por Juan Sebastián Celis Maya

Si no conoces el término, procrastinación significa Perder El Tiempo.

Pero hablemos seriamente del tema, la procrastinación simplemente es un asesino de sueños.

Cuando procrastinamos, o postergamos tareas verdaderamente importantes, realmente le estamos diciendo a nuestra vida ideal: Hasta Pronto.

Y es importante considerar cuáles tareas son realmente importantes y cuáles simplemente aparentan serlo.

Contestar una llamada puede parecer importante, pero en más del 90% de los casos no lo es. Quizás es importante para quien llama, o quizás ni siquiera lo es para ambos.

Usualmente nos encontramos envueltos en actividades Urgentes… Lo cual es la otra cara de la moneda. Las tareas urgentes, son aquellas que hay que hacer YA, si o si, pero que por lo regular no nos reportan más felicidad, más éxito, o más plenitud.

Es importante saber que muchas veces, procrastinar puede significar simplemente gastar nuestro tiempo en cosas innecesarias.

Cuando tienes un trabajo pendiente, y el resultado de ese trabajo te acercará mucho más a tus metas y a tu éxito, dedicarte a otra cosa con menos impacto, en vez de a dicho trabajo, resultará al final en que tendrás una vida mucho más mediocre.

La mediocridad, a pesar de que suena bastante fuerte, y muchos simplemente no nos consideramos “mediocres”, ciertamente es una plaga.

Y lo peor, es silenciosa.

Uno no se da cuenta cuando es mediocre, porque todos tenemos la creencia de que estamos en lo correcto.

Se dice que lo más equitativamente distribuido es la razón… Todo el mundo cree tener suficiente.

Entonces, es importante que –o alguien nos diga que estamos haciendo las cosas mal–, o nosotros nos demos cuenta por cuenta propia.

Y es importante que sea pronto, porque mientras más tiempo pase, más difícil se vuelve salir del ciclo procrastinativo que deteriora nuestra vida.

Prácticamente se podría decir que la pérdida de tiempo es como una droga que genera adicción. Y ya sabemos que las drogas nunca llevan a nada bueno.

Cuando tengas pereza de dedicarte a algo que te producirá resultados positivos (aunque ciertamente requiera de tu esfuerzo a pesar de la desmotivación), recuerda que es tu mente subconsciente infectada por la plaga, la que quiere detenerte de triunfar.

Si te encuentras procrastinando, toma un profundo respiro, detente, cierra los ojos, e imagina lo fracasado que serías si toda tu vida sucumbieras ante la postergación.

Es fácil en cuestión de segundos sentir bastante rechazo hacia una vida de fracaso, y por tanto, asignar dicho rechazo a las actividades de relleno.

Luego de esto, ten claro que si no actúas, será cada vez más difícil recuperarte de tu adicción, recuerda que tu cerebro crea caminos neuronales hacia lo más común… Y por si fuera poco, vives en una zona de confort.

Lo importante, es que logres discernir cuándo estás perdiendo el tiempo, y así como lo haría una persona exitosa, te detengas y empieces a llevar a cabo acción masiva camino al éxito.

La procrastinación es tu enemiga… Y el primer paso para vencerla, es darse cuenta de su existencia, a pesar de su sigilo.

Autor Juan Sebastián Celis Maya

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