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La importancia de delegar

En algunas ocasiones a los gerentes o líderes de áreas en las compañías, sobre todo en las medianas y pequeñas, les da temor delegar funciones, no obstante, ese paradigma debe desaparecer, toda vez que un estudio juicioso de las herramientas organizacionales de las empresas no es completo sino se considera el concepto gerencial de delegación de autoridad.

Los gerentes delegan funciones porque no pueden ejecutar todas las actividades por sí mismos. Al delegarlas, se “liberan”€ de pequeñas tareas y se pueden concentrar en hacer planes y tomar decisiones.

Y es que es completamente imposible que una sola persona lleve sobre su espalda el peso de todas las decisiones que han de tomarse dentro de su competencia. En este sentido, la delegación tiene muchas ventajas, tanto para quien delega como para el colaborador/a a quien se le traspasa la tarea.

Por parte de la persona que delega, la delegación hace que ésta logre incrementar su producción y efectividad, ya que cuando es capaz de hacer una buena delegación, puede dirigir sus energías a movilizar sus recursos y lograr unos resultados que no se hubieran conseguido si no se hubiera dispuesto de este tiempo.

En cuanto a los empleados, el hecho de que se les delegue ciertas tareas, hace que desarrollen sus habilidades y por otro lado provoca que los colaboradores se entrenen en asumir mayores responsabilidades.

De acuerdo con expertos, la delegación de autoridad también les ayuda a los empleados a adquirir experiencia en gerencia. Además, mejora la moral, ya que se optimizan las actitudes cuando sienten que están haciendo contribuciones vitales para el éxito de la empresa.

Según los especialistas, al delegar, los gerentes deben recordar dos cosas:

1. Aunque un gerente haga a un empleado responsable de una tarea, la responsabilidad última es del gerente- propietario. El empleado es responsable ante el gerente, pero el gerente- propietario es quien responde por el éxito del negocio.

2. La autoridad debe ser dada con responsabilidad. Es decir, a un empleado que no tenga la capacidad necesaria para hacer el trabajo, no se le debe pedir que lo haga.

En conclusión, los expertos opinan que la delegación, depende de la complejidad de las tareas por hacer, la cantidad de tiempo disponible, la confianza que el gerente tiene en sus empleados y el número de empleados que el gerente supervisa.

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Fuente http://latinpymes.com/articulo/3447

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