por Edmundo Perez
Admítelo: has estado en ea situación.
Todos hemos estado investigando, excavando en Internet en busca de información, y sientes como si estuvieses cavando en un agujero sin fondo.
Hay opiniones contradictorias y debates que no concluyen sobre qué consejo tomar o en qué creer. Lo peor es que sin algo de ayuda, quieres hacer lo correcto, quieres encontrar lo que realmente funcione.
Sin embargo, no importa lo mucho que leas, veas y escuches, la claridad que buscabas cuando comenzaste éste proceso de descubrimiento no llega, y acabas más confuso que al principio.
¿Qué te (nos) pasa?: tenemos una sobre carga de información, estamos infoxicados.
En esta guía, quisiera discutir sobre la sobrecarga de información, y cómo la información a veces puede ser algo malo, y cómo manejar la parálisis del análisis que resulta de la sobrecarga de información.
Vamos a ello.
La sobrecarga de información es una… ironía. La mayoría de nosotros nos sobrecargamos con la información que tenemos a nuestro alcance, volviéndonos sin querer menos productivos.
El exceso de información nos paraliza y nos coloca en un estado de inacción, y si no hacemos uso de esa información de forma casi inmediata, perdemos hasta el 75% de esa información de nuestros recuerdos, por lo que el tiempo invertido en la lectura y búsqueda de tooooda esa información, es un 75% inútil.
Los estudios señalan que sólo en las interrupciones, sólo con eso, en Estados Unidos, lleva a un costo de mil millones de dólares al año.
Considera el daño que nos hacemos a nosotros mismos.
En el lugar de trabajo, la sobrecarga de información nos lleva a una baja productividad, a una baja satisfacción laboral, y a un pobre desempeño de la empresa en su conjunto. ¿Crees que es diferente para tu trabajo personal?
La infoxicación puede causar:
Muy bien lo dice Herbert A. Simon: “… una gran cantidad de información, crea una pobreza de atención“.
Con todo ésto, puede que te preguntes en qué momento consumes demasiada información y cuál es el límite entre lo suficiente y demasiada información. Difícil responderlo.
El mayor síntoma creo que consiste en ésto: cuando te sientas abrumado o inseguro de qué dirección tomar, es que ya tienes un exceso de información.
Éste es un problema grande: navegamos entre tantas opiniones, blogs, reseñas, artículos, estudios, noticias que no sabemos a qué centrarnos. Ésto puede llevar a un enfrentamiento profundo, a una sobrecarga de información que nos paraliza, que nos impide tomar decisiones.
En lugar de quedarte inmóvil en la parálisis del análisis y no saber a que expertos seguir, hazte una regla para ti mismo:
Encuentra un experto que respetes, uno al que te gustaría emular, cuya carrera admires y cuyo trabajo encuentres convincente y coherente. Y a partir de allí concluye sobre los demás.
Ninguna persona posee todas las respuestas. Si intentas ser mejor escritor o redactor, sigue a quien ame la escritura, si intentas mejorar en el email marketing, emula a alguien que tenga una campaña exitosa de email marketing y que admires.
Y a partir de allí filtra a los que sigues y lees en blogs, redes sociales, libros. No es bueno leer a tantos ni tanto, debes(mos) tener un criterio. Si no, será sólo ruido sin sentido, que nos abruma y paraliza.
Vale, ya tienes infoxicación. Pero ahora sigue desenredarse de toda la información que has “esnifado”.
Lo mejor es tomar un poco de distancia. En lugar de pensar qué hacer con toda esa información, simplemente da un paso hacia atrás y ponerte a trabajar en otra cosa.
Cuando he luchado con la sobrecarga de información, he encontrado que el cambio de dirección y dejar el proyecto por un tiempo – tal vez 2-3 semanas – me ha dado una perspectiva nueva y fresca.
La causa del parálisis por análisis es la sobrecarga de información… y su primo es el miedo. Estamos paralizados en la inacción, porque tememos tomar una decisión equivocada.
No queremos equivocarnos, tenemos miedo a perder el tiempo, el dinero, o a la crítica de los demás.
En un experimento no hay fallo: sólo hipótesis y comprobar. Así que lo mejor será comenzar un nuevo proyecto como un experimento: no estarás tan presionado si solamente pruebas una hipótesis.
Así, que elige la opción más convincente para tu proyecto, y comienza a experimentar con él: si ves que va bien, sigue, si no, déjalo e intenta hacerlo de otro modo.
Cuando intentas “desinfoxicarte”, a veces lo mejor es simplemente hacer una limpieza de la información.
Piensa en el objetivo de una dieta o depuración: lo primero es quitar de tu dieta es dejar de consumir lo que te hace engordar o aumenta tus niveles de azúcar o colesterol, luego eliminarlos de la dieta por unos hábitos más saludables. Lo mismo sucede con la sobrecarga de información.
El propósito de una limpieza de información es restablecer la relación con la información, como dicen los chicos de Startup Bros.
Tomate un descanso antes de consumir cualquier tipo de información nueva, incluyendo la que te parezca irrelevante.
Limita el número de blogs que sigues, de perfiles en Twitter y Facebook, el tiempo de lectura de noticias, hay muchas apps que crean periódicos personalizados para ello.
Después de todo, te aseguro que tienes más que suficientes conocimientos. Sólo tienes que actuar en consecuencia.
La espinaca es buena para la salud. De hecho es uno de los mejores alimentos. Sin embargo, si comes demasiadas espinacas, estás tomando demasiado oxalato, que pude producir cálculos renales.
Lo mismo pasa con la información.
No hay algo bueno, que sobreviva a un consumo o uso desmedido. Si tomas demasiadas espinacas, incluso si bebes demasiada agua, perjudicas tu salud… si consumes mucha información, muchos cursos, lo único que lograrás es llega a la sobrecarga.
Por lo que, te invito a tener criterios para los cursos y libros de formación, y brindáte un periódo de tiempo para leerlos, analizarlos y resolver dudas. Cuando pasé por esa etapa hice algo así, justo ahora veo mi carpeta, tengo 123 ebooks de SEO, blogging, etc….
La sobrecarga de información es enemiga de la productividad.
Nos sentimos productivos porque estamos en etapa de “aprendizaje”, pero en realidad perdemos el tiempo.
No importa que tan buena sea la calidad de la información a la que tengas acceso, si no la conviertes en acción de inmediato no te servirá para nada.
Por suerte, tienes el control sobre la cantidad de información que deseas consumir.
Tener toda la información del mundo y no usarla es como ser un millonario sin gastarsse un centavo.
Así que puedes elegir. ¿Vas a ser un consumidor de información inteligente, o un frívolo con tu tiempo y energía que sólo consume sin el menor aprendizaje?
Fuente http://branketing.com/guia-para-evitar-la-sobrecarga-de-informacion/
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