por Marria Verdugo

Cuando trabajamos para una empresa, ya sea una Pyme o una multinacional, entenderemos, las retribuciones en especie como un valor añadido en la relación laboral que nos une a esta.

No obstante, la desoladora situación que asola nuestro país desde hace unos años ha provocado que algunas, por no decir muchas de las retribuciones empresariales se hayan visto fuertemente afectadas.

Ya estas navidades, pudimos comprobar cómo, tanto cestas y cenas de navidad se vieron seriamente mermadas, cuando no, anuladas.

Otro es el caso de los coches de empresa, que han sufrido fuertes recortes en los últimos tiempos. Mientras que años atrás más de un 8% de las Pymes utilizaban los vehículos corporativos para retribuir a sus empleados, a día de hoy, es algo muy residual, incluso entre los directivos españoles. Ni siquiera las ventajas fiscales del renting, han logrado que estas empresas superen en 2%, según el Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO). Medida que ha afectado fuertemente a los directivos, quienes han pasado de disfrutar en muchos casos coches de alta gama, a otros más modestos y en la mayoría de los casos a perder tipo de retribución.

Las empresas y los altos directivos se están adaptando a unos presupuestos más austeros de lo que cabe siquiera recordar, reajustando gastos y observando con lupa todo aquello que pueda afectar al funcionamiento de nuestro negocio.

Tengamos en cuenta que gran parte de los directivos no han cambiado los coches de empresa, por el suyo propio, por el bus, el metro o incluso el taxi, sino que según la AER (Asociación Española de Renting), más de 300.000 directivos han perdido su puesto de trabajo desde el inicio de la crisis que afecta a nuestro sistema.

Independientemente de su régimen fiscal, uno de los pocos complementos salariales percibidos y que están presentando un comportamiento  anticíclico son los cursos de formación, este comportamiento se debe principalmente a tres motivos, por un lado muchos de estos son subvencionados por el estado, por otro lado aunque el aumento del paro en los últimos años en nuestro país, ha sido brutal, este ha sido más acusado en puestos de baja cualificación, y por último, al reducirse el tamaño de las empresas, el nivel de especialización de las tareas se ha reducido, por lo que muchos profesionales han precisado de formación para realizar  las nuevas tareas asignadas.

Autora Maria Verdugo

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