Por Rita Tonelli

A veces, pensamos que “todo el mundo” (al menos, el que nos rodea y que parece impensable que sea de otra manera) creció con valores y principios, se los enseñaron en su familia, los aprendió con su educación.

¿Cómo podría ser de otra manera teniendo en cuenta que este, aquel o el de más allá, son profesionales, comparten sus opiniones y escritos, se muestran en público y trabajan creando su branding personal?

Sin embargo…hay de todo en la viña del Señor ¿verdad?

Hoy quiero llamar tu atención para un auto análisis en el que te preguntes:

¿Qué valores sigo sosteniendo?

¿Cuáles ya no recuerdo?

¿Cuáles y por qué he empezado a juzgar con liviandad y quitándole importancia?

¿Hasta dónde me he dejado influir por la marea general? Ésa donde parece haberse restaurado algún fantasma maquiavélico diciéndome “¡Tranquilo! El fin…vuelve a justificar los medios. Si “todo el mundo” lo hace, ¿por qué no lo vas a hacer vos?”

Quizás deberíamos recordar que…

“Generalizar siempre es equivocarse.” Hermann Keiserling

¿Te acordás de La Ética?

Esa señora pura y límpida que camina orgullosa sobre la base de estar segura de que su accionar está asociado al bien y al bien común.

La Ética es un valor. Un valor humano.

La ética se relaciona con el estudio de la moral y de la acción humana. El concepto proviene del término griego ethikos, que significa “carácter”. Una sentencia ética es una declaración moral que elabora afirmaciones y define lo que es bueno, malo, obligatorio, permitido, etc. en lo referente a una acción o a una decisión. http://definicion.de/etica/

En este mundo maravilloso de Internet donde la palabra “Valor” se lee, escucha, escribe, dice hasta con redundancia por la cantidad de veces que se usa. En el que se le da tanto valor, (tu contenido debe tener valor, tu comentario es muy valioso, prestá atención al valor de tus posts, etc.). En este mundo, postulo que es necesario recuperar el significado profundo de nuestros valores.

Es más fácil pelear por nuestros valores que vivir de acuerdo a ellos. Alfred Adler

No importa “lo que todo el mundo hace” (si es que lo hace), vos ¿Qué hacés?

¿Cuáles son tus valores?

¿Los respetás o se te olvidan algunos en pos de lo que querés conseguir?

Más allá de “que te descubran” ¿qué sentís vos cuando se te olvida la ética?

¿Cuál es la respuesta de tu conciencia ante esta situación?

Gurúes, maestros, mentores, Coaches, profesionales en general que intentan hacernos creer a todos los internautas que son sabios, que son íntegros, que han estudiado, que tienen autoridad moral para capacitar, enseñar…

¿Qué les pasa cuando se preguntan acerca de la ética?

¿Qué nos pasa cuando hacemos balance de nuestro comportamiento?

¿Y esto que nos dice Einstein?

Intenta no volverte un hombre de éxito, sino volverte un hombre de valor. Einstein

Esta vez…y no soy una ilusa, no estoy de acuerdo.

Creo profundamente en que se puede ser un hombre de éxito y un hombre de valor, simultáneamente.

Creo que el hecho de querer trabajar en internet no me permite inventarme una marca, sí crearla con honestidad.

Creo que lo que hago me forma y va formando mi Ser Humano primero, y profesional luego.

Creo que seguir la motivación para la acción no me autoriza a plagiar, copiar sin mencionar fuentes, improvisar y adjudicarme títulos y profesiones.

Creo que puedo accionar, aún sin condiciones, aprendiendo, republicando, comentando lo que me gusta y por qué, en un post de otro, respetando su autoría.

Creo que puedo tomar ideas y hacerlas mías recreándolas desde mi propio punto de vista.

Creo que debo hacerme cargo de mi ignorancia y trabajar para transformarla en conocimiento y poder personal.

Hubo una vez un emperador que convocó a todos los solteros del reino pues era tiempo de buscar pareja para su hija.

Todos los jóvenes asistieron y el rey les dijo: “Os voy a dar una semilla diferente a cada uno. Al cabo de seis meses deberéis traerme en una maceta, la planta que haya crecido y la más bella, ganará la mano de mi hija y por ende, el reino”.

Así se hizo.

Uno de los jóvenes esperó en vano que la planta brotara.

Mientras tanto, todos los demás no paraban de hablar y mostrar las hermosas plantas y flores que habían sembrado en sus macetas.

Cuando pasaron los seis meses, todos los jóvenes desfilaron hacia el castillo.

Nuestro muchacho estaba muy triste pues su semilla nunca germinó. No quería ir al palacio pero su madre insistió para que fuera. Muy avergonzado y con la cabeza baja, desfiló el último, con su maceta vacía.

Todos los demás se reían y burlaban de él.

En ese momento, el alboroto fue interrumpido por la entrada del rey. Todos hicieron una reverencia mientras el rey se paseaba entre las macetas, admirando las plantas.

Finalizada la inspección, hizo llamar a su hija. Convocó, de entre todos, al joven que tenía su maceta vacía. Los pretendientes se quedaron atónitos.

El rey dijo entonces: “Este es el nuevo heredero del trono, y se casará con mi hija. Os di una semilla infértil, y habéis tratado de engañarme plantando otras plantas. Este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, realista y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener”.

Creo que La Ética…rinde.

¿Y vos…qué creés?

Por el placer de compartir.

Vía: http://ritatonellicoach.com.ar