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Qué pereza…! La apatía en las organizaciones

por Isabel Soria del Río.

El trabajo se queda sin hacer, muchos errores, trabajadores de cuerpo presente (que no de mente) , falta de consecución de objetivos, demasiada distracciones durante la jornada laboral, reuniones poco fructíferas… 

¿Te suena? Bien, todos estos síntomas indican claramente que la persona que los sufre esta apática, al menos, laboralmente hablando.

¿Qué es la apatía?

La apatía es la falta de emoción, motivación o entusiasmo. Es un término psicológico para un estado de indiferencia, en el que un individuo no responde a aspectos de la vida emocional, social o física.

Desde el punto de vista psicológico la apatía se define como la ausencia o eliminación de emoción, sentimiento, preocupación o pasión. La persona con apatía tiene indiferencia a cualquier cosa o evento.

Es algo que la gran mayoría de personas podemos tener en ocasiones, el problema viene si es un problema a largo plazo…

La apatía se puede dar en todos los ámbitos de la vida, de hecho, nosotros como seres humanos que somos normalmente cuando sentimos apatía la solemos sentir en todos los aspectos de nuestra vida, pero en este post nos vamos a ocupar de la apatía en el entorno laboral.

La apatía en el trabajo

Cuando nos encontramos bien, tanto en lo físico como en lo mental, disfrutamos de la vida y disfrutamos de nuestro trabajo, de hecho empeñamos nuestro máximo esfuerzo en él. El bienestar nos hace más productivos y comprometidos con lo que hacemos, al sentirnos más capaces de nuestras habilidades y seguros de nuestras decisiones.

Sin embargo, al trabajar con compañeros que tienen actitudes negativas, vivir situaciones conflictivas en el trabajo, no creer en lo que hacemos, afecta a nuestro sentimiento de bienestar conforme pasan los días y el clima laboral comienza a deteriorarse y, sin darnos cuenta, comenzamos a dejar de preocuparnos por lo que estamos haciendo. Estamos cayendo en un estado de apatía

¿Qué causa la apatía?

La apatía, el desinterés o la falta de inquietudes muchas veces vienen provocados por una mala dirección, por una ausencia de liderazgo o por lo que es peor, una sensación en los trabajadores la empresa ellos no son importantes.

1. El origen de esta actitud muchas veces es resultado de jefes autoritarios que ocasionan que las personas sientan que no son escuchados o considerados, por lo que dejan de involucrarse en sus actividades.

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2. A veces lo único que se necesita para un equipo comiencen a actuar con apatía es un paciente cero, es decir, una persona que contagie a los demás de su indiferencia, haciendo que los demás pierdan interés en lo que hacen. Esto es peligroso para las empresas, puesto que el resultado de una fuerza laboral apática son bajos niveles de compromiso y productividad. Por eso estos pacientes cero han de ser identificados y controlados, ya que pueden ser muy dañinos para el resto de sus compañeros.

3. Otra de las causas de la apatía son los malos hábitos, como el dormir poco, no hacer ejercicio, una mala alimentación. Todos estos hábitos poco saludable pueden hacer que las personas caigan en un estado de abandono.

4. La apatía también puede aparecer cuando las personas sienten que su organización no se preocupa por su bienestar y comienzan a preguntarse ¿por qué debería preocuparme yo por mi empresa? ¿por qué debería yo de esforzarme…?

Como veis son muchos los factores que pueden provocar de la apatía y que esta se vea reflejada en el trabajo. Enumerar todas las causas es prácticamente imposible, pero a grandes rasgos podríamos clasificar las causas (o causantes) en dos grandes grupos:

Causantes externos:

  • Ambiente físico
  • Interrelaciones y valores del personales
  • Política de Bonificaciones

Causantes internos (personales):

  • Problemas personales
  • Predisposición al trabajo
  • Actitudes

Los trabajadores quieren promociones, mejores salarios, quieren estabilidad en su puesto de trabajo y esto es genial, pero paradójicamente proporcionar estos motivadores por si solos no genera ni garantiza un trabajo de calidad.

La verdadera motivación que hace que los individuos destaquen viene de adentro. Es la motivación interna es la que distingue a los individuos que triunfan en casi todas las profesiones. Los líderes efectivos tienen que descubrir si alguien tiene las motivaciones internas para tener éxito en un puesto en particular.

¿Cómo prevenir la apatía?

Básicamente cuidando mucho el ambiente laboral y cuidándose mucha a uno/a mismo. Aquí van una serie de consejos tanto para las personas que dirigen grupos como a uno mismo:

Como líder de un grupo ¿qué puedo hacer?

1. Motívate para motivar:

La primera pregunta que debes hacerte es ¿estás tú motivado? Para liderar un equipo debemos empezar por analizar la figura del líder, por revisar el comportamiento de la dirección. Contar con la confianza y la motivación suficiente para llevar a cabo el proyecto es vital para trasmitir al equipo los sentimientos positivos hacia el trabajo. Haz que el proyecto del centro sea tu proyecto y contagia esa sensación.

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2. Valora, para que valoren:

Muchas veces exigimos demasiado a nuestros equipos sin dar nada a cambio. En tu empresa ¿se premia el trabajo bien hecho? ¿Se valora y reconoce el esfuerzo? Dar las gracias, poner en valor el éxito de cada miembro o reconocer labores o tareas extra generará un buen clima. Tendemos siempre a decir solo lo malo, y no nos damos cuenta de que así lo único que hacemos es generar desmotivación y apatía entre nuestro equipo.

3. Escucha para ser escuchado:

Cada miembro de un equipo es y debe ser importante y su opinión, sus necesidades y su visión (tanto del proyecto como de su situación laboral) debe ser escuchada y valorada. Cuando los equipos sienten que la empresa atiende sus necesidades y se preocupa por su situación, establecen un vínculo emocional mayor con la organización y con el proyecto.

4. Apoya para ser apoyado:

Cuando una persona siente que en caso de tener problemas su organización estará allí para ayudarle, se mostrará mucho más proclive a apoyar y ayudar al centro cuando haga falta. No podemos pedir a nuestro equipo que sienta el proyecto como suyo, que perciba los éxitos y problemas del centro como algo personal, si no nos comportamos de igual modo con su situación.

5. Comparte para que compartan:

Un buen líder comparte la información con su equipo: la realidad, necesidades, retos y circunstancias del proyecto para hacerles partícipes e involucrarles. Si lo que queremos es que ellos compartan con nosotros un objetivo, debemos comenzar por compartir nosotros las bases del mismo. Antes de quejarnos de que nuestro equipo es apático, miremos si no somos nosotros los generadores de esa apatía. De nada sirve implantar buenas prácticas para generar compromiso si después, desde la dirección, no contamos con las bases para que éstas se desarrollen.

Y tú como individuo ¿Qué puedes hacer?

Lo más importante desarrollar una actitud positiva frente a las tareas laborales del día a día. La autoconfianza, el positivismo y el optimismo son la base para el éxito frente a la abrumadora carga laboral.

1. Autoconfianza:

Desarrolla la tendencia a tener una visión positiva de su eficacia en el trabajo, te permitirá sentirse motivado.

2. Positivismo:

Oblígate a pensar en positivo, a que las cosas le van a salir bien. Aférrate a pensar que las cosas van a salir bien, te permitirá generar ideas que te sorprenderán.

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3. Optimismo:

Desarrolla una postura optimista sobre tu desempeño. Que no tengas experiencia en algo no significa decir que no lo puedas abordar con éxito. Piensa que las condiciones las puedes crear y lograr lo que quieras.

4. Perseverancia:

Para desarrollar los consejos anteriores es preferible que desarrolles la tendencia de perseverar y volver a insistir a pesar de tener experiencias anteriores negativas, insistir te permitirá ver tus fallos y evolucionar.

5. No te rindas

Como ves caer en la apatía puede ser relativamente fácil. En tu mano está luchar contra ello.

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