Por Oscar Avila, Zareen, Rosy Guerra.

Todos tenemos sueños. Si importar si son grandes o pequeños, tienen mucha importancia en nuestras vidas. No debemos permitir que nos gane la indecisión que todos tenemos. La pequeña locomotora que sí pudo tenía razón en cuanto a tener esa mentalidad de “creer que sí puedes”. Simplemente con un poco de planificación, es muy fácil lograr un objetivo.

Parte 1 de 3: Establece los objetivos

1. Empieza hoy a trabajar para lograr tus objetivos.

Pregúntate: “¿Qué puedo hacer hoy para superarme, aunque sea un poco, que me acerque a lograr mi objetivo?”. Podría decirse que el primer paso es el más importante porque crearás ese impulso que tanto necesitas y que hará que renunciar a tu objetivo sea desalentador y estratégicamente más difícil. Eleanor Roosevelt dijo: “Todos los días, haz algo que te dé miedo”.

2. Al establecer tus objetivos, piensa en establecer objetivos SABIOS.

SABIO (SMART en inglés) es un acrónimo y una mnemotécnica que te dará un sistema para pensar en los objetivos. A los educadores y entrenadores les gusta usar este sistema porque te obliga a sentarte y a diseñar realmente tus objetivos de forma inteligente para que al final sean más fáciles de lograr. SABIO significa:

• S – Señalado (o significativo).
• A – Alcanzable (o asequible).
• B – Bastante medible (o beneficioso).
• I – Importante (o inconfundible).
• O – Oportuno en el tiempo (u orientado a la acción).

3. De acuerdo con SABIO, debes asegurarte de que tu objetivo sea señalado y definible.

Un objetivo definible podría ser algo como: “Me gustaría perder 20 libras en tres meses” o “Me gustaría ganar una competencia de Scrabble“. Los objetivos específicos y definibles te ayudarán a seguir avanzando y te harán saber que son factibles.

Un objetivo que no sea específico, como: “Me gustaría convertirme en un mejor ser humano” es tan impreciso que es prácticamente inútil. Podrías convertirte en un “mejor ser humano” lavando los platos o logrando la paz mundial. ¿Entiendes lo que significa?

En lugar de pensar en objetivos muy generales, procura que sean específicos. Después de todo, si estableces un objetivo de ofrecerte como voluntario para el día de Acción de Gracias, hay buenas probabilidades de que te hayas convertido en un mejor ser humano.

4. Asegúrate de que tu objetivo sea medible.

¿Cómo sabrás si ya lograste tu objetivo? ¿Lo habrás logrado cuando sientas que lo lograste, lo cual puede ser poco confiable, o lo habrás logrado cuando hayas sobrepasado un umbral o cuando llegue un día?

5. Pregúntate: “¿Mi objetivo es alcanzable?”

¿El objetivo involucra una acción? Este paso no se trata tanto de asegurarte de que el objetivo sea teóricamente posible, sino de asegurarte de que el objetivo sea personalmente práctico. Esta es la diferencia entre los dos:

• Un objetivo teóricamente posible podría ser llegar a la Luna. Sí, lo han hecho muchos seres humanos, por lo que es técnicamente posible. Pero ¿qué tantas posibilidades tienes de llegar allí? Si es tu mayor sueño y eres astronauta, tal vez tengas más posibilidades. Pero para la mayoría de nosotros, simplemente no es un objetivo práctico.
• Un objetivo personalmente práctico, en lugar de llegar a la Luna, sería conseguir un trabajo remunerado como astronauta. Sí, es muy difícil ser astronauta y que te paguen por hacerlo, pero es un objetivo mucho más práctico que llegar a la Luna.

6. Trata de establecer un objetivo que sea relevante o gratificante para ti personalmente.

La mayoría de las personas establecen objetivos esencialmente relevantes para sus necesidades y situaciones personales. Las personas ignoradas establecen objetivos para destacarse. Las personas con sobrepeso establecen objetivos para ponerse en forma. Pero de vez en cuando, las personas establecen objetivos con los que realmente no se comprometen, pero que piensan que deberían hacerlo. (Convertirte en abogado sólo porque tu padre es abogado). Trata de no hacerlo.

Una de las cosas grandes por las que la gente se arrepiente al final de su vida es no haber vivido siendo fiel a su propio ideal, sino haberse enfocado en las expectativas de los demás. Vive una vida siendo fiel a ti mismo, estableciendo objetivos que realmente te importen.

7. Asegúrate de que tu objetivo sea limitado en el tiempo.

En otras palabras, traza un plazo límite para cumplirlo. Si te fijas una fecha límite, tu urgencia aumentará enormemente. Sin una fecha límite, es como si fueras un espectador, como si fueras a la deriva, desesperado por no saber dónde está la línea de meta.

Parte 2 de 3: Prepárate para empezar

1. Divide el objetivo en partes o piezas.

Establecer objetivos alcanzables pero ambiciosos es maravilloso. Mucha gente quiere perder peso, dejar de posponer las cosas, escribir un libro, enamorarse, viajar por el mundo y tocar la guitarra.Pero todos estos objetivos son bastante desalentadores si los tomas como uno solo. Para que sea mucho más fácil lograr el objetivo, trata de dividirlo en partes más manejables.

Por ejemplo: bajar de peso se puede dividir en partes de muchas formas diferentes. Puedes tener un objetivo de perder peso, digamos 15 libras, y te pusiste objetivos incrementales: perder 5 libras tres veces. Incluso podrías dividir las diferentes partes de los componentes de perder peso: comer sano, hacer ejercicio y controlar los antojos, y establecer un objetivo para cada uno de ellos.

2. Haz una lluvia de ideas.

¿Hay diferentes formas de lograr tu objetivo? Anota todo que se te ocurra en tres minutos, no importa lo tonto o imposible que parezca. Por ejemplo: podrías ir a la escuela de actuación o tal vez podrías conseguir un papel en un reality show (programa de telerrealidad) que te ayude a empezar.

3. Visualiza.

Cierra los ojos e imagínate logrando tus objetivos. ¿Dónde estás? ¿Cómo llegaste allí? ¿Cómo te sientes? Hazlo con frecuencia. No te dejes llevar fácilmente por las interferencias y acontecimientos que sucedan a tu alrededor. Concentra tu atención en lo que estás tratando de lograr. Recuerda el objetivo y tendrás el control sobre las incomodidades y dificultades. Una buena forma de visualizar es practicando la auto-hipnosis.

4. Lee algunas historias inspiradoras o citas para ayudarte a empezar.

No hay nada como obtener la inspiración de alguien que sabe de lo que está hablando. Leer sobre los esfuerzos y los éxitos de otras personas puede ser una gran motivación para ponerte en marcha o una forma excelente de seguir adelante para mantener la moral alta. Estas son algunas citas para que te deleites mientras tratas de lograr tu objetivo:

• “Hacía mucho tiempo que me enteré de que las personas que lograron sus objetivos casi nunca se recostaron y esperaron que las cosas pasaran, sino salieron a buscar las cosas.” (Leonardo da Vinci).

• “Nada en el mundo puede reemplazar a la perseverancia. Ni siquiera el talento. No hay nada tan común como los hombres talentosos fracasados. La genialidad tampoco. La genialidad no recompensada es casi un proverbio. La educación tampoco. El mundo está lleno de personas educadas en ruinas. La perseverancia y la determinación son omnipotentes. El lema ‘Sigue adelante’ ha resuelto y siempre resolverá los problemas de la humanidad.” (Calvin Coolidge).

• “Nada espléndido ha sido creado a sangre fría. Se requiere calor para forjar cualquier cosa. Todos los grandes logros son historias de corazones ardientes.” (Arnold Glasow).

5. Pide orientación.

Nadie puede decirte exactamente lo que tienes que hacer para lograr tu objetivo, pero una de las mejores fuentes de orientación es preguntarles a los que han hecho lo tú esperas lograr. Aprende de la experiencia de los demás, sin tratar de imitarlos.

Una buena fuente de ayuda podría ser un mentor. Por lo general, un mentor es alguien mayor y con más experiencia, que está al tanto y le entusiasma la idea de ayudar a alguien más. (Ese alguien más eres tú). Busca profesionales con experiencia, amigos de la familia o incluso colegas que puedan ser tus mentores o que puedan recomendarte a alguien que pueda ser tu mentor.

Por ejemplo: si estás tratando de convertirte en músico de jazz, busca a un trompetista más reconocido y pídele que te enseñe. Si estás pensando en convertirte en alcalde, busca candidatos pasados, que hayan ganado o no, y trata de aprender de ellos. Si estás tratando de lidiar con una infancia abusiva, un psicólogo puede ayudarte a afrontar algunos de tus sentimientos.

6. Busca ayuda.

Trata de obtener la información, las habilidades y los conocimientos que necesitas, consultando con otras personas, libros y programas de audio o video. Acelera tu proceso de aprendizaje copiando lo que han hecho otras personas que han tenido éxito. Ahorrarás tiempo y obtendrás resultados más rápidamente.

7. Sé positivo.

Confía siempre en que lograrás tu objetivo. En cuanto dejes de creer, ya habrás fracasado.

Parte 3 de 3: Logra tu objetivo

1. Aprovecha todos tus logros pasados que sean relevantes para tu objetivo.

No importa si te parecen pequeños, enuméralos de todos modos. Puede ser algo pequeño, como haberte inscrito en una lista de correo sobre alimentación saludable o haber vuelto a casa tarde del trabajo y aún así haber preparado una comida sabrosa y nutritiva para tu familia en menos de 30 minutos. Cuando revises tu lista, te sorprenderás de cómo se suman todos esos logros pequeños y de todo lo que eres capaz de hacer.

2. Aprovecha el poder de las victorias pequeñas.

Recuerda todas las victorias pequeñas que has tenido en tu vida. Deja que te den la sensación y la motivación de ser un conquistador. Deja que te motiven a establecer objetivos más altos y que hasta el momento no habías alcanzado y que te den el valor para alcanzarlos. Esto te ayudará a ganar más de una batalla en tu vida y a la larga, la guerra.

3. Aprende de los errores.

Cometer errores debería ser una asignatura en la escuela que les enseñara a los niños a aprender de ellos, en lugar de tratar de evitarlos. Al perseguir un objetivo, es probable que cometas algunos errores. No los veas como si fueran malos ni te enojes. Son importantes para corregirte y para llevarte al éxito.

De hecho, comete todos los errores que puedas y luego trata de no cometer el mismo error dos veces. No hay nada que te enseñe una lección como un error enorme, ya sea que hayas hecho una tontería en frente de una linda chica, que hayas pensando que podías correr un maratón después de una noche de copas o que hayas pedido tu trabajo de vuelta después de que no te dieron el nuevo. Siempre y cuando aprendas las lecciones de tus errores y los mantengas en tu mente cuando camines arduamente como un soldado yendo al campo de batalla, al final ganarás.

4. Celebra en los puntos de referencia o señales.

Un punto de referencia es algo que puedes usar para medir tu progreso y saber que vas por un buen camino. Por ejemplo: después de que te hayan presentado en la sección de entretenimiento del periódico o que hayas aparecido como invitado en un programa de televisión, detente a disfrutar del panorama. La vida se trata del camino, no del destino, y la forma en que llegas allí es lo que realmente importa. Celebrar tus éxitos te ayudará a mantener la motivación y las ganas mientras vas cuesta arriba. La energía que sientes o pones en algo suele relacionarse directamente con el resultado de ese esfuerzo ¿no?

5. Escucha tu diálogo interno.

Lo que dices en tu interior te afecta física, emocional y mentalmente. ¿Tu sistema de defensa interior está tratando de hacer que te aferres a tu pasado, limitando tus creencias y percepciones? Toma el control y desafía a tus críticos internos. Supervisa las excusas que podrías estar poniendo en relación con tu objetivo. Podrías decir por ejemplo: “No termino de trabajar sino hasta las 8 de la noche ¡y no tendré tiempo de cocinar!”. Esa resulta ser una excusa. Debes reconocer que si realmente tienes un gran deseo de lograr tu objetivo, depende de ti hacer tiempo para lograrlo.

6. Siente la pasión.

Esforzarte por un objetivo sin pasión es como una llama que poco a poco se va quedando sin el combustible que la mantiene viva. Emociónate; no importa si no te encanta lo que estás haciendo, sobre todo si el proceso del objetivo es una molestia y la parte divertida es llegar a la meta. Pero siempre debes poder identificar la pasión subyacente que te llevó a empezar a perseguir ese objetivo en primer lugar.

Comprueba metódicamente tus comportamientos en contraste con los sueños apasionados desarrollados en la niñez. Comparte siempre el niño que llevas dentro entre tus compañeros potenciales. Esto permite que la ley de la atracción les dé forma a los sueños del niño y los convierta en la fuerza creativa del adulto.

7. Repasa, evalúa y si es necesario, ajusta tus objetivos.

Mantén un registro escrito de tus objetivos en un lugar donde recuerdes leerlos todos los días. Cambiarán y se ajustarán con el tiempo junto con tu vida, así que mantenlos actualizados.

8. Haz planes de contingencia.

Nunca olvides los problemas que puedan surgir en el camino y prepárate para afrontarlos. El pensamiento positivo es importante, pero es mejor estar preparado que recibir un golpe emocional o sentirse devastado cuando aparezcan los obstáculos.

Ten en cuenta que se producirán contratiempos de forma natural. No esperes que las cosas sean fáciles; en la vida siempre habrá impedimentos para que los planes se realicen. La forma en que afrontas esos impedimentos es lo que te define.

9. Ten en cuenta las nuevas oportunidades y opciones que se te presenten.

A veces, las cosas tienen una forma no intencional de llevarte exactamente a donde quieres ir. Digamos que estás tratando de perder peso y descubres que realmente eres bueno para cocinar comidas saludables. ¿Por qué no luchas por convertirte en chef y te especializas en enseñarles a otros a cocinar comidas rápidas y saludables?

10. Persevera.

Ahora que tienes el impulso, ¡no dejes que se detenga! Algunos pasos pueden parecer menos interesantes que otros, ¡pero asegúrate de cumplir con tu plan hasta el final! Evita las distracciones y mantén la concentración. ¡Imagínate lo valioso que será tu objetivo cuando puedas decir con seguridad que lo lograste!

Consejos

• Cree en ti mismo.
• No escuches a los demás cuando traten de desanimarte, diciéndote que tu objetivo es “imposible”. Ignóralos y sigue luchando para lograr tu objetivo. ¡Demuéstrales que están equivocados!
• Sé fiel a ti mismo. Tu objetivo no será tan placentero si lo logras haciendo cosas que no te enorgullezcan.
• No olvides las palabras de Lao-Tze: “Un viaje de mil kilómetros empieza con un solo paso”.
• Mantente siempre de buen humor al terminar tus objetivos (mantén tu mente en orden y sonríe). No es que sea obligatorio, pero la ciencia ha demostrado que los objetivos se logran de 2 a 20 veces más rápido cuando estás de buen humor o tienes un estado de ánimo excelente. ¡Imagínate lograr cualquier objetivo que quieras 20 veces más rápido! ¿Es fácil concentrarte cuando no estás de buen humor? ¡No te dejes frenar!
• Asegúrate de buscar una comunidad (por ejemplo: un proyecto de experiencia o un sitio dedicado a tu objetivo específico). Otras personas con objetivos, sean o no similares al tuyo, pueden ser un gran sistema de apoyo. Habla con ellos todos los días. Si no puedes ver a la gente en persona, prueba unirte a una comunidad en línea donde la gente establezca objetivos y deba ser responsable de entregarles cuentas a los demás.
• Escríbelos. La escritura refuerza los pensamientos. Incluso si eres el único que ve lo que has escrito, escribir tus objetivos puede darles más poder a tus intenciones.

Autores:   Oscar Avila, Zareen, Rosy Guerra.

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