Nuestra mirada siempre significa las cosas de un modo particular, es la que marca cada cosa que percibimos. Lo que define cuál es nuestra realidad. Planteemos dos cosas hoy:

Una respecto al hoy. Sabemos que nuestra mirada define que abramos o cerremos posibilidades, que juguemos al ganar-ganar o que consideremos que en el mundo sólo se sobrevive con las reglas de la jungla, que consideremos la vida como un camino de lucha o que la miremos como un camino que nos permite aprender y desarrollar cada vez más lo mejor de nosotros mismos, que la miremos como un espacio donde injustamente muchísima gente sufre o que la veamos como un espacio que necesita de nuestro hacer y nuestra solidaridad como un modo de ir haciendo entre muchos un mundo diferente. Y podría seguir… sin duda.

Pero hay otro aspecto de nuestra mirada en el que quiero que nos centremos, es nuestra mirada del pasado. Y hay varias cosas que quiero que miremos juntos:

# Es importante que podamos leer y cerrar bien el pasado para poder vivir en el hoy.
# Cada vez que estás pensando en el ayer, hay una parte de ti que se pierde el hoy.

Hay una parte de tu energía que no está disponible para tus logros y para disfrutar ciento por ciento lo que hoy tienes. Hay una parte de ti que no te permite dar lo mejor que puedes dar.
Y no sólo eso, estás centrando tu tiempo, tus esfuerzos y tu energía en algo sobre lo que tienes cero poder. Si hay un espacio de facticidad* en nuestras vidas, ése es sin duda el pasado. No hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Nada. Salvo leerlo de otra manera, aprender de él y tomarlo para ser mejores y crecer.

# Es necesario que cierres heridas si es que aún hay alguna de ellas abiertas. Quizás te sirva recordar lo que digo siempre: recuerda que las personas hacemos lo mejor que podemos hacer.
En determinadas circunstancias, con los recursos madurativos, emocionales y de otros tipos que tenemos, hacemos lo mejor que podemos hacer. Es fácil en tus zapatos criticar lo que hice yo estando en los míos. Como me es fácil hoy a mí, estando en estos zapatos criticar lo que hice estando ayer en otros más chicos que los de hoy. Son muy pocas las personas que es preferible no tener el gusto de conocer, la mayoría de las personas hacen lo que les sale, hacen lo que pueden. Recuerda: la mayoría de nosotros hacemos lo mejor que podemos hacer.
Si no encuentras el modo de cerrar esas viejas lastimaduras, quizás sea necesario que escribas una carta de curación, que tengas algunas breves entrevistas con un terapeuta o con alguien que te ayude, o tal vez hay una charla pendiente con alguien y puede que esté cercano el momento de abordarla.
# Si es algo que tú hiciste, lo anterior también vale para eso. Hace falta que puedas rescatar de aquello de ayer que salió mal, un aprendizaje y lo puedas re-leer diferente. Que te mires con amor. Ten en cuenta que no saldrá lo mejor de ti si no puedes mirarte con compasión y amor.

# Quisiera que miraras un momento la persona que estás siendo hoy. Lo que lograste, lo que haces, los seres que tienes a tu alrededor, tus capacidades, todos tus logros… Cada una de esas cosas son -en parte- consecuencia de cada paso que diste antes, bueno y malo. Tu sabiduría es fruto de cada cosa que has hecho ayer. Poder mirar bien tus errores, te va a permitir ser un ser humano compasivo con los errores ajenos, ser una persona con capacidad de mirar las fortalezas de los otros. Te hará ser una persona con capacidad de logro, con un 100 % de sus recursos disponibles. Te hará un padre que podrá ser un apoyo y una mirada de crecimiento y optimismo en los momentos difíciles. Te hará ser un amigo que te tiende su mano para ayudarte a salir a flote. Habrá que caminar para aprender a ser ese amigo y muy especialmente para aprender a serlo con uno mismo.

Ser pesimista, ser crítico es muy fácil. No hace falta entrenamiento, ni valor para eso. Sale solo… y fácil. Pero para mirar lo mejor de cada cosa, lo mejor de cada persona hace falta mucho trabajo interior, muchas ganas de hacer que la vida merezca ser vivida… para nosotros y para los otros.

Preguntas para Refle-Accionar:
¿Qué sucesos de ayer necesitas re-significar?
¿Hay heridas que aún no has cerrado? ¿Qué necesitas para hacerlo?
¿Qué puedes aprender de lo que sucedió? ¿Qué puedes hacer diferente para que los resultados la próxima vez sean distintos? ¿Para lograr lo que antes no pudo ser?
¿Qué necesitas aprender para mirar con amor lo que hiciste o lo que otra persona hizo?
¿En qué espacios te serviría mirar las cosas con humor?

Fuente tomado de la red

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