Por Borja Prieto.

Entre los individuos que se resisten al cambio en una gran organización, o quieren sabotear un Leer más..." />

Un espacio para aprender que no es necesario ser una empresa grande para ser una Gran Empresa
Home » Gestion del Cambio » La resistencia viscosa. 8 formas de oponerse silenciosamente a los cambios.

no cambioPor Borja Prieto.

Entre los individuos que se resisten al cambio en una gran organización, o quieren sabotear un proyecto, la técnica que mejores resultados suele dar es la resistencia viscosa. 

Consiste en no oponerse frontalmente a nada pero generar tal viscosidad alrededor de los que intentan llevar adelante el proyecto que éstos acaban agotados del esfuerzo, como si tuvieran que nadar en una piscina de mermelada.

Es una técnica inteligente, porque nadie puede acusar de sabotear, e incluso puede haber apariencia de colaboración, de tal manera que alguien ingenuo puede tardar mucho en darse cuenta de que un supuesto colaborador en realidad lleva tiempo trabajando en contra del proyecto.

No porque ninguno de mis lectores la vaya a aplicar, sino para que podáis detectarla si os la aplican, os detallo algunas técnicas:

1. Implicar en el proyecto a unidades no interesadas en él.

Se hace bajo la apariencia de “colaboración” o “apertura” o alegando que esas unidades tienen información relevante. El hecho de que no tengan interés, provoca que sea prácticamente imposible encontrar huecos para reuniones, que la persona asignada no tenga relevancia y por tanto su papel se limite a decir “transmitiré a mi jefe todo esto”, que no realicen las tareas que se les asignen…

2. Apelar a la normativa.

¿Ley de protección de datos? ¿riesgos laborales? ¿ISO 9001? ¿ITIL? Cualquier excusa es buena para plantear que la iniciativa hay que estudiarla con más cuidado, analizar sus implicaciones más profundas, valorar qué problemas puede encontrar la organización antes de lanzarse a la aventura…

3. Llevar el tema al departamento jurídico.

¿Hay un abogado en la organización? Es un aliado natural para bloquear cualquier iniciativa. Si se le implica en ella, él solito se encargará de agotar la paciencia de cualquiera que pretenda mover un dedo.

4. Parálisis por análisis.

Ante cualquier propuesta, buscar al menos dos o tres alternativas. Que todas ellas pueden ser más o menos razonables, pero cada decisión implica análisis, pruebas, recabar más información, reuniones, consenso… retrasos.

5. Posponer las tareas.

Esperar hasta el último momento para entregar algo, y luego poner una excusa por la cual no se ha podido cumplir el calendario previsto. Si hay alguna tarea que no tiene fecha límite, posponerla indefinidamente.

Lectura relacionada  Gerenciando a la velocidad del cambio: ¿Cómo desarrollar habilidades para triunfar y prosperar en un escenario donde otras mujeres fracasan?

6. Generar tareas secundarias que se encargan a terceros.

Cuanta más gente implicada, más probable es que alguien falle. Si el saboteador es hábil y consigue involucrar a holgazanes de reconocido prestigio, puede permitirse el lujo, además, de cumplir con sus tareas y quejarse de lo poco que colabora el resto.

7. Iniciativas espontáneas.

Consiste en aportar ideas que “enriquecen” el proyecto. No hay que hacer al principio, porque entonces pierden la gracias. Se trata de que vayan apareciendo de vez en cuando, para distraer al personal del objetivo esencial. El líder del proyecto a lo mejor acaba reconociéndolas como lo que son, pero alguien habilidoso puede enganchar a otros el tiempo suficiente como para distraerlos durante un tiempo con cada iniciativa.

8. Guerra de competencias.

Es una de las armas más potentes, por eso la dejo para el final. No hay nada que pueda bloquear una iniciativa como una guerra de competencias entre dos o más jefes. En función del lado en el que esté, el jefe implicado adoptará la postura de “quién se ha creído que es este para meterse en mi huerto” o bien la de “ese neandertal incapaz de evolucionar no me va a parar a mí esta iniciativa”. En cualquier caso, una vez desatada las fuerzas se dirigen contra el enemigo, y no para impulsar el proyecto.

Y vosotros ¿habéis sufrido la resistencia viscosa? ¿conocéis otras técnicas?

¿Quién escribe esto?

Soy Borja Prieto y escribo este blog para ayudarte a crear tu empresa, aprovechando al máximo tus recursos y procurando evitar los errores que otros hemos cometido.

Fuente http://manuelgross.bligoo.com/20131016-la-resistencia-viscosa-8-formas-de-oponerse-silenciosamente-a-los-cambios

Flyer JC terminado

Si quieres ver más posts de la misma categoría, haz click aqui:


Comentarios (0)

  1. Mario H Gabach dice:

    Excelente el tema de la Resistencia Viscosa ! Me toco sufrirla y es realmente cierta !!!!

  2. […] Resumen artículo “La resistencia viscosa. 8 formas de oponerse silenciosamente a los cambios” […]

Responder a Práctica 5 – La Resistencia al Cambio. Causas, Antídotos y Modelos de Gestión del Cambio | Portafolio GGTI Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.