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Ser gerente es mucho más que aceptar el nombramiento… aunque muchos no lo consideran así.

por Francisco Lehmann

No suelen ser demasiados los que se miran en el espejo de su vocación a la hora de pensar si aceptan el ofrecimiento de ser gerentes por primera vez. ¿Es que puedes llegar a serlo porque tienes vocación, o porque te han nombrado? Como me dijo un ingeniero en un congreso de management: “Uno se desempeña como jefe cuando alcanza un determinado nivel dentro de la estructura. Gerente se es cuando ocupas ese puesto en la organización”.

Para este ingeniero, y para muchas personas más, ser Jefe o Gerente se sintetiza en el hecho de formar parte de un cierto nivel en la estructura organizacional y en consecuencia, operar luego como tal. Detengámonos en el tema de la “vocación para ser jefe” y veamos cuán importante, o no, resulta buscar clarificar este aspecto.

Datos significativos
En el estudio que realizamos con mi equipo acerca de las tendencias en el comportamiento de quienes dirigen, encontramos que  un 96% de los jefes consultados respondieron: “No me he dado suficiente tiempo para pensar acerca de las coincidencias que pudieran existir entre mi proyecto personal laboral y los planes de acción de la empresa en la que me encuentro trabajando”. “Esto es un trabajo. A uno lo evalúan por los resultados que logra y en función de eso te ascenderán o no”, fue la respuesta casi común de los encuestados.

Todo indica que “la función gerencial” es percibida como un “título que se alcanza” avanzando dentro de la estructura de las organizaciones. Parece ser que es ese el camino para crecer. Todo conduce a tener que aceptar una simple relación de costo/beneficio: “Si deseas ser jefe, trabaja duro y cuando te ofrezcan una promoción, acepta el ofrecimiento y procura seguir haciendo el mejor  esfuerzo posible”.

¿Es que es este el camino lógico para asumir responsabilidades de dirección? No, decididamente no veo que sea este el mejor camino.

¿Qué significa ser Gerente?
Es posible que si le preguntas a cualquier profesional qué significa ser abogado, ingeniero o médico, te responda con propiedad ya que estas son carreras clásicas muy conocidas. Ahora, si le preguntas: qué es ser jefe o gerente, es posible que te responda con uno de esos estereotipos a la manera de María Elena Walsh (aquello del avión al sillón…). No parece haber una “tipificación” o criterio unánime sobre este “quehacer laboral”. Por lo tanto, es razonable que resulte difícil tener vocación por lo que no se tiene clara idea de lo que es.

Cuando me refiero a este tema recuerdo aquellos años (1965/66!) cuando yo comenzaba a estudiar Administración de Empresas. En ese tiempo debía explicar a mis amigos “qué era eso” que estaba estudiando. Si eres muy joven podrás reírte de esto, pero créeme que en aquel momento era lo mismo que si les preguntaras en la actualidad  qué es lo que realmente hacen los Geoquímicos Ambientales, o los Técnicos en Ofimática, o cualquier otra nueva profesión poco conocida aún.

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Es que las profesiones hoy conocidas, para llegar a serlo, debieron recorrer un largo camino acumulando experiencias y mostrando su razón de ser. Si nos remitimos a la medicina, podrás recordar que fueron los egipcios quienes hicieron los primeros intentos conocidos en el tratamiento organizado de las enfermedades realizando observaciones y definiendo los primeros procedimientos quirúrgicos. Allí aparecieron Hipócrates y sus discípulos, quienes se adentraron en el estudio de la anatomía humana a través de la práctica de disecciones y pruebas de ensayo y error. Como resultado de todo ello, la medicina concibió la sistematización de los primeros protocolos de abordaje a las diferentes dolencias aprovechando y haciendo síntesis de la experiencia. Cuántos  antepasados nuestros fueron “destripados” por aquellos infatigables investigadores quienes, con inteligencia, tesón y dedicación, lograron ordenar los conocimientos y prácticas para luego convertirlas en protocolos de acción para la profesión.

Han transcurrido veinticinco siglos desde que se inició  la búsqueda de los “porqué de” la anatomía humana hasta que se logró sistematizar la profesión de médico. En lo que respecta a la definición de lo que hace el “Homus Gerentum”, es de esperar que no se requieran tantos siglos para pasar del accionar amateur al desempeño profesional. Es que las prácticas dirigenciales, basadas solamente en habilidades personales, buena voluntad y velocidad de reacción, llevan también a “destripar” gente, ilusiones, empresas y proyectos. Y éste no es un tema menor.

Resulta claro que llevar adelante la responsabilidad que significa ser gerente no es una tarea o “un nivel” alcanzado dentro de la estructura organizacional. Por otro lado, si decimos que ser gerente es una profesión  se hace necesario reflexionar respecto a que a ella se llega por “un nombramiento” de quienes muestran cierto potencial. Pero es que esas personas ¿tienen vocación para desempeñarse como gerentes?, ¿conocen lo que ello significa? más allá de las mieles y el encanto de los correspondientes beneficios…

Reflexionando sobre esta pregunta, recuerdo que hace ya unos años atrás, me encontraba desarrollando un seminario invitado por la Cámara Juniors de Comerciantes de Ushuaia cuando recibí la siguiente pregunta : “…vayamos a lo práctico, ¿qué es para usted ser gerente? ¿qué es lo que usted sugiere que debe conocer o dominar un gerente? Se lo pregunto porque éste es un caso de necesidad real. La semana pasada me nombraron gerente de…”. Pasada la sorpresa, nos reímos todos un rato festejando “lo directa” que había resultado aquella pregunta. Quien la formuló sentía una urgente necesidad. Fue directo al punto y comprendí que tenía razón. Percibió la oportunidad y sabía que si en ése momento lograba tener claro cuál era el camino a recorrer, todo le resultaría más sencillo.

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Aquella pregunta me hizo comprender que muchas personas no llegan a hacerse ese planteo tan directo. Desde entonces he adoptado una forma de presentar el tema que, depende en qué momento de la charla resulta más conveniente utilizar, la expongo diciéndoles a los presentes: “No importa si ustedes son jefes o directores con poca o mucha experiencia”. Les pido que imaginemos que uno de los presentes ha sido nombrado gerente por primera vez y se hará cargo mañana mismo de su nueva función. ¿Qué protocolos de acción utilizará para comenzar a hacerse cargo de esa responsabilidad?”. Siempre sucede lo mismo. La gran mayoría de los presentes trata de ensayar su respuesta (y no es que la tengan resuelta, precisamente).

Para quienes aspiran a ser profesionales en la materia o para aquellos que son actualmente jefes o gerentes, creo que es absolutamente necesario encontrar una respuesta concreta a tal pregunta.

Yendo por una respuesta
Resulta asombroso observar los millones y millones de pesos que se confían a personas que siendo ingenieros, abogados, intuitivos, o lo que sean, los administran de “la mejor manera que ellos creen”Si esos millones de pesos son míos… no me sentiría nada tranquilo. ¿Cómo puede ser que se confíe únicamente en la habilidad personal de quien se ha delegado tal responsabilidad? ¿Qué conocimientos debe tener esa persona, más allá de su experiencia y sus habilidades? Procurando hacer la misma pregunta en otro ámbito: ¿Le confiarías la intervención de tu vesícula a un conocido instrumentista de cirugía que tiene mucha experiencia en el quirófano del hospital? ¿Es suficiente la mostración de la experiencia y buenos resultados conseguidos para delegar responsabilidades tan importantes? ¡Me podrás acusar de hacer, aparentemente, preguntas estúpidas!

Pero te pido que pienses que no estoy diciendo que no sea importante tener experiencia y ser ingeniero, abogado, médico, o hechicero para ser gerente. Lo que estoy queriendo decir es que no hemos tomado demasiado en cuenta la importancia que tiene, para dirigir una empresa, que quien asuma la responsabilidad de operar sea un verdadero profesional en la compleja tarea de dirigir organizaciones empresariales. La creciente competitividad de este nuevo mundo globalizado no da ya lugar para sustentar los negocios sólo en habilidades personales. Hoy debiéramos requerir profesionales en el arte de dirigir y para ello lo primero a preguntar es si poseen vocación para desempeñarse como tales. Cuando pensemos en un nuevo gerente para incorporar, debiéramos indagar muy a fondo respecto de proyecto profesional, sobre su vocación para ser gerente.

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En este aspecto es importante  examinar el grado de coincidencias existentes entre los aspectos personales (su vocación por ser gerente y su proyecto profesional) y los planes de la empresa (su plan de negocios) Hacerlo permite percibir y apreciar el grado de compatibilidad y coincidencias que podrá darse entre las partes y la calidad de los  posibles resultados esperados. Esto que razonándolo parece una simple verdad de Perogrullo no suele ser lo que acontece habitualmente. Es muy común que quienes deben seleccionar al gerente más adecuado para el caso, se dejen deslumbrar por los éxitos obtenidos por el postulante, en otras realidades. También por las habilidades que pueda demostrar. Todo ello es muy importante pero ¿qué sabemos de su vocación por dirigir?

¿En qué consiste la Vocación?
En la búsqueda del tipo de conocimiento disponible y la potencialidad que sabes que posees, podrás encontrar tu vocación. Ir por ella, buscarla, desarrollarla, ejercerla, modificarla, reobrarla,  es ejercerla. Es te es un ejercicio continuo de vida.

Resulta duro pensarlo, pero es extremadamente frustrante dedicarse durante toda una vida a una ocupación, si no llegaste a considerar antes el grado de interés y vocación para realizarla. Y no hay dinero que pague esto. Por lo contrario, resultará altamente gratificante encontrar que allí, en la particular acción de dirigir, está puesta la vocación y el camino escogido para tu progreso en la vida. Puedo decirte que son muchas las personas que he conocido, que desempeñándose como jefes, gerentes y directores de empresas reconocidas, no tienen vocación para ello y hoy se encuentran “atrapados” por una situación que no quieren perder por los beneficios que esto conlleva. Y este no es un tema menor.

Fuente http://lehmannweb.com.ar/web/2016/01/ser-gerente-es-mucho-mas-que-aceptar-el-nombramiento-aunque-muchos-no-lo-consideran-asi/

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