"El liderazgo si no se practica se atrofia"

Javier Fernández Aguado, presidente de MindValue, es uno de los referentes contemporáneos en la ciencia del management (gobierno de personas y organizaciones) y uno de los catorce Imprescindiblesde ECOFIN. Autor de 35 libros de gran difusión entre altos directivos tanto en Europa como en América, ha creado seis modelos de gestión organizativa empleados por cientos de empresas de muchos países: gestión de lo imperfecto, patologías en las organizaciones, feelings management, will management, dirigir en la incertidumbre y dirección por hábitos.

Fernández Aguado es el único autor español citado en todas las compilaciones de los profesionales más destacados del management a nivel mundial: Grandes creadores en la historia del management; Who’s who en el management; Forjadores de líderes; Hitos del management, etc. Su labor de formación o asesoramiento ha sido solicitada por quinientas organizaciones de cincuenta países del mundo. Ha recibido entre otros el premio Peter Drucker a la innovación en management (EEUU, 2008) y también elMicro de Oro 2015 concedido por Foro ECOFIN al mejor conferenciante.

Él es, como no podía ser de otro modo, uno de los autores referenciados por Salvador Molina, presidente de Foro ECOFIN, en su reciente obra ‘Los imprescindibles del management’.

¿Cuáles son las principales claves para liderar efectivamente?

En el libro ‘El idioma del liderazgo’ expongo con detalle algunas de los 250 comportamientos y actitudes que transforman a un mero directivo en un líder. Destaco, entre ellos, el optimismo, la empatía, la visión estratégica o un razonable buen humor.

¿Hacen más falta que nunca lecciones de management en las organizaciones españolas?

Las personas y las organizaciones debemos aprender y reaprender las mejores prácticas. Al igual que un idioma, si no se practica, el liderazgo se atrofia. Hemos atravesado una etapa muy ardua. Llega el momento de reflexionar, una vez más, sobre cuáles han de ser las mejores estrategias y técnicas para potenciar la salida de esta fase hacia una más productiva y creativa.

¿Podría explicarnos el modelo de diagnostico ‘Gestión de lo imperfecto’?

No existe persona ni realidad perfecto. Delante nuestro se suceden situaciones complejas en entornos inciertos. Aprender a afrontar adecuadamente esas coordenadas es clave no sólo para no frustrarse, sino sobre todo para aportar vías de salida eficaces y valiosas. Gestión de lo imperfecto es un modelo de diagnóstico que proporciona a los interesados la metodología más eficaz para enfrentar el futuro con optimismo realista.

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¿Qué es lo que distingue esencialmente a un líder de un manipulador?

La ética. Tanto el líder como el manipulador arrastran a otras personas. El líder hacia un futuro mejor, y el manipulador hacia entornos peores. Entre los primeros puede enumerarse desde Kennedy a Luther King, pasando por Gandhi o la Madre Teresa de Calcula; entre los segundos desde Stalin a Maduro, pasando por Hitler o Castro. Muchos manipuladores, también en la actualidad, se camuflan tras una palabrería profusa de la que muchas veces no saben ni el significado. Comunicar bien no significa necesariamente que alguien genere ideas positivas. En demasiados casos sucede lo contrario.

¿En qué consiste la dirección por hábitos?

Enumerar valores puede tener más o menos interés. Lo relevante es convertirlos en realidades asumidas y vividas en una organización. Con ese modelo de gestión ofrezco el entramado conceptual y las herramientas prácticas para lograrlo.

¿Qué podemos rescatar de Roma o el antiguo Egipto para aplicar en las organizaciones actuales?

Todo lo que hoy en día vivimos ya ha sido experimentado previamente, En ‘Roma, escuela de directivos’; y ‘Egipto, escuela de directivos’, expongo ampliamente muchas enseñanzas de gran utilidad para el presente. Me permito remitir a esos títulos a los interesados en profundizar.

¿Cómo podemos generar endorfinas que creen organizaciones felices?

Esa atrayente cuestión la he abordado en la obra coral pilotada por Juan Ramón Lucas en forma de conversación entre Sandra Ibarra y yo. Ha visto la luz con el título ‘Hablemos sobre felicidad’. En ese texto se trata de la felicidad no como una meta, sino como el modo en el que caminamos cuando fomentamos un equilibrio sano entre las diversas tendencias que nos reclaman. Ambicionar es bueno, pero no lo es ni la mediocridad ni la codicia. Las personas y las organizaciones han de disponer del tiempo para encontrar el punto medio entre dos actitudes que son, en su distancia, igualmente perversas.

Nos consta que la Escuela de Negocios más prestigiosa de España ha puesto en marcha medios para facilitar a los investigadores el estudio de su obra.

Efectivamente es así. En pocas semanas, tras la Navidad, se dará a conocer ese proyecto, en el que mucho tengo que agradecer, pues dos de las más importantes instituciones de nuestro país se han aliado para lograr el objetivo que Vd. señala. Prefiero remitir a mediados de enero el proporcionar más información sobre esa iniciativa, que ya está dando sus primeros pasos.