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9 maneras de sentir menos estrés cuando la vida se pone locamente estresante

Por Marc Chernoff

No te estreses. Da tu mejor esfuerzo. Aprecia cada paso. Olvídate del resto.

El estrés es una de las principales causas de los problemas de salud en nuestras vidas: puede causar enfermedades cardíacas, ansiedad, falta de sueño, trastornos auto-inmunes, problemas de peso, infelicidad, e incluso depresión profunda.

Pero estamos ocupados, todos tenemos lugares en los que estar, cosas que hacer y gente que ver. Entonces, ¿Cómo aliviar el estrés y seguir haciendo nuestro trabajo correctamente (sin olvidar a las personas que amamos ni a nosotros mismos)?

Cuando la vida se pone locamente estresante, puede que no tengas una semana para meditar ni hacer yoga, tampoco tomarte el fin de semana libre, ni siquiera sesiones de coaching semanales. Entonces, ¿Qué puedes hacer?

Voy a ser breve con esto, porque el tiempo es la esencia. Hay nueve cosas sencillas que puedes hacer. Unos cuantos cambios de mentalidad y un par de acciones que te tomarán tan sólo un par de minutos. Estos no pueden resolver los problemas de estrés más graves, pero pueden ayudarnos a la mayoría de nosotros de una manera importante, todos los días.

1. Está en el momento, por completo, con una sola tarea.

En vez de estar en un estado mental (estresante) de tener muchas tareas en la cabeza, toma tu siguiente tarea, olvida todo lo demás, y simplemente está en el momento con esa única tarea.

Sumérgete en esa tarea abandonando la sensación de que tienes que hacerla lo más rápido posible; de que tienes que pasar a la siguiente tarea que te está esperando. Siempre habrá una siguiente tarea, porque esa es la naturaleza de las listas de tareas; nunca acaban. Así que deja que esas tareas lleguen después. Sólo mantente 100% en ésta tarea, como si fuera tu mundo entero.

En pocas palabras: Cálmate. Respira. Revisa tus compromisos y metas. Pon primero lo primero. Haz una tarea a la vez. Empieza ahora. Toma 5 minutos de descanso en una hora. Repite. (Y siempre recuerda que, los resultados son más importantes que el tiempo que necesitas para alcanzarlos.)

2. Deja de controlar lo que no puede ser controlado.

El miedo esta causando que estés estresado, no factores externos como las obligaciones del trabajo o tus problemas familiares. Esos factores externos son simplemente parte de la vida, pero se vuelven estresantes cuando le tienes miedo al fracaso, miedo a que no le agrades a la gente, miedo a no ser lo suficientemente bueno, miedo al abandono, y así sucesivamente.

Tus miedos están basados en una fantasía de tu cabeza acerca de cómo las cosas tienen que ser (y tú temes que tu vida no sea de acuerdo a esa fantasía): tienes una imagen en tu cabeza de que vas a ser perfecto, tendrás personas como tú a tu alrededor, estarás cómodo todo el tiempo, y tendrás éxito en todo lo que hagas. Estas fantasías son una manera de sentir que tienes el control de un mundo que no controlas en realidad, pero te están haciendo daño al provocarte miedo y estrés.

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En lugar de ello, deja de querer controlarlo. Amígate con el caos y la incertidumbre, y confía en que las cosas saldrán bien. Así, tendrás menos miedo y sentirás menos estrés.

3. Acepta a las personas como son, y sonríe.

Nos enojamos con los demás porque no cumplen con nuestra fantasía de cómo “deberían” actuar. En vez de eso, trata de aceptarlos por lo que son, y reconocer que, como tú, son imperfectos y que están buscando la felicidad y que luchan por encontrarla también. Ellos están haciendo su mejor esfuerzo. Acéptalos por lo que son. En la mayoría de los casos es imposible cambiarlos de todos modos, y es de mala educación intentarlo. Así que ahórrate ese estrés innecesario.

En vez de tratar de cambiar a los demás, dales tu apoyo y predica con el ejemplo.

4. Toma un paseo afuera.

Cuando las cosas se pongan muy estresantes, toma un paseo de 5-10 minutos para despejar tu mente. Un corto paseo hace maravillas. Te da algo nuevo que mirar y hace que tu cuerpo se mueva.

Con los años de coacing de vida, nos dimos cuenta que las personas que experimentaron acontecimientos estresantes recientemente (como una enfermedad grave, la muerte de un ser querido, una separación matrimonial o perder el trabajo) siempre mostraron un inmediato aumento de su estado de ánimo después de un paseo al aire libre. Es, literalmente, la forma más eficaz de reducir inmediatamente la presión del estrés de una mente preocupada.

En este momento, debes considerar tomar un descanso del trabajo, y tomar un corto y tranquilo paseo (en un parque o espacio verde si tienes uno cerca). Una vez más, esta no es una caminata improductiva, es probable que tenga un efecto reparador en tu mente, te ayude con la fatiga de atención, y a recuperarte del estrés.

5. Realiza prácticas de conciencia cortas.

No tienes que meditar 30 minutos para obtener los beneficios de la auto-conciencia…

Puedes hacer una exploración corporal rápida (enfócate en tu cuerpo y observa cómo se siente cada parte en este momento) de 30 segundos.

Puedes prestarle atención a tu respiración por 60 segundos (escúchala y siéntela).

Puedes revisar tus pensamientos sobre tus preocupaciones, miedos, prejuicios, dudas, e ideales por un minuto (reconoce que estos pensamientos son simplemente pensamientos; no es necesario creer en ellos ni reaccionar con ellos).

Puedes caminar conscientemente, prestando atención a tus pies, tu cuerpo, tu respiración y tu entorno, mientras caminas.

Puedes hacer cada una de estas cosas en pequeños trozos de tiempo siempre que lo necesites durante el día.

6. Purga pensamientos falsos.

Debes aprender una nueva forma de pensar antes de poder dominar una nueva forma de ser. Detrás de cada sentimiento estresante hay un pensamiento falso. Antes de ese pensamiento no estabas sufriendo, pero después de ese pensamiento empezaste a sufrir. Cuando reconoces que ese pensamiento no es cierto, nuevamente no hay sufrimiento. Cuando cambias tus pensamientos, cambias tu vida. Así que la próxima vez que descubras un pensamiento que te esté estresando, hazte estas cuatro preguntas:

¿Es cierto? – Esta pregunta puede cambiar tu vida. Guarda silencio y pregúntate si el pensamiento con el que estás tratando es cierto.

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¿Puedo estar absolutamente, 100% seguro de que es cierto? – Esta es otra oportunidad para abrir tu mente y profundizar en lo desconocido, para encontrar las respuestas que viven debajo de lo que crees saber.

¿Cómo me hace sentir este pensamiento? – Con esta pregunta, comenzarás a notar causa y efecto dentro de ti. Podrás ver que cuando crees ese pensamiento, hay una perturbación que puede ir desde una leve molestia a un pánico y miedo total. ¿Qué sientes? ¿Cómo tratas a la situación (o persona) en las que estás pensando, cómo te tratas a ti mismo cuando crees en ese pensamiento? Sé específico.

¿Quién sería yo, y qué haría diferente, si no estuviera teniendo este pensamiento? – Imagínate a ti mismo en tu situación (o en presencia de esa persona), sin creer ese pensamiento. ¿Cómo sería de diferente tu vida si no pudieras ni siquiera tener ese pensamiento estresante? ¿Cómo te sentirías? ¿Qué prefieres; una vida con o sin ese pensamiento? ¿Cuál se siente más tranquila?

7. Aplasta conscientemente las comparaciones innecesarias.

Algunas veces, la razón por la que luchamos con el estrés y la inseguridad, es porque comparamos nuestras circunstancias con la de las personas exitosas. No lo hagas. No compares tu Capítulo 1 con el Capítulo 15 de alguien más. Siga tu propio camino, escribe tu propia historia de vida, y nunca te des por vencido.

La próxima vez que te encuentres comparando tu vida con la de otra persona, revisa estas dos fórmulas:

La fórmula de la felicidad = Da TU mejor esfuerzo y siéntete bien por ello.

La fórmula de la infelicidad = Compárate con todos los demás.

8. Ve que está yendo bien y da las gracias.

Perder de vista todo lo que es maravilloso es una tragedia. Da tu mejor esfuerzo y entrégate al resto. Cuando te quedas atascado con pensamientos negativos sobre la vida que deberías tener, terminas perdiéndote la belleza de lo que tienes. Te será muy difícil lograr ser feliz si no te sientes agradecido por las cosas buenas que tienes en tu vida ahora mismo.

Aquí tienes un ejercicio diario de gratitud que funcionó de maravillas para miles de nuestros alumnos de coaching en la última década:

Cada noche antes de irte a la cama, anota tres cosas que hayan salido bien durante el día y sus causas. Simplemente proporciona una breve y causal explicación por cada cosa buena.

Eso es todo. Gastamos decenas de miles de dólares en productos electrónicos caros, grandes casas, coches de lujo y vacaciones lujosas con la esperanza de sentir un impulso de felicidad. Esta es una alternativa gratuita, y funciona.

Lo he probado yo mismo hace muchos años, me puse la meta de hacerlo sólo por una semana, y todavía lo estoy haciendo hoy en día. Así que te lo puedo asegurar, es adictivamente eficaz.

9. Usa tu cuerpo.

Lo dije antes y lo diré de nuevo, tu cuerpo es el mejor instrumento que posees. Así que cuando todo lo demás falle, y tus niveles de estrés aumenten, usa tu cuerpo para calmar tu mente.

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La mente refleja tu cuerpo respondiendo a sus niveles de tensión, la frecuencia de tu respiración, la velocidad de movimiento y la concentración mental. Del mismo modo, tu cuerpo refleja tus pensamientos, sentimientos, ánimo, y responde a tu estado de mental, las preguntas que haces y las palabras que dices. Así que si la mente y el cuerpo están intrínsicamente conectados (lo que significa que uno afecta directamente al otro) es evidente que si directa y conscientemente tomamos el control de uno, podremos influir y transformar el otro.

Ajustar conscientemente la forma en que usas tu cuerpo puede influir directamente en tu estado de ánimo mental, y transformar radicalmente tu actitud. Imagínate estar sentado allí de mal humor, con los hombros hacia adelante, respirando sin ganas y frunciendo el ceño. Hazlo ahora mismo para experimentar cómo influye en tu estado de ánimo. Y luego haz lo contrario: ponte de pie y dibuja una gran sonrisa en tu cara. Respira profundamente un par de veces y estira tus brazos lo más que puedas.

¿Notas cómo te sientes mejor?

En pocas palabras: Toma las herramientas que tu creador te dio y úsalas! Tu cuerpo es la mejor herramienta para cambiar tu actitud y aliviar el estrés en un instante.

Pensamientos finales

Si tienes tiempo extra después de hacer estas nueve cosas, tengo algunas otras recomendaciones que te ayudarán:

Elimina las cosas innecesarias de tu lista de tareas.
Reduce tus compromisos diciendo “NO” cuando sepas que tienes hacerlo.
Empieza a practicar 10 minutos de meditación regularmente.
Busca prácticas adicionales para probar.
Haz ejercicio regularmente.
Come más sano.
Pasa tiempo de calidad con tus seres queridos, diariamente.
Duerma más.

Y recuerda que la mayoría de las personas lidian contra el estrés de maneras poco saludables; beben alcohol, fuman cigarrillos, comen dulces, discuten con la gente, ven televisión sin sentido, postergan las cosas, y así sucesivamente. Irónicamente estas actividades suelen causar más estrés. Así que no te hagas esto. En vez de eso, usa las ideas que te proporcioné para hacerle frente sin estas herramientas poco saludables.

Publicado originalmente en TrucosParaVivirMejor.com

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Comentarios (1)

  1. jose guzman dice:

    Muy buen articulo, apropiado para la época que vivimos

    Atentamente

    Jose

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