por Germán Antelo Solozábal

Hay un tema que escucho constantemente, ya sea por parte de mis clientes ó en las demás personas,  y ese es, la definición de objetivos, el logro de estos, conseguir metas, ir en dirección a ellos, etc….., pero cuando comienzo interrogar sobre ellos, rápidamente las personas se quedan sin respuestas, aunque tendría que tratarse de algo muy claro y de fácil respuesta cuando se pregunta por ellos, pero no suele ser así, por eso cuando insisto en la definición de metas, objetivos en toda actividad se me mira como diciendo, vaya pesado es este tío.

Cuando comienzo un proceso con un cliente o debo realizar una actividad, ya sea solo o con un equipo, siempre pregunto, “¿Que queremos de esto?, “¿Quién quiero ser?”, ¿A donde quiero llegar?”, para luego establecer estrategias e ir directamente a la acción. Porque cada día tengo más claro que sino sabemos lo que queremos, quién queremos ser en la vida, pues nuestro paso por este mundo será totalmente inadvertido, sobretodo en primer lugar para uno mismo, porque no tener motivaciones que te sostenga en el día a día, la vida se irá volviendo muy monótona, chata, sin emociones, gris y terminará en una profunda tristeza, con la sensación de que se ido el tiempo como agua entre las manos.

Por eso para mí la definición de objetivos me parece más que importante, pero mucho más la visión que queremos para nosotros, porque parece super fácil definir y establecer objetivos, pero cuando te pones contigo mismo a pensar sobre ellos cuesta, se hace dificíl cuando debes encontrar el sentido de ellos, por ejemplo, la mayoría de las personas me dicen, que quieren tener mucho dinero, bien, a lo que respondo, “¿para qué”?, la respuesta es la misma, “ufff para vivir bien, eso, pasarla bien, ehhhh…” la respuesta se va disolviendo, porque tener dinero se puede tener, pero como te hará feliz, es el momento que deberán preponderar los valores de cada uno, porque cuantas personas en el mundo son multimillonarios y están inmersos en la infelicidad total, vacíos en si mismos y viviendo un mundo más que superficial, porque ellos no están honrando a su SER, sus valores. Sin embargo conozco a muchas personas, que el dinero les sobra pero disfrutan de el porque honran en cada momento a sus valores, consiguen objetivos y se acercan a su meta-visión día a día.

Entonces lo primero es saber, quien quiero ser, como quiero verme dentro de veinte años, que cosas son las que me apasionan y quiero definitivamente para mí, entonces una vez que lo tenga claro, establezco objetivos de corto y mediano plazo, para ir cumpliendo pasos, que me motiven y me acerquen hacia el premio mayor, y además lo más importante de todo esto, DISFRUTAR DEL CAMINO, no renegar de él y como hacen muchos durante ese viaje que es el de luchar, renegar, enfadarse y cuando luego de muchos años llegan a la meta, suelen decir “al final desperdicié años de mi vida para esto!!!!”. Por eso dejemos de dar vuelta por las carreteras de la vida, definamos hacia que sitio queremos ir y a partir de allí, escojamos la dirección correcta y vayamos disfrutando del paisaje que tiene este apasionante camino, llamado la VIDA.

Autor Germán Antelo Solozábal

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