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Aprender a aprender

por Rubén Alzola

Estaba releyendo el otro día Inteligencia Emocional de Daniel Goleman y me llamaron la atención, especialmente, unas páginas en concreto. Daniel analiza un estudio hecho por el National Center for Clinical Infant Programs sobre las causas que determinan el éxito escolar.

Curiosamente el informe llega a la conclusión de que el rendimiento escolar de los niños no depende tanto de que despunten antes que los demás en sus capacidades lectoras, matemáticas, etc sino que depende más bien de su capacidad emocional, en concreto de la habilidad que denomina capacidad para aprender a aprender.

Lo que me resultó más curioso es que al desglosar los siete componentes de esta habilidad de aprender a aprender en los niños, descubrí que son perfectamente aplicables a los adultos e incluso al mundo profesional. Veamos:

1. Confianza.

Se refiere a la sensación de control sobre los propios recursos, la manera de comportarse y el propio “mundo”. En definitiva, confianza en uno mismo y en que todo aquello que emprenda tendrá muchísimas posibilidades de llegar a buen puerto. Salir de las zonas de confort es una buena manera de desarrollar autoconfianza.

2. Curiosidad.

Entendida como la sensación de disfrutar descubriendo cosas nuevas por el mero hecho de hacerlo. Esa curiosidad que tantos y tantos han perdido; esa capacidad de asombro permanente que teníamos cuando éramos niños. Leer de manera productiva es una excelente manera de satisfacer tu curiosidad.

3. Intencionalidad.

La capacidad de ponernos una meta y de actuar en consecuencia. Tiene una fuerte ligazón con el componente “1. Confianza” y ya hemos hablado extensamente de los resultados en el blog y, específicamente, en el artículo “Piensa en resultados”.

4. Autocontrol.

Se trata de la capacidad de controlar nuestros impulsos y supeditarlos a finalidades más elevadas. No dejarnos llevar por recompensas rápidas que nos alejen de las metas que hemos fijado mediante el componente “3. Intencionalidad”. ¿Serías capaz de superar el test de la golosina?

5. Relación.

La capacidad de relacionarnos con los otros, entendiendo por relacionarnos el hecho de comprenderles y ser comprendido por ellos. Lo que en muchas ocasiones denominamos empatía, combinado si es posible con una buena dosis de asertividad.

6. Capacidad de comunicar.

El hecho de comunicar a los demás ideas, sentimientos, conceptos o lo que fuere. Hace uso de la confianza en uno mismo y del componente de relación que acabamos de citar en el punto 5. porque, al fin y al cabo, te juegas la vida en tus conversaciones.

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7. Cooperación.

Entendida como la manera en que armonizo mis necesidades con las del grupo de manera que ambas se vean satisfechas. Ser capaces de adentrarnos en los mundos de la participación genuina.

Goleman concluye que los niños que han sido educados por sus progenitores desde un punto de vista inteligente emocionalmente tienen ventajas en muchos de estos siete componentes y, por lo tanto, han sido dotados de una mayor capacidad para aprender a aprender.

Tras hacer un seguimiento histórico y estadístico de estos niños, se certificó que estos factores influían mucho más que el coeficiente intelectual en los resultados de los exámenes de acceso a la universidad e incluso en el posicionamiento profesional de estos niños a una edad adulta.

Y me pregunto, si ni nuestros padres ni nuestros profesores nos educaron en estas habilidades…¿podemos empezar a hacerlo ahora en nuestras empresas o en plena adultez?

¡Claro! La buena noticia es que sí, es posible. La mala es que hay que trabajar en ello de manera mucho más dura que cuando en nuestra niñez asimilábamos todo como esponjas.

Los hábitos se han fijado en nosotros de manera que se repiten automáticamente y nuestro sistema de creencias también está “tallado en piedra”. Por lo tanto, el esfuerzo necesario para alterarlos será importante y es que es más fácil llenar una taza vacía que una llena porque a esta última no le cabe nada más.

Acabo con una fabulosa cita de Gandhi que dice:

Vive como si fueras a morir mañana; aprende como si fuese vivir para siempre

Fuente http://marcaladiferencia.com/aprender-a-aprender/

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