Por: Ing. Armando Castro

Existen muchos libros, revistas, artículos de personas expertas que hablan sobre la planificación estratégica en las empresas, la mayoría coincide sobre la importancia de la planificación, haciendo mayor énfasis en su aplicación a la gran empresa (en El Salvador aquellas que cuentan con más de 100 colaboradores), muy pocas abordan y relacionan el tema a la micro empresa.

Hace un tiempo atrás, tuve la oportunidad de dialogar con un alto ejecutivo de un Banco, él comentaba que las Microempresas no tienen que andar planificando, pues deben luchar por su día a día. Esta conversación resuena hoy en mi mente y deseo fundamentar por qué la planeación estratégica es de vital importancia para el buen desarrollo de una empresa, sea esta micro, pequeña, mediana o grande.

El ser humano no puede salir adelante sin que exista una planificación estratégica de su vida. Cuando nacemos, son nuestros padres los que tienen esa Visión del recién nacido, ¿quién no sueña que su hija o hijo se convierta en un gran médico, o una excelente abogada o en deportista, etc.?. Ese sueño es el que impulsa a trabajar en el día a día y desarrollar la Misión que es con la que se asegura que este niño o niña llegará a realizar ese sueño… Lo mismo sucede en las empresas por pequeñas que sean. Si la persona emprendedora no tiene un sueño, difícilmente va a saber enrumbar a la empresa y la Misión, ese día a día no tendrá un sentido, ni llevará a ningún lado a la empresa.

Ese es el primer gran problema de las microempresas, no definir desde un primer momento ese sueño, cómo ver a la empresa en el largo plazo. Por tanto aunque el empresario o empresaria tenga años de tener su microempresa y nunca haya definido su Visión, vale la pena hacer el ejercicio, es decir considerar cómo ve a su empresa en 10 ó 15 años. Esto le permitirá analizar, si lo que se hace o se piensa hacer, es acorde a lo que quiere para su negocio.

Se ha demostrado que si las personas que están a la cabeza de las empresas definen eficientemente la misión de su organización, estarán en mejores condiciones de dar dirección y orientación a sus actividades. Funcionaran mejor y se tornaran más sensibles ante un ambiente de constante cambio.
Una buena planeación estratégica puede permitirle a las personas empresarias, responderse las siguientes interrogantes:

• ¿En qué negocio estamos y en qué negocio deberíamos estar?
• ¿Quiénes son nuestros clientes y quienes deberían ser?
• ¿Cuánto es mi ganancia y cuanto debería de ser?

Definir la Visión y la Misión, permite a las personas empresarias o gerentes de una organización (por pequeña que sea), establecer estrategias adecuadas ante diferentes situaciones que se van presentando en el entorno de la empresa. Esta situación es otra gran ventaja de la planificación estratégica en las microempresas, ya que se va desarrollando un proceso para la toma de decisiones, permitiendo eliminar las corazonadas o impulsos sin fundamento en la toma de las decisiones de la empresa.

Existen muchas metodologías para elaborar el plan estratégico en una empresa. En la década de los noventa Robert Kaplan y David Norton desarrollaron el Balance Scorecard (Cuadro de Mando Integral) cuya implementación en las empresas permite convertir la Visión en metas operacionales, comunicar las estrategias a todas las personas que trabajan en la empresa, medir de un modo sistemático la realización de acciones, ejerciendo acciones correctivas oportunas y considerar a una empresa, por pequeña que sea, como un sistema que está íntimamente relacionado entre el personal el cual debe ser capaz y con las herramientas suficientes para desarrollar su trabajo; los procesos que estos desarrollan, los cuales deben ser excelentes y en los que la empresa debe sobresalir; el mercado que se atiende el cual deberá estar satisfecho y finalmente las finanzas las cuales estarán bien en la medida que pueda satisfacer las demandas de mi mercado.

El Cuadro de Mando Integral es una metodología excelente y de gran impacto para mejorar la gestión de su empresa, no importando su tamaño. Permite que el empresario o empresaria pueda medir el desarrollo de su negocio y evaluar el grado de cumplimiento de las metas que se ha propuesto alcanzar en diferentes períodos.

El tener una empresa con una sola persona, cinco, cien o mil, no es el criterio para hacer o no un plan estratégico. Si usted no tiene el suyo, este es el mejor momento de comenzar…