Y es la unión de estas entidades la que hace posible la mayor colocación de empleos en el mundo, no es igual tener una gran compañía con determinado número de empleados concentrados a que existan varias con gran cantidad de colaboradores ubicados. La concepción de que cualquiera puede ser empresario y contratar personal tomó mucha fuerza desde la década de los 70s hasta ahora, y si bien es cierto que podría considerarse que aquel que tenga una idea brillante puede incursionar en el mundo empresarial, también lo es el hecho de pensar “que una vez dentro cómo te vas a sostener”.

No en vano, se pueden apreciar índices como en los Estados Unidos por citar un caso, donde el 40% de las PYMES perecen ante el mercado antes de los 5 años de existencia, dos tercios de estas pasan a la segunda etapa de empresa y tan sólo el 12% sobrevive y… de las que sobreviven ¿cuantas pueden competir a nivel global?, esto, claro hablando de los Estados Unidos, una economía grande, un competidor fuerte, pero entonces qué queda por decir de aquellas que se encuentran ubicadas en América Latina, China, Asia, Europa. Acaso moverán únicamente su aquí y su ahora, o su aventura irá más allá de las fronteras de su propia empresa, región o país logrando sostenibilidad, crecimiento y expansión.

Existe entonces un factor diferenciador: “las personas”, porque una empresa no son productos, muebles, servicios, infraestructura y números entre otras cosas, simplemente no se mueve sin el FACTOR HUMANO, dueño de la ventaja competitiva, de la visión, del crecimiento, de la innovación, de las ideas, del desarrollo y del conocimiento.

Los Recursos Humanos son el valor, de más “valor” en las organizaciones, es por esto que al constituirse es de suma importancia planear y conocer las necesidades del producto o servicio a ofertar y su legalidad, como de las personas que se van a requerir partiendo desde una selección idónea, exaltando sus competencias, conocimientos y su deseo de crecer, ya que finalmente, el crecimiento de las personas también determina el crecimiento de las empresas.

Curiosamente el pequeño emprendedor no tiene en cuenta todas estas variables, sin embargo, si se detuviera a reflexionar en ellas lograría niveles productivos más elevados y por supuesto se dedicaría a hacer lo que debe, que es vender su negocio y no a realizar otro tipo de actividades que distraen su razón de ser como gerente.

Crear un Modelo de Gestión de Recursos Humanos, no sólo le permitiría a las instituciones fluir en sus procesos, hacerse más productiva, seleccionar y alinear al personal con los intereses de la misma sino que también demostraría interés hacia los colaboradores, implicándolos y motivándolos.

Vender esta idea puede representar números o gastos en la cabeza de quien lo analiza y seguramente así será, pero el empresario visionario proyectándose al futuro no puede quedarse en la inmediatez, muy por el contrario debe estimar a largo plazo los beneficios que puede tener el organizar su empresa desde un inicio sin dejar nada a la deriva.

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