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Guía completa para alcanzar objetivos de forma eficaz
por Alvaro Lopez Morcillo
¿Eres de los que empieza el año con buenos propósitos y pasado un tiempo abandona?
¿Te has preguntado alguna vez por qué no eres capaz de alcanzar tus objetivos?
No eres el único, de hecho es más común de lo que sería deseable.
Por eso he preparado esta guía, porque quiero proporcionarte una herramienta que desde hoy te ayude a alcanzar tus objetivos.
Obstáculos en el camino para alcanzar objetivos
La mejor manera para garantizarte la consecución de tus objetivos es conocer los obstáculos que pueden presentarse en tu camino, por eso esta guía se centra en esas barreras y cómo sortearlas.
¿Empezamos?
-
Los objetivos no están bien definidos
Sin objetivos bien definidos es complicado que puedas alcanzarlos.
Es muy habitual querer lo que llamo yo un “nosequé”, es decir, algo aproximado a lo que queremos pero que en realidad no nos conduce a ningún sitio concreto.
Es como decirle a un taxista: “Por favor, lléveme al sur de Madrid”
Si no concretas ¿crees que será posible que te lleve al lugar que deseas?
Los más místicos dirían “si me ha traído aquí, debe ser por algo, la vida me está dando un mensaje, esto tiene que tener un significado”.
Efectivamente, el significado es que no tienes ni idea de hacia dónde vas. J
Al grano: si no sabes dónde vas, llegará el punto en que no sepas hacia dónde ir, y lo que es peor, al no ver el horizonte te desmotivarás.
Por eso es imprescindible definir los objetivos desde el principio de forma correcta.
¿Cómo definir bien un objetivo?
Se dice que un objetivo está correctamente definido cuando este sigue el acrónimo S.M.A.R.T., que viene del inglés pero que yo te voy a explicar rápidamente en español:
eSpecífico
Indica la necesidad de que el objetivo esté bien definido.
En el ejemplo anterior, no es lo mismo llegar a Parla que a Vallecas ¿verdad?
Definir bien a dónde quieres llegar es fundamental para saber que ruta vas a tomar.
Para definir tu objetivo de una forma específica puedes ayudarte de las preguntas ¿qué? ¿con quién? ¿dónde?…
Medible
Es decir, el objetivo ha de poder definirse de un modo cuantificable, de forma que cuando lo alcances puedas reconocer que has llegado allí.
En otras palabras has de tener claro que has llegado a tu destino.
Alcanzable
Ha de ser factible, realizable.
Te podrías proponer ir a Marte a darte un paseo, pero claramente no es alcanzable.
Pregúntate por tanto si verdaderamente lo puedes llevar a cabo (ojo, no te autolimites)
Relevante
Se refiere a que debe ser importante en tu vida, o lo que es lo mismo, debe de existir un propósito para llevarlo a cabo.
Tiempo
La consecución de ese objetivo ha de estar encuadrada en una ventana temporal, es decir ha sido planificado en el tiempo considerando hitos intermedios que serán necesarios para alcanzarlo.
Perfecto! Ya tienes la herramienta para definir correctamente tu objetivo.
No obstante, definir bien un objetivo no garantiza que puedas alcanzarlos, ya que existen otros muchos obstáculos que suelen complicar el camino hacia tus metas.
Vamos a verlos.
- Miedo a fracasar
Si temes no conseguir aquello que quieres lograr es fácil que nunca encuentres la forma de ponerte en marcha.
Tu subconsciente, se va a poner en modo “conservador” y te va a convencer de que no es una buena idea hacer eso que estás pensando.
Para ello va a presentar ante ti una lista de resultados negativos, lo que sin duda te va a frenar por completo antes incluso de ponerte en marcha.
Aunque es importante que planifiques qué vas a hacer y que reflexiones sobre qué recursos vas a necesitar, no debes caer en la tentación de tenerlo todo controlado antes de empezar, ya que si lo haces lo más probable es que nunca te pongas en marcha.
Respóndete a esta pregunta ¿qué es lo peor que puede pasar si no lo consigues?
Pregúntate también si piensas que algún día te puedes llegar a arrepentir por no haberlo intentado. 😉
- Dispersión
Si tienes demasiados objetivos o distracciones que te rodean te será muy complicado alcanzar tus objetivos.
Hoy en día es muy fácil entretenerse con la cantidad de estímulos que nos rodean, por no contar todos los que llevamos metidos en el bolsillo dentro del teléfono móvil: whatsapp, email, apps…
Es fundamental que te enfoques en un único objetivo cada vez, por lo que a la hora de trabajar en asuntos importantes que han de acercarte a tu propósito, es importante que te apartes de todo tipo de distracciones.
- Falta de planificación
Sin una correcta planificación es difícil que logres tus objetivos.
Solemos ser muy optimistas en la consecución de nuestros objetivos, asignando tiempos poco realistas a ciertas tareas.
Ocurre muy a menudo que finalmente esas tareas requieren más tiempo, bien sea porque no la hemos calculado bien o porque surgen imprevistos.
Definir tiempos razonables e hitos intermedios que te ayuden a entender que vas por el camino correcto es esencial.
Una buena estrategia es considerar un tiempo más pesimista que el que en un principio has calculado.
- Falta de conocimiento o información
Saber qué es lo que quieres, es una cosa, tener claro cómo conseguirlo, otra bien distinta.
En este sentido puede ocurrir que al avanzar descubras que no dispones de los recursos que verdaderamente son necesarios, por eso diseñar una estrategia y realizar una planificación es fundamental a la hora de emprender cualquier proyecto, ya sea personal o profesional.
Reflexiona si dispones de la información mínima necesaria para ponerte en marcha.
Observa que digo “mínima” y no “toda”, como te dije anteriormente no debes caer en el hábito de querer controlarlo todo.
- El objetivo inalcanzable a corto plazo
O lo que es lo mismo, la recompensa va a tardar en llegar.
Como vimos en la definición del objetivo este se encuentra encuadrado en una ventana de tiempo, en el cual tenemos que realizar una actividad para alcanzar el resultado deseado.
El problema es cuando sólo te interesa el resultado y las tareas que te llevan al mismo no son de tu agrado..
Esto es muy común entre las personas que quieren adelgazar o quieren ponerse en forma para ir a la playa 😉
El secreto está en lo que hacen los corredores de maratón: van poniendo objetivos intermedios que alcanzar para lograr la marca final que tienen por objetivo.
Por eso si el resultado de ese objetivo es a largo plazo, considera dividirlo en objetivos menores que sean más fácilmente alcanzables.
- Perfeccionismo
El perfeccionismo es el mejor amigo de la procrastinación, y por tanto enemigo de la consecución de tus objetivos.
Este hábito te lleva a darle excesivas vueltas a todo porque la calidad de lo producido nunca alcanza el nivel esperado.
Detrás de esta conducta se encuentran grandes dosis de miedo a no hacerlo bien por expectativas auto-generadas.
Para resolverlo te recomiendo leer en esta entrada sobre el perfeccionismo y cómo trabajar para dejar de serlo.
- Falta de constancia
Al comenzar el camino hacia un objetivo, es habitual tener un alto grado de compromiso.
Y tan habitual como tenerlo es dejar de tenerlo al cabo de unos días…
La constancia es fundamental para llegar a donde queremos, por eso entrenar el hábito de la perseverancia es algo fundamental.
Además, sólo si alcanzamos nuestros objetivos dejaremos de creer en que somos capaces de lograrlo, lo cual tiene un impacto importante en nuestra autoestima.
Para fomentar la constancia es interesante crear una hoja de compromisos a modo de diario que te lleve a realizar cada día las tareas necesarias para alcanzar tu objetivo.
- Actitud inadecuada
Hay un refrán que dice que tu actitud determina tu altitud, y sinceramente creo que es cierto.
Puede que tengas un pleno convencimiento de que quieres alcanzar un resultado concreto, pero si el proceso no lo llevas a cabo con la actitud necesaria, es fácil que te quedes en el camino.
Si vas al gimnasio pensando que es aburrido y no disfrutas en absoluto de lo que haces allí, tu cerebro acabará encontrando “razones” para no ir.
Y sabes que es todo un experto haciéndolo 😉
Fomentar la actitud necesaria antes de ponerse a realizar una tarea es algo que verdaderamente puede facilitarte la consecución de tu objetivo.
- El Ego
Es fácil caer en la tentación de decir que tú eres de un modo concreto y negarte a modificar hábitos o conductas a pesar de que sea fundamental para alcanzar tu meta.
Es una excusa perfecta que te puede llegar a limitar enormemente.
Si bien es cierto que posees talentos naturales, no lo es menos que tus capacidades no están limitadas de forma conceptual.
Lo que sí es cierto es que en cuanto piensas que eres de una manera sucede que así eres, por lo que es muy necesario que revises lo que crees de ti mismo.
El mayor obstáculo: la falta de motivación
Dicho todo lo anterior, la verdad es que la mayor parte de todo los obstáculos que te hacen procrastinar o no alcanzar tus objetivos tienen detrás la que para mí es la principal barrera: la falta de motivación.
Sin motivación no vas a lograr tener la energía, la actitud, los recursos, ni los conocimientos necesarios.
Por eso es fundamental tener claros los motivos que te impulsan a llevar a alcanzar ese objetivo.
Recuerda que la R de SMART indica que el objetivo ha de ser Relevante, lo que significa que es de gran importancia en tu vida.
Por eso es necesario recordarse en todo instante PARA QUÉ estás haciendo aquello que estás haciendo; cuál es el verdadero propósito que te mueve a ello.
Las personas verdaderamente motivadas, aquellas que conocen su propósito y se alinean completamente con él desde sus principios y valores fundamentales, se nutren de una energía única que les permite rebasar cualquier tipo de obstáculo que se ponga delante de ellas.
Les hace conseguir los recursos necesarios, enfrentar sus miedos, les proporciona la actitud adecuada y encontrar la determinación para llegar a dónde se proponen.
Les permite disfrutar permanentemente del camino porque saben que están haciendo aquello que es correcto y necesario para sus vidas.
Por eso es esencial que en cualquier objetivo que quieras alcanzar definas de forma clara e inequívoca cual es el propósito que te mueve a ello.
Porque si ese propósito no lo tienes claro, o no es verdaderamente relevante, vas a sabotearte, una y mil veces, mientras que en el caso contrario podrás lograr cualquier objetivo SMART que te propongas.
Ya pero a veces pierdo la motivación: ¿qué hago?
Obviamente, en procesos largos es lógico que nuestro nivel de motivación descienda en momentos determinados.
Es fundamental entender que como humanos necesitamos sentirnos incentivados, y para que nuestra motivación no se desvanezca es importante establecer de un modo adecuado hitos alcanzables y un sistema de recompensas.
Recuerda por último la estrategia del corredor de maratón:
Siempre con la meta en la cabeza.
Disfrutando del recorrido.
Avanzando paso a paso, kilómetro a kilómetro.
Con una actitud basada en la determinación y compromiso.
Fuente http://autorrealizarte.com/guia-para-alcanzar-objetivos/
Comentarios (1)
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