por Antoni Flores

Emprender e intraemprender no deberían ser acciones excluyentes: Los dos son actos profesionales  vitales, el primero (en algunos casos) de supervivencia; el segundo es un acto sofisticado enfocado a cubrir necesidades profesionales elevadas.

Emprender  declinada en primera persona del singular, apela a nuestro sentimiento y acción más heroica, al sacrificio personal y a nuestra capacidad de resilencia. Intraemprender, mucho más natural en términos empresariales, adaptado y contextualizado. Menos anárquico y heroico que el emprender, pero con muchas más probabilidades de éxito, de impacto social y de “motor” de empleo y dimensión empresarial. El  intraemprendimiento fideliza y retienen a los mejores profesionales, obteniendo lo mejor de ellos; es especialmente eficiente en tiempos de bonanza económica, de escasez  de talento, de inflación en la remuneración  y de necesidad de  tracción empresarial.

La organización intraemprendedora:

A diferencia del emprender, Intraemprender es un acto dual, bidireccional, que implica la acción / reacción de dos entes; no pueden existir y desarrollarse los intraemprendedores sin empresas que los reconozcan con una infraestructura previa que los potencie y desarrolle. Primero es el reconocimiento por parte de la empresa, luego la infraestructura (como conjunto de acciones), después,  el intraemprendedor (de forma proactiva).

En la proactividad de la empresa y en las infraestructuras que crea para el intraemprendedurismo radica uno de los principales problemas de la práctica: Los  sistemas organizacionales sobre los que están asentados, en muchos de los casos representan la antítesis de lo necesario para el desarrollo de la práctica. Emprender desde dentro sólo es posible sin una auténtica revolución de las estructuras de la empresa, de la relación con la persona que quiere ejercitar la práctica, de su reconocimiento.

Potenciar el intraemprendimiento significa reconocer a las personas, su energía y compromiso con la empresa; significa reconocer que son el principal motor de crecimiento y creación de riqueza; por encima de otros aspectos más clásicos de la competitividad explotados hasta el momento.

Nuevas necesidades generan nuevas prácticas y éstas necesitan de nuevas infraestructuras y relaciones. La cuestión es clara:

¿Cómo deben evolucionar las empresas que quieran desarrollar el intraemprendimiento?

¿Cómo pueden detectar, desarrollar y retener el talento intraemprendedor ? 

¿Cómo explotar de forma sostenida y proactiva dicho talento?

Veamos a continuación algunos aspectos claves a considerar en el momento de estructurar una empresa que potencia y asume el intraemprendimiento, su razón de ser y su filosofía básica:

1-Intraemprender…para satisfacer:

Una organización intraemprendedora, debe estar enfocada a satisfacer necesidades profesionales sofisticadas de sus miembros. Intraemprender no es un acto de necesidad, no es la reacción directa a una carencia.

Intraemprender  es la consecuencia final, natural y evolutiva de una carrera profesional, donde lo que el profesional busca no son sólo aspectos retributivos o de estatus. Son más importantes los aspectos de realización personal, sentido de pertenencia y propiedad, reconocimiento del trabajo y meritocracia y la estructuración de un espacio “personal” dentro del ámbito laboral

2-Intraemprender…para desarrollar:

Intraemprender es una acción de “largo plazo” y en la mayoría de los casos sin posibilidades de regreso al punto de partida; es el germen de una energía creativa y tractora que debe desarrollarse libremente y en máximos, dentro de un espacio corporativo y de acuerdo al plan estratégico de la compañía que lo ampara. Intraemprender es un acto de libertad y acotación corporativa.

La organización que permite el intraemprendimiento, debe visualizar y aceptar las necesidades futuras que el crecimiento y desarrollo de la acción puedan traer; incluso de escisión de la propia matriz o de relación con otras empresas eternas a la compañía. Si el desarrollo no fluye y se potencia, el intraemprendimiento muere.

3-Intremprender …para reconocer

Permitir el intraemprendimiento es ya de por sí, un acto de reconocimiento:

Reconocemos el compromiso y el sentido de pertenencia a la compañía

Reconocemos un grado superior de experticidad, conocimiento y capacidad de gestión básicos para desdobla a la compañía de origen

Reconocemos que quienes intraemprenden “son uno de los nuestros”, pertenecen al círculo básico de personas que hacen que la empresa sea posible y se desarrolle; alguien al que le “traspasamos” el testigo y la co-responsabilidad de que la compañía trascienda a las personas

Todos estos reconocimientos los hacemos públicos, como acto en sí mismo de reconocimiento de la organización.

4-Intraemprender …para recompensar

Intraemprender es una plataforma que permite recompensar a las personas de un modo distinto al convencional,  basado en la mayoría de los casos en remuneración económica y en la proyección dentro de la organización.

Intraemprender nos permite recompensar de forma natural y meritocrática; con el causa efecto de la riqueza generada. A mayor crecimiento y logros, mayor recompensa y para ello no hay nada mejor que recompensar con parte de la propiedad de la riqueza generada

Recompensamos con evolución profesional, permitiendo al profesional desarrollarse  en entornos nuevos y desconocidos que aportan a su carrera una visión transversal, holística y más generalista; permitimos que se cierre el círculo de la responsabilidad profesional.

5-Intraempreder…para retener, fidelizar y crear sentido de pertenencia

El acto final del intraemprendimiento es “el sentido de pertenencia”, el estadio superior de la fidelización y retención del talento

El intraemprendedor está íntimamente unido a la causa fundacional de la compañía;  causa que no es únicamente económica, es una forma de entender y aportar filosofía a la vida, de desarrollar la riqueza del entorno, de evolucionar la sociedad, etc. El intraemprendedor debe pertenecer al grupo de personas que hace que todo ello sea posible

6-Intraemprender…para compartir

Facilitar el intraemprendimiento es un acto de compartir:

Compartimos propiedad y riqueza generada

Compartimos responsabilidad y energía desarrolladora

Compartimos reconocimientos y fracasos

Y… finalmente: Compartimos espacios, momentos y vivencias de aquellos que tienen la responsabilidad de hacer que las cosas pasen y sean posibles

Fuente http://www.antoniflores.com/3-la-organizacion-intraemprendedora-6-aspectos-clave/

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