Por Marc Chernoff
“Sólo hay dos formas de vivir tu vida. Una es pensando que nada es un milagro. La otra es pensar que todo es un milagro.” – Albert Einstein
“Hoy estoy celebrando mis 90 cumpleaños. He visto al mundo cambiar muchas veces. Es increíble el progreso que hemos tenido. Cuando era niña no había televisión, y ahora estoy online, escribiendo esto en una tablet con pantalla táctil que mi nieto me regaló por mi cumpleaños. Este paseo que llamamos ‘vida’ es increíble!“
Esas son las primeras líneas de un email que recibí esta mañana de una lectora llamada Mary Ann. El resto de su email habla de los altibajos que tuvo en su viaje de 90 años, y cómo ella percibe la vida como si fuera un “rompecabezas que estamos armando” pero que nunca podremos completar. “Es loco cómo algunas piezas al azar se pierden, y entonces otras piezas que ni siquiera sabías que existían encajan tan perfectamente en los espacios vacíos,” dice.
Las sabias palabras de Mary Ann me recuerdan que siempre habrá altibajos en la vida, pero a fin de cuentas, al finalizar el día, eso es lo que hace que cada uno de nosotros sea lo que somos. Es por eso que tienes que aprender a aceptar lo bueno y lo malo que caiga en tu plato con gracia. Porque todo en la vida pasa por ti, no para ti. Todo pasa exactamente cuando tiene que pasar, ni demasiado pronto ni demasiado tarde. Por cada cosa que pierdas, ganarás otra; y por cada cosa que ganes, perderás algo más. No te tiene que gustar, pero es más fácil si lo hace.
Así que presta atención a cómo ves la vida. Cada día podrás, o lamentarlo o gozarlo; es tu elección. Cuando eliges la última, la vida te abre las puertas a experiencias increíbles que probablemente recordarás por siempre.
Aquí tienes 20 de estas experiencias…
1. Fluir y trabajar en los grandes desafíos de la vida. – No importa lo que pase, da lo mejor de ti y sonríe. No podrás disfrutar de tu vida si no disfrutas de tus desafíos. Los grandes desafíos hacen que la vida sea interesante, y superarlos hace la vida significativa.
2. La libertad que proviene de la aceptación. – El secreto de la felicidad y la paz es dejar que cada situación sea lo que tenga que ser, en lugar de lo que piensas que debería ser; y entonces saca lo mejor de ella.
3. Los momentos de sincera gratitud. – Aprecia la vida, incluso cuando no sea ideal. La felicidad no es lograr lo que deseamos, sino apreciar lo que tenemos. Cuando la vida te da todas las razones para ser negativo, piensa en alguna buena razón para ser positivo. Siempre tendrás algo por lo que agradecer.
4. Los hermosos acontecimientos que hacen que todo valga la pena. – Cuando puedas mirar hacia atrás, a los acontecimientos dolorosos, y sentir que fuiste bendecido por cuánto has crecido, por el amor que conociste, por el hecho mismo de haber vivido esos tiempos, entonces, y sólo entonces, podrás apreciar de verdad el rol vital de la gratitud en el proceso de dejar ir.
5. Caminar cómodamente con tus propios zapatos. – Todos somos extraños de alguna manera. Lo que te diferencia puede parecer una carga, pero no lo es. La mayoría de las veces es lo que te hace tan increíble.
6. El momento en el que empiezas a escuchar tu voz interior, en lugar oponerte a ella. – Algunas veces tu mente necesita más tiempo para aceptar lo que tu corazón ya sabe. Respira. Se testigo, no juez. Escucha tu intuición.
7. La alineación de lo que haces con quien eres. – Haz que el resto de tu vida sea lo mejor de tu vida. Crear una vida en la que te sientas bien por dentro, no una que sólo se vea bien por fuera.
8. Usar tus ideas, perspectivas y habilidades para marcar la diferencia. – Si deseas hacer una diferencia en el mundo, debes ser diferente al mundo, y debes ser lo suficientemente valiente como para mostrarlo.
9. Diseñar tu propia vida, y tu propio camino. – No importa cómo vivas, alguien quedará decepcionado. Así que vive una vida de la que estés orgulloso. Vive TU verdad y asegúrate de no ser el único decepcionado al final.
10. Trabajar duro en algo que ames. – El trabajo duro se hace fácil cuando tu trabajo se convierte en tu juego. Nunca subestime el valor de amar lo que haces. Cuando nos perdemos en las cosas que amamos, nos encontramos allí, también.
11. Saber que de verdad les diste a tus sueños una justa oportunidad. – Mayoría de las veces, la única diferencia entre un sueño que se hizo realidad y uno que no, es una persona que no quiso darse por vencido y una que si lo hizo.
12. Reflexionar sobre tu valentía. – Cuando tienes miedo, pero das el siguiente paso de todos modos, eso es valentía.
13. La gloria de conquistar un viejo temor. – El miedo es un sentimiento, no un hecho. La mejor manera de ganar fuerza y confianza en ti mismo, es hacer eso que tienes miedo de hacer. Atrévete a expandirte.
14. Tener suficiente coraje como para crecer y evolucionar. – Se requiere coraje para crecer y convertirte en quien realmente eres. No le temas al cambio. Puede que pierdas algo bueno, pero también puede que ganes algo mejor.
15. El sentimiento que se tiene al final de un día altamente productivo. – La pereza puede parecer atractiva, pero el trabajo conduce a la felicidad. Eres lo que haces, no lo que dices que vas a hacer. Las cosas buenas no le llegan a aquellos que esperan; les llega a aquellos que trabajan en metas significativas.
16. Cuando tu paciencia finalmente da sus frutos. – La paciencia no es la capacidad de esperar, sino cómo actúas y cuan duro estás dispuestos a trabajar mientras esperas que tu trabajo de frutos.
17. Hacer posible lo imposible. – En la mayoría de los casos, imposible no es un hecho; es una opinión. Casi todo es posible si tienes el tiempo y los nervios suficientes.
18. Cuando tienes grandes razones para sentirte impresionado contigo mismo. – Pasa menos tiempo impresionando a los demás, y más tiempo impresionándote a ti mismo. Escala una montaña para que puedas ver el mundo, no para que el mundo pueda verte.
19. Comprométete de verdad con tu propio camino, sin drama. – Deja que las tareas de refinar, mejorar, y apreciar tu propia vida, te mantengan tan ocupado, que no tengas ninguna necesidad, ni tiempo para criticar a los demás, ni quedar atrapado por su drama.
20. Ponerte de pie por ti mismo. – A veces sufrimos, no por la violencia que otros inflingan sobre nosotros, sino por nuestro propio silencio. Cuando alguien trate de intimidarte, ponte de pie y dile: “No tan rápido, amigo! Tu delirio de superioridad es tu problema, no el mío.
Publicado originalmente en MarcAndAngel.com
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