por William Steinwascher
En mi entrega del día de hoy deseo compartir con mis lectores un reto que debe enfrentar toda empresa familiar como parte del proceso de evolución de la familia, que es la incorporación de nuevos miembros a la familia externos a ella, los cónyuges de los hijos e hijas, tanto de la segunda como de las siguientes generaciones. En mi experiencia con empresas familiares he apreciado cómo la familia sanguínea mantiene alejados a los cónyuges de sus negocios familiares sólo por el hecho de ser externos y por asegurar el control sobre la empresa en el seno de la familia.
Esta posición es razonable desde perspectivas particulares y los empresarios han sido muy ingenioso para mantener alejados a sus familiares políticos de la empresa y de su propiedad; sin embargo, es conveniente que la familia reflexione sobre su situación antes de tomar una posición al respecto. En las siguientes líneas iré desarrollando una serie de razones por las cuales es necesario involucrar a los externos dentro del negocio familiar.
Es una práctica común, aceptada y recomendada, que los cónyuges se mantengan alejados de todas las discusiones de la familia y de la administración del negocio, así como de su propiedad. Entre las razones principales son la desconfianza sobre la lealtad a la familia, la posibilidad de heredar acciones por fallecimiento e incluso de involucrar a un futuro cónyuge por un nuevo matrimonio. Otra razón es la de proteger los derechos que tienen los familiares sobre ciertos puestos de control y no agregar competidores para el proceso de sucesión. La razón más común, y que involucra las dos previas es para evitar conflictos entre familiares, sanguíneos y políticos. Estas tres razones, y muchas otras, son razones justificadas en las experiencias de los empresarios familiares, previas y ajenas. Sin embargo, existen formas para atenuarlas o administrarlas que abordaré más adelante.
Lo invito a observar que las tres razones que expongo por las que es importante contar con la participación de los familiares políticos en la discusión de los asuntos familiares y de la administración son por necesidades empresariales y de la familia directa, mas no por las necesidades de la familia extendida. Involucrar a los familiares políticos a la empresa familiar y/o crear posiciones directivas innecesarias para resolver sus problemas económicos o labores no son razones que justifiquen involucrarlos.
Pero involucrar a los familiares políticos a la empresa familiar requiere que la familia avance en la formalización o institucionalización de la empresa, lo que significa definir los alcances de la familia, los organismos de gobierno corporativo y familiar, el protocolo familiar así como implementar una planeación paralela de la empresa como de la familia que integre los objetivos y necesidades de ambas dimensiones. Esta formalización y planeación de la empresa familiar permitirá establecer reglas claras tanto para la sucesión en la empresa familiar, así como para la participación de todos los familiares, para las estrategias de formación, remuneración y compensación de los directivos de la empresa familiar.
Los órganos de gobierno en esta formalización de la empresa familiar permiten establecer varios niveles de participación. El primer nivel puede involucrar sólo a los miembros del seno de la empresa familiar, con mayoría de edad, en dónde participen con voz y voto sobre los asuntos de la familia, la empresa y la propiedad de la empresa familiar. El segundo nivel puede involucrar a los miembros de la familia extendida, o política, en donde se les invite para que se mantengan informados y puedan brindar opiniones sobre asuntos que los afecte o a sus hijos, y que se limite a asuntos de la familia y de la administración de la empresa; y finalmente un tercer nivel en la que participen los familiares que trabajan en la empresa, ya sea directos o políticos, reportando sus decisiones y gestiones sobre asuntos del negocio familiar a aquellos que no participan directamente en la administración del negocio. Además, la familia también puede apoyarse en diferentes tipos de acciones con derechos diferenciados para condicionar la participación de los externos en el negocio familiar, y así proteger sus intereses sobre la empresa familiar.
El proceso de planeación paralela, los órganos de gobierno y el protocolo familiar son las mejores herramientas de las que dispone un empresario familiar y una familia para evaluar la conveniencia de involucrar a sus familiares políticos en la empresa familiar y en qué nivel involucrarlos. Mientras estas herramientas no existan las decisiones que tomen sobre este asunto serán sobre simples creencias o leyendas urbanas que pueden beneficiar o perjudicar a la empresa y a la familia sin una justificación previa. En México, y en muchos otros países, existen ejemplos de empresas familiares que han fracasado por involucrar a sus familiares políticos, pero también hay ejemplos de empresas familiares que encontraron en los cónyuges de los hijos e hijas extraordinarios directivos que han liderado el crecimiento de su empresa; y también hay historias de empresas familiares que han fracasado por confiar en hijos sin las capacidades suficientes excluyendo a familiares políticos con mayores experiencias o conocimientos.
Las políticas remunerativas y de compensación es algo que rara vez se aborda en las empresas familiares, pero son estratégicamente importantes porque retienen a los familiares directos en la empresa familiar y hacen atractivo el negocio familiar a los familiares políticos. Hasta el momento toda la columna ha sido escrita bajo el supuesto que los cónyuges desean ser parte de la empresa familiar y que los hijos desean permanecer en ella. Pero considere que si los cónyuges e hijos son talentosos es probable que encuentren atractivas oportunidades laborales en otras empresas, o incluso que el cónyuge provenga de una empresa familiar con mejor proyección profesional y económica que la suya, y en lugar de estar discutiendo sobre cómo mantener alejado a su yerno de la empresa estemos hablando sobre cómo retener a su hijo para que no se vaya a la empresa de su consuegro. Frente a esto todo empresario familiar debe considerar que su empresa debe ser atractiva como lugar de trabajo, ya sea por el sueldo como por los aspectos cualitativos de la remuneración y el futuro que brinde a sus familiares.
Espero haber sembrado en el lector el interés de ser más reflexivo al momento de considerar la participación de sus familiares políticos en sus negocios familiares, y quedo a sus órdenes para conversar sobre situaciones específicas con respecto a la sucesión de la empresa familiar, el desarrollo de sus órganos de gobierno y en sus protocolos familiares.
William Steinwascher
@billsteinwa