por Enrique Álvarez Negosheva

Cada vez que subes a tu coche sabes si tienes gasolina (energía) para llegar a tu destino, conoces la temperatura exterior y del habitáculo, el consumo y el coste por kilómetro recorrido, la velocidad y te avisa si no te has puesto el cinturón de seguridad para que conduzcas seguro. Además, si utilizas un navegador, sabes dónde está tu destino, cuanto tardarás en alcanzarlo y la mejor ruta, o la más económica.

Estos son solamente algunos de los ejemplos, pero estoy seguro que se te pueden ocurrir muchos más. ¿Te comprarías un coche sin cuadro de mando?

Y en tu negocio, ¿tienes un cuadro de mando? ¿Se te ocurre alguna razón para no tenerlo? ¿Y para tenerlo? ¿No te gustaría conocer el estado de tu empresa cada vez que entras en ella?

¿Y por qué no lo tienes ya?

Vamos por partes.

¿Qué es un CM (Cuadro de Mando)?

Es una herramienta ofimática que muestra de modo sintetizado los indicadores clave de funcionamiento de tú negocio.

Existen varios tipos en función de la perspectiva que se quiera adoptar (desde el cliente, desde los procesos, desde la formación, etc.). Según los valores que reflejes en el gráfico, lo podemos llamar Cuadro de Mando Integral, Cuadro de Mando Operativo, etc. En cualquier caso es un conjunto de indicadores clave de tu negocio que, de un golpe de vista, te permite saber si están bien o, por el contrario, si hay alguno que falla.

¿Cómo lo construyo?

1- Coge una hoja en blanco

2- Divide la hoja en tantas partes como áreas o conceptos quieras controlar. Nosotros vamos a proponer un Cuadro de Mando Operativo y elegimos las áreas de Finanzas, Calidad, Ventas, Producción y Almacén.

3- Escribe en cada área los aspectos fundamentales de funcionamiento. Por ejemplo, para el área de finanzas: pagos previstos del mes respecto a ingresos previstos, ratio de liquidez, coste de financiación, rentabilidad, … Para Calidad: porcentaje de rechazos, número de no conformidades, conformidades resueltas, número de mejoras, … En ventas: total clientes nuevos, porcentaje de clientes respecto al total de la cartera de clientes, venta media… Producción: total de artículos fabricados, horas no productivas respecto al total de horas, porcentaje de absentismo, … Almacén: rotación del stock, valor del almacén de materias primas, producto en curso y producto terminado.

4- Establece indicadores de seguimiento de los conceptos apuntados en el punto 3 y definir objetivos a alcanzar para cada uno de ellos.

5- Monta el circuito de información, lo más sencillo posible. Existen productos en el mercado que se ocupan de este trabajo y dependerá de la capacidad de inversión de cada empresa. De todos modos, se puede crear un sistema con las herramientas ofimáticas y un poquito de dedicación.

6- Actúa cuando un indicador se sale de los márgenes previstos.

Espero que la información te haya parecido interesante.

Autor Enrique Álvarez Negosheva – info@organizapymes.com

Si te gustó el artículo y la temática del Blog por favor sería muy interesante para todos que nos dejes tu comentario.

Además, puedes recibir todos los artículos completos en tu buzón de e-mail ingresando tu dirección de correo en:

Tu dirección de e-mail solo se utilizará para mandarte la actualización del blog diariamente.

Muchas gracias por acompañarnos.

Puedes encontrar más material relacionado al presente, en nuestro Blog Grandes Pymes

http://jcvalda.wordpress.com