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Cómo NO aprender a pensar

por Pablo A. Arango
Gracias al estupendo blog Farnam Street, me encontré con un muy buen ensayo –Soledad y Liderazgo (en inglés)— escrito por el ensayista, escritor y crítico literario William Deresiewicz.Aquí comparto un extracto del mismo sobre cómo NO pensar, y porqué es tan importante evitar la multitarea:

Vamos a empezar con cómo no se aprende a pensar. Hace un par de meses salió un estudio realizado por un equipo de investigadores de Stanford. Los investigadores querían averiguar cómo los estudiantes universitarios de hoy en día eran capaces de realizar varias tareas a la vez, de manera mucho más eficaz que los adultos. Los investigadores se preguntaban ¿cómo se las arreglaban para hacerlo? La respuesta que descubrieron —y no era de ninguna manera lo que esperaban—, es que no lo hacen. Las mejoras cognitivas que los investigadores esperaban encontrar, las facultades mentales que permiten a las personas realizar varias tareas de manera efectiva, simplemente no estaban allí. En otras palabras, las personas no pueden realizar múltiples tareas de manera eficaz. El resultado realmente sorprendente es este:mientras más practican las personas la multitarea, peor se encuentran, no sólo en otras capacidades mentales, también en la multitarea en sí.

Una cosa que hizo este estudio diferente de los demás, es que los investigadores no pusieron a prueba las funciones cognitivas de las personas mientras estaban haciendo varias cosas a la vez. Dividieron a los individuos del grupo entre los que practicaban fuertemente la multitarea y los que la practicaban menos. Luego realizaron diferentes pruebas para medir el tipo de habilidades cognitivas implicadas en la multitarea. Encontraron que en todos los casos, los devotos de la multitarea tuvieron peores resultados. Eran peores distinguiendo entre información relevante e irrelevante, e ignorando la última. En otras palabras, son más propensos a distraerse. También eran peores en lo que podríamos llamar “archivado mental”: organizar la información en los marcos conceptuales correctos y ser capaz de recuperarla rápidamente. Es decir, sus mentes estaban más desorganizadas. Y estaban aún peor en aquello que define la multitarea: el cambio entre tareas.

Realizar varias cosas a la vez, en definitiva, no sólo es no pensar, también disminuye la capacidad de pensar. Pensar significa concentrarse en una cosa el tiempo suficiente para desarrollar una idea al respecto. Pensar no es aprender las ideas de otras personas, o la memorización de un bloque de información, por mucho que eso a veces pueda resultar útil. Desarrollar sus propias ideas, es decir, aprender a pensar por usted mismo, no se logra en ráfagas de 20 segundos a la vez, siendo constantemente interrumpido por mensajes de Facebook o Twitter, o jugueteando con su iPod, o viendo algo en YouTube.

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Yo he descubierto que mi primer pensamiento nunca es mi mejor pensamiento. Mi primer pensamiento siempre es de otra persona; siempre es lo que ya he oído sobre el tema, la sabiduría convencional. Es sólo concentrándome, persistiendo en la pregunta, siendo paciente, y dejando que todas las partes de la mente entren en juego, como llego a una idea original. Dándole a mi cerebro la oportunidad de hacer asociaciones, establecer conexiones, tomarme por sorpresa. Y, a menudo, incluso esa idea no llegar a ser muy buena. Necesito más tiempo para pensar en ella también, tiempo para cometer errores y reconocerlos, para hacer salidas en falso y corregirlas, para sobrevivir a mis impulsos, para derrotar mi deseo de declarar el trabajo terminado y pasar a la siguiente cosa.

Suelo ​​tener estudiantes que se jactan ante mí por la rapidez con que escriben sus ensayos. Yo les repito lo que dijo el gran novelista alemán Thomas Mann: “un escritor es alguien para quien la escritura es más difícil de lo que es para otras personas”. Los mejores escritores escriben mucho más lentamente que los demás, y cuanto mejor son, más lento escriben. James Joyce escribió Ulises, la novela más grande del siglo 20, a razón de un centenar de palabras al día durante siete años. TS Eliot, uno de los más grandes poetas que nuestro país ha producido en toda su historia, escribió cerca de 150 páginas de poesía a lo largo de sus 25 años de carrera. Eso significa la mitad de una página al mes. Lo mismo ocurre con cualquier otra forma de pensamiento. Usted piensa mejor cuando reduce la velocidad y se concentra.

Por favor ¡menos multitarea y más concentración!
Fuente http://notasaprendiz.weebly.com/blog/como-no-aprender-a-pensar

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