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por Autor Pablo Dominguez
En los últimos años el “rol desapercibido” de la mujer ha ido quedando atrás. Hoy no sólo las empresas familiares sino en general cualquier empresa son más conscientes del gran aporte complementario que da el rol femenino para sacar adelante cualquier proyecto empresarial, sin embargo en mi experiencia veo que aparecen diversas barreras en la cultura familiar que dificultan su acceso y ascenso.
Un conflicto se soluciona mejor si se ve desde distintas perspectivas. La realidad de la empresa familiar es tan rica que privarla de la “visión femenina” es como quedarse ciego de un ojo, se puede ver – pero mejor se ve con los dos.
“El rol que la mujer desempeña en la continuidad de la empresa familiar, transmitiendo desde la infancia los valores familiares, modelando la actitud de sus hijos con respecto al trabajo y la riqueza. (“El poder de una madre”, Ivan Lansberg)”
La llamada “intuición femenina” se explica por la capacidad de la mujer de captar y relacionar la información verbal y no verbal con rapidez, es decir puede hacer un análisis completo muy rápido, una cualidad muy importante para el trabajo en equipo por ejemplo, donde para ella puede privar el consenso y la cooperación antes que el control.
En la empresa familiar se ve la participación de la mujer en distintos roles:
Estas son algunas de sus cualidades complementarias tanto para las que trabajan dentro y fuera del negocio familiar:
– Capacidad de liderazgo, fortaleza para hacer frente a muchas dificultades.
– Alienta la participación, dan mucho valor a la comunicación interpersonal.
– Parten de las realidades prácticas, son más rápidas, operativas e informales.
– Busca hacer posible la conciliación de la vida profesional y familiar/personal así como conservar la unidad y la armonía familiar.
– Se preocupa de la educación de los futuros empresarios y los futuros sucesores como personas, con los valores familiares.
Generalmente las esposas de los fundadores son las que lo cubren en la casa y la crianza de los hijos, las que aportan el equilibrio y la mediación en las discusiones de padres e hijos.”
Un estudio de la Universidad de Columbia en el 2008 demostró que las empresas donde hay mujeres en puestos directivos senior obtienen mejores resultados económicos. Sin embargo en otro estudio sobre “las mujeres en el Consejo de Administración de las 300 empresas españolas más importantes” (2001), solo el 24% tienen mujeres en sus consejos de administración, lo interesante es que muchas de las empresas que prefieren no contar con mujeres en puestos de dirección venden productos y servicios de consumo femenino, es decir, ven el negocio pero podrían “ver mejor”.
En definitiva, ya sea el rol que cumpla en la empresa familiar; fundadora, esposa del fundador, madre, ama de casa, hija, hermana, etc. Tiene mucho que aportar, para ello animo a los miembros del Consejo de familia también apostar por su formación para que puedan ocupar puestos de dirección si tienen la preparación y competencias requeridas.
Autor Pablo Dominguez
