Un espacio para aprender que no es necesario ser una empresa grande para ser una Gran Empresa
Home » Empresas Familiares » Emociones ‘matan’ a empresas familiares

Emociones ‘matan’ a empresas familiares

por Martin Coronado

La mayoría de las empresas familiares se convierten en verdaderas telenovelas con un final dramático, pues las emociones de los accionistas, es decir, la familia propietaria, acaban con la salud de los negocios.

De cada 6 negocios, sólo 2 pasan a la segunda generación y apenas uno llega hasta la tercera, pues pocas compañías tienen una estructura familiar en la que las emociones de los miembros se canalicen adecuadamente respetando a las compañías.

Alfonso Bolio Arciniega, especialista en dirección de compañías familiares del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE), dijo que lo único que tiene seguro el fundador de una empresa es que un día va a morir.

Por ello la sucesión es un aspecto clave y ofreció una fórmula que puede ayudar a estas compañías a sobrevivir por varias generaciones, en lugar de morir con su fundador o en el proceso de su retiro.

El catedrático será expositor en un programa de 32 semanas que el IPADE ofrecerá a empresas familiares en Juárez –desde pequeñas hasta grandes–, para que obtengan herramientas que pueden hacer que la compañía perdure a través de varias generaciones, manteniendo el bienestar económico de la familia y siendo una pieza clave de la sociedad al dar empleo a decenas, cientos o miles de trabajadores.

Bolio Arciniega explicó que lo que hace derrumbarse a las empresas son sentimientos propios de los seres humanos: envidias, desacuerdos, rencores, afectos y decepciones, además de todo tipo de emociones familiares que generalmente se mezclan con la organización de negocios.

Sin embargo, esto mina la productividad de la empresas y las puede asfixiar al punto de matarlas.

Alfonso Bolio dijo que tras los 38 años que ha estudiado el tema, ha descubierto una fórmula que debe aplicarse como traje a la medida en cada empresa. Lo primero, asentó, es ordenar la casa.

Debe conformarse una asamblea de accionistas, que son los miembros de la familia que tengan posesión de alguna parte de las empresas.

Debajo de la Asamblea de accionistas, debe haber dos órganos: el Consejo Familiar –compuesto exclusivamente por miembros de la familia–, y el Consejo Administrativo, en el que puede haber también empleados.

Ambos deben tener sus reglas, pero deben ser estrictos en cuanto a los temas que abordan. El Administrativo se encargará de los conflictos y estrategias de la empresa, y el Familiar permitirá abordar todos los problemas y decisiones familiares que puedan tomarse, que van desde un matrimonio por bienes separados o mancomunados hasta la simple molestia por la difusión de algún acontecimiento que ponga en juego la moral de algún miembro.

Lectura relacionada  Estas son las principales cinco fallas que le ponen fin a una empresa familiar

“El objetivo es que los problemas se traten, que se aborden en lo familiar para que se resuelvan al interior de la compañía antes de que trasciendan a la empresa y se conviertan en problemas que terminan con el desempleo de cientos o miles de trabajadores en el peor de los casos”, indicó.

Añadió que al mantener una empresa familiar emocionalmente sana, se logra un estado financiero bueno y esto genera en un círculo virtuoso de tranquilidad entre los dueños de la compañía, que seguirán haciendo producir a la firma.

El especialista dijo que sanear emocionalmente una empresa familiar no es una cuestión económica solamente, sino social, pues está en juego el empleo de los trabajadores.

La sucesión

Cuando el retiro o la muerte acechan, el fundador de la empresa familiar enfrenta un problema: ¿Quién lo sucederá?

Bolio Arciniega recomendó que debe buscarse un Consejo de Sucesión, integrado preferentemente por un número non de personas, y que incluya una mayoría de gente externa a la compañía que conozca bien la industria o rama en la que se desempeña la empresa.

“Pueden ser tres o cinco, tres es un buen número para decidir la sucesión”, dijo.

Esto evitará que el fundador o presidente tenga que tomar una decisión, generando enfrentamientos entre hermanos, esposa e hijos.

Agregó que de todos modos el fundador o presidente de la empresa va a quedar mal con la familia al dejar la sucesión, pero un consejo con agentes externos, que conozcan la industria o el sector en el que se desenvuelve la empresa, le va a evitar muchos problemas al permitirle tomar una decisión más sabia que la que podría tomar solo, y además ayudará a proteger el futuro de la compañía.

Una vez realizada la asamblea de sucesión, la decisión ese Consejo debe ser respetada por el fundador y comunicada a la asamblea de accionistas.

mcoronado@redaccion.diario.com.mx

Si quieres ver más posts de la misma categoría, haz click aqui:


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.