Hay días o incluso temporadas más largas en las que te entran las dudas, no te Leer más..." />
Hay días o incluso temporadas más largas en las que te entran las dudas, no te convence nada de lo que haces y, peor aún, no te apetece hacer nada. Con lo cual vas posponiendo cosas, se te acumula el trabajo y te sientes peor todavía. Seguro que sabes a qué me refiero porque nos ha pasado a todas en un momento u otro.
Las razones de que te sientas así pueden ser varias: ver que no avanzas o que tu trabajo no da sus frutos, estar agotada tras trabajar muy duro mucho tiempo (¡necesitas unas vacaciones!), haber vivido algún acontecimiento negativo en tu vida, etc.
Sea la razón que sea, la verdad es que son momentos difíciles de los que es mejor salir cuanto antes porque no te benefician ni a nivel personal ni, por supuesto, profesionalmente; ya que no le dedicas a tu trabajo o negocio las ganas que deberías. ¿Qué puedes hacer entonces en esta situación? A mí personalmente me ha ayudado:
Aparte de eso, lo que quiero que tengas en cuenta es que lo importante no es sólo cómo salir de ese estado de apatía y cansancio, sino cómo evitar que vuelva a pasar. Está claro que hay cosas que no puedes controlar, pero hay muchas que sí; así que si quieres evitar volver a ese punto de agotamiento, desánimo y desmotivación, apunta:
Ten clara tu estrategia. Cada cierto tiempo párate a definir qué quieres profesionalmente (y personalmente también) y qué acciones necesitas llevar a cabo, para que si hay otro momento de bajón no tengas que plantearte qué hacer después, sino seguir tu propio plan. Porque no siempre estás para pensar en estrategias, ¿verdad?
Lo mismo que mencioné antes, pero esta vez no para recuperarte sino para prevenir. Es obvio, sí, pero ¿lo haces? Oblígate si es necesario a desconectar a menudo, tómate días libres y si ya los tienes aprovéchalos para desconectar del todo. No hagas nada relacionado con tu negocio o trabajo. No tiene sentido que te pases el fin de semana conectada a las redes sociales o adelantando trabajo, eso no es descansar. Igual que todos los días te lavas los dientes (o deberías ; ), planifica tiempo de desconexión. Semanal, anual, diario y lo tienes que respetar tu misma y hasta ponerlo en tu agenda si es necesario.
Por ejemplo, yo todos los días antes de sentarme a trabajar me reservo 30 minutos para mi, que aprovecho para hacer cosas no relacionadas con mi negocio: llevo a mi hijo al cole, desayuno tranquilamente, leo un rato, ordeno la casa, lo que sea. Así me levanto con ganas porque sé que antes de trabajar tengo mi ratito.
Empieza a pensar en sacar ratitos para ti a diario, semanalmente o anualmente (a mi nadie me quita mis vacaciones de Navidad, verano y semana santa). Descansar y desconectar es imprescindible para tu salud mental.
Esto también lo he nombrado innumerables veces. En muchas ocasiones lo que pasa es que das demasiado, cedes demasiado, tienes que conocer tus límites y aplicarlos. Eso te hará todo más llevadero.
Como siempre, poner en práctica esto muchas veces no es fácil. Sobre todo cuando tienes mucho trabajo, una profesión muy exigente o cuando te apasiona lo que haces y te resulta difícil desconectar (como me pasa a mí) y parece que te da algo si no miras tu correo una vez más, pero la recompensa merece mucho la pena.
Así que, ¿por dónde vas a empezar tú?
Autora Aida Baida Gil
Si te gustó el artículo y la temática del Blog por favor sería muy interesante para todos que nos dejes tu comentario.
Además, puedes recibir todos los artículos completos en tu buzón de e-mail ingresando tu dirección de correo en:
Tu dirección de e-mail solo se utilizará para mandarte la actualización del blog diariamente.
Ten la precaución de escribir bien tu dirección y luego debes confirmar la suscripción aceptando un mail que recibirás en tu casilla desde Feedburner. Sólo entonces estarás realmente suscripto !!
Muchas gracias por acompañarnos.
Puedes encontrar MUCHO más material relacionado a este tema que te interesa en nuestro Blog Grandes Pymes