por Mercedes Matas

Una cosa nefasta que hemos aprendido y bien aprendido los humanos es estar enfocados siempre hacia fuera, si no nos gusta la vida que llevamos pensamos que las cosas no nos salen bien y nos convertimos en adictos de las críticas y los juicios contra nosotros mismos.

Seguramente que más de una vez has pensado que fulanita o menganito son mejores que tú y te has dicho a ti mismo cosas como: “Soy un desastre, nada me sale bien, si solo tuviera la suerte que tiene Luis/Luisa” Déjame decirte que este es un pensamiento desastroso.

Llega el momento en que esa manera de pensar se convierte en una costumbre muy normal y ni siquiera reparas en ello, simplemente sigues drenando tu energía y repitiendo una y otra vez las mismas situaciones en tu vida, situaciones que te llevan a los mismos resultados.

Nunca te enseñaron a AMARTE, a entrenar esa vocecilla interna para reconocer las cosas buenas y bonitas sobre ti mismo. Incluso habrás oído como, aún sin mala intención, tus mayores, amigos, maestros… te insultaban llamándote cosas como: “Eres un desastre” “Eres un estúpido” “Eres tonto” “No vales para nada”

Y no te planteabas si esas cosas eran ciertas o no, las aceptabas y por tanto las hiciste tuyas.

Ahora, sin darte cuenta te repites mentalmente eso que otros te dijeron. Esa repetición mental es tu diálogo interno, algo de lo que muy pocas personas se ocupan.

Si las raíces del manzano están envenenadas, ¿Qué manzanas traerá?

Es hora de plantearte el observar las cosas que te dices a ti mismo, es hora de empezar a tener en cuenta la parte que no se ve pero que sí tiene repercusiones en el mundo visible.

La salud no es solo cuestión que atañe al cuerpo físico, la salud es necesaria en todos los campos de tu vida: cuerpo físico, mental, emocional y espiritual. Es momento de que esto deje de sonarte raro y tomar cartas en el asunto.

La salud de tu diálogo interno repercute en todas las demás áreas de tu vida, ¡Y cuanto!

¿Qué quiero decir con “la salud de tu diálogo interno”? Quiero decir que lo que te cuentas a ti mismo sobre ti mismo y sobre la vida TIENE PODER, tiene el poder de fortalecerte o destruirte.

Por ejemplo, ¿qué crees que conseguirá una persona que quiere abrir un negocio y se pasa el día repitiendo mentalmente: “Yo no sirvo para eso” “Yo no tengo ni idea de negocios” “Pero si soy un desastre y nada me sale bien, como me va a salir bien esto” “Soy un iluso pensando que yo puedo crear algo”…

Más pensamientos negativos (los pensamientos negativos son cosas que te dices a ti mismo, así como los positivos, ¿cuáles eliges tener?): Soy feo, soy fea, bajo, gordo, inútil, ignorante, insensible, no tengo amigos…

La persona que piensa así se está destruyendo

Solo tienes que hacer un pequeño ejercicio… observa cómo te hablas a ti mismo, date cuenta de cuál es tu diálogo interno, luego mira como te hace sentir. Proponte por día solo por un día cambiar las cosas negativas que te dices por cosas positivas y observa tu cambio emocional, tu cambio en tu estado de ánimo.

Las cosas que te cuentan tienen poder para bueno o para menos bueno. Entrénate para usarlo para tu mayor bien.

Mercedes Mata
“Start Up Business Coach”
www.mercedesmata.com

Sobre la autora:

Mercedes Mata es directora del proyecto “Creando una Mente Amiga” fundadora de Emprender Con Corazón. Coach y Mentora que ayuda a coaches, terapeutas y profesionales independientes a lanzar sus negocios en internet.

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