un lugar sagrado en su vida. Es el momento familiar por excelencia, un ejemplo que recibió de su madre. Carmen recuerda que la hostelería es un negocio de 24 horas al día y en el caso de su familia tanto ella como su marido trabajan en la empresa. “Mucha gente no comprende que cuando el resto del mundo se divierte es cuando más trabajo tenemos. Y por eso, nuestra orientación es siempre hacia el cliente, algo impuesto por mi padre mucho antes de las tendencias actuales”, afirma Carmen Riu.

Autor:laempresafamiliar.com

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