por Angel Martinez

En mi experiencia laboral y política he podido comprobar la necesidad de ciertos perfiles dentro de los grupos de trabajo. Estas actitudes pueden darse de manera individual en una sola persona o ser actitudes que compartan varias, pero deben estar presentes en todo grupo de trabajo que quiera realizar trabajos exitosos (sea cual sea la definición de éxito para dicho grupo).

Este trabajo es independiente de la organización donde se efectúe, ya sea una actividad empresarial, una organización social o política. Sólo depende de la independencia y la confianza que se tenga en que los componentes del equipo obtendrán los resultados. En cuanto al liderazgo interno, estos perfiles tampoco dependen si existe una figura que lidere el grupo, o si en cambio este poder organizativo está colectivizado y asumido por todos.

1. Creatividad

Darán al grupo soluciones distintas a las habituales para conseguir el objetivo que se han marcado. La creatividad, es una forma más barata, más rápida o más bonita de hacer algo utilizando mejor los medios disponibles. Presentarán el proyecto mejor de lo que creíamos, mejor que los resultados obtenidos. Engancharán a quien no sumara ilusión al proyecto por su distinta manera de enfocar el trabajo.

2. Frikismo

El friki del grupo (no confundir con el creativo) conocerá experiencias diferentes a la realidad en la que habitamos. Son capaces de ver en un episodio de TBBT la solución a un problema común, analizando interiormente dicho recuerdo y soltando la parida precisa en la reunión en la que nos hemos atascado. Han visto cosas tan raras en su vida, que la realidad nunca les sorprende. El miedo al ridículo lo superaron, por lo que expresaran cualquier idea en boca de cualquier personaje de ficción.

3. Actitud crítica

Da igual lo que propongas, le encontrará el fallo. Son los beta-tester de nuestras ideas haciendo que antes de que llegue al público general, tengan un filtro exhaustivo de sus posibles errores argumentales, formales, estéticos, etc. No hay que considerarles destructivos, si no analistas de cosas para mejorar.

4. Vehemencia. El histérico / la histérica

Alguien debe perder los nervios. Ponernos contra las cuerdas, hacer temer por la viabilidad el proyecto, llevar al límite alguna vez la integridad del grupo. Genera cierta tensión necesaria para conseguir objetivos. Tener preparado Miolastan en los momentos precisos para que no superen la línea de flotación del resto. Puede ser sustituido dicho perfil por una persona tendente a ser paranoica.

5. La calma, la paciencia. El calmado

Da igual lo que pase. No le/la vais a poner nervios@. Podrá concentrarse en territorio hostil, cuando las jornadas se alarguen o mientras el friki, el creativo, el crítico y el histérico discutan. Horchata en las venas. Trasmiten confianza.

6. Sensibilidad. El susceptible

Tenemos que tener presente si la creatividad, crítica y el sentimiento-friki no van a causar estragos en la población cuando el proyecto esté preparado. Si alguien en la reunión empieza a llorar, se siente insultado, dolido o criticado personalmente, es que alguien más puede empezar a sentirse así una vez terminado el proyecto. Hay que darles abrazos suficientes y no superar su capacidad de sufrimiento vital.

7. Visión de futuro. El visionario

Son capaces de analizar las consecuencias de nuestras acciones en el futuro. De saber lo que necesitaremos, antes de que lo hagamos. Vieron en VHS muchas veces “Regreso al futuro” y les obsesionaba la idea de poder predecir todo. Verás que para ellos, lo que es tendencia para ti, ya les supone algo aburrido. No hablan del presente si no como un obstáculo para llegar a sus proyectos en mente. Por eso además conoce la planificación de las acciones que debemos acometer.

8. Conservadurismo. El miedica

Analizan los riesgos de las palabras del visionario como ninguno en el grupo. Saben a la perfección cuales han sido las fuerzas del grupo hasta el momento y se toman en serio conservar dichos valores. Parece que no quieren arriesgarse, sacan de quicio al visionario, al histérico y a la persona creativa del grupo. Se llevan bien con el calmado y dan seguridad para la toma de decisiones colectivas.

9. Calidad. La persona tiquismiquis

No hay documento ni trabajo que pueda ser entregado sin una revisión exhaustiva. Si hay una forma más larga de hacer algo, que da más trabajo pero su resultado es más preciso, lo propondrá hasta que consiga gastar todos los recursos disponibles. Propone repetir lo que no haya quedado bien. Es detallista. Aliada de la crítica, pone en riesgo los plazos del proyecto y la paciencia del último integrante del grupo.

10. El negociador

Hacia fuera del grupo consigue vender y comunicar todos sus objetivos, hacia dentro complementa al árbitro sopesando lo que gana y pierde cada uno de los individuos del grupo cediendo en sus opiniones. Contrapesa escenarios y hace ver siempre el preciso para que el valor obtenido sea el máximo entre las partes de un conflicto.

11. El árbitro / mediador

Parece que no tiene opinión propia, pero consigue hacer que todos se entiendan entre sí. Selecciona lo útil de todos y procura fomentarlo, a la vez decide las conductas no edificantes y propone eliminarlas. Intenta que sus opiniones no incendien a la histérica o la persona crítica. Cuando se le pira la pinza al friki, nos da un toque de realidad. Y sabe templar al visionario cuando es muy iluso.

12. El cutre, el vago, el chapuzas

Propone siempre una manera barata y cutre de hacer las cosas, sean cuales sean sus resultados. Va a ser la manera más rápida posible y que menos esfuerzo va a costar al grupo. Sus trabajos no son presentables (ni se os ocurra) pero serán los mejores bocetos posibles ya sea en ideas o en medios necesarios para visualizar un proyecto. Es un conseguidor de los recursos que no disponemos, porque lleva toda la vida tejiendo una red que le resuelva sus pocas ganas de trabajar, su falta propia de recursos. No os va a dejar gastar todo el dinero que pensáis para realizar el proyecto, el podría hacerlo por menos porque no verá necesarias actividades o recursos extraordinarios a lo básico necesario.

El mejor aglutinante para el grupo de trabajo, es el respeto mutuo, el conocimiento de que cada una de estas actitudes están presentes y la toma de conciencia colectiva de los objetivos, por encima de la estabilidad del orgullo individual. Así que si el proyecto va para largo, haga que todos los integrantes conozcan las características del resto y se tomen aprecio, o podrán explotar a mitad del mismo. Por último deje que cada uno trabaje en lo que mejor haga y mejor le haga sentirse. No hay cosa peor para un grupo, que todos sus individuos hagan lo mismo, sean parecidos y deban trabajar exclusivamente en lo que se les mande.

Si quieren ver una serie sobre un buen grupo de trabajo, les aconsejo “The Newsroom” último proyecto del guionista Aaron Sorkin.  Destacar de su biografía que fue detenido “después de que vigilantes de seguridad del aeropuerto de Burbank detectaran en su equipaje de mano hongos alucinógenos, marihuana y crack”. Del fumeta del grupo, ya hablaremos en otro artículo.

Autor Angel Martinez

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