por Dionisio Melo

Aunque no siempre se puede conseguir lo que se quiere, siempre se obtiene lo que espera. Sorprendentemente, el poder de la fe y la esperanza trabaja con la misma eficacia con sus sentimientos de inseguridad y limitación como lo hacen con sus pensamientos de éxito y logro. Piense en función de derrota o fracaso o de éxito y logro y eso encontrará.

La creencia es un estado muy poderoso de la mente. Su sistema de creencias no sólo define y da forma a lo que es, sino que también determina su potencial. Henry Ford tenía razón cuando dijo: “Tanto si piensas que puedes o piensas que no puedes, tienes razón.” Su sistema de creencias, simplemente lo acepta como la verdad.

Earl Nightingale, cofundador de la Corporación Nightingale-Conant, concluyó que “el más extraño secreto de la vida es que te conviertes en lo que piensas todo el día”. Si quiere saber dónde están sus pensamientos predominantes y donde se encuentran y lo que creen, mire lo que está experimentando en su vida. Sus pensamientos son creativos por naturaleza y se expresan a través de sus emociones, que a su vez, impulsan sus acciones. Todo lo que dice, tanto positiva como negativa, es, literalmente, una afirmación.

“Cuide sus pensamientos, porque se convierten en palabras. Elija sus palabras, porque se convierten en acciones. Entienda sus acciones, porque se convierten en hábitos. Estudie sus hábitos, ya que se convertirán en su carácter. Desarrolle su carácter, porque se convertirá en su destino.” – Anónimo

Hace muchos años, me enteré de un nuevo y ansioso agente de seguros que acababa de recibir su licencia y estaba buscando prospectos. Se encontró con un hombre de negocios exitoso que había accedido a proporcionarle referencias. A medida que el empresario le entregaba al novel agente de seguros de diez referencias, le pidió que se ponga en contacto con los prospectos de inmediato y volver a él con los resultados.

Dos semanas más tarde, el vendedor entusiasta cae por la oficina del hombre de negocios para darle retroalimentación y pedir más referencias. El agente de seguros se complace en anunciarle que ¡ha sido un gran éxito! Con orgullo declaró que ya había contactado y vendido pólizas de seguros para siete de los referidos y todavía estaba tratando de ponerse en contacto con los otros tres. Tras agradecer al empresario por darle los diez prospectos, le preguntó si había pensado en otras referencias que podría darle.

El empresario sonrió y dijo que estaba muy ocupado en ese momento. El vendedor de seguros quedo sorprendido ante la respuesta pero el empresario le informó de que los diez prospectos anteriores no eran sus contactos personales, sino más bien los nombres que había escogido al azar de la guía telefónica. Sugirió que el vendedor siga adelante y consiga los próximos diez prospectos del mismo directorio telefónico.

El astuto hombre de negocios enseñó el nuevo vendedor de una lección muy valiosa en el poder de la fe y la esperanza. El vendedor había hecho esas ventas con la creencia de que se le había dado diez prospectos calificados. Por lo tanto, se mostró confiado y con ganas de ponerse en contacto con los clientes potenciales y esperaba hacer las ventas con poca o ninguna dificultad.

Usted ¿Cuál es su creencia acerca de su mercado y qué expectativas tienen para su éxito? Sí, la fe es de hecho un muy poderoso estado de ánimo

Autor Dionisio Melo

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